abril 18, 2024

Tickling Stories

Historias de Cosquillas, basadas en hechos reales.

Hacer Reír (fanfiction)

Tiempo de lectura aprox: 14 minutos, 23 segundos

HACER REIR

CAPITULO 1

Esta es la historia de Alejandra Sánchez, una prometedora arquitecta que abandono su carrera para perseguir su tan ansiado sueño, ser una famosa animadora de eventos lúdicos. O sea ser una payasa.

Alejandra desde pequeña guardaba esta pasión por hacer reir a los demás. Para ella hacer feliz a sus semejantes era lo mas importante, a veces mas que su propia felicidad. No le importaba actuar como animadora de fiestas ( payasa ) con tal de lograrlo. Y aunque no le gustaba que le digan payasa todo el mundo lo hacia. Al menos a sus espaldas.

Su padre, un famoso abogado, siempre le habia enseñado a perseguir sus sueños hasta alcanzarlos. Luego de que Alejandra le anunciara su deseo de ser animadora de fiestas (payasa) tuvo que retractarse y maldecir sus enseñanzas.

Asi fue como de un puntuapie en el culo su padre echo de la mansión a la pobre Alejandra quien empezaba a aprender que perseguir un sueño era tan doloroso como un zapatazo en el trasero. De esta manera empezó con éxito su carrera humorística haciendo reír a los vecinos y conocidos de la familia que consideraban que ese empuje y esas ganas por perseguir un ideal tan noble (y tan económicamente infructuoso) eran una autentica PAYASADA

Busco refugio en la casa de su gran amigo de la infancia Leo. Durante mucho tiempo Alejandra pensó que Leo padecía de un daño cerebral grave por el hilo de baba que escurría de su boca cuando la veía. Lo que no sabia Alejandra es que Leo actuaba asi al admirar sus sus onduleantes formas , sus formas graciles y delicadas, su delicioso abdomen plano, sus pechos venusinos, pero sobretodo su magnificente y prominente colazon!!…..

?perdon. Su magnificente y prominente corazon,?.. Si! Y lo otro tambien!

Era una delicada muñeca bonita. Tan gracil, que en las tardes vagaba por la casa bailando en el viento como una hada. Con esa risa tan tierna como de una niña y tan sensual como de mujer. ?Wooow? pensaba Leo ?como seria su risa ante las implacables cosquillas?

Tenerla todo el dia en la casa era una dulce tortura, especialmente cuando la veía caminar descalza. Con sus dulces pies expuestos ante la terrible tortura de cosquillas.

Definitivamente Leo ante esas visiones actuaba como operado del cerebro. En ocasiones tenia al alcance la femenina, delicada y cosquilluda planta del pie de su mejor amiga pero no se animaba. Jamás!! Ni siquira picarla en las costillas, ni siquiera un roce o cosquillas juguetonas?nada!!!. Leo no quería exponerse. Solo permanecía ahí? viendo e imaginando?. Viendo y soñando.

Olvide mencionarlo!!!! Leo era un super fetichista de cosquillas que coleccionaba en su PC miles de imágenes y videos con hermosas mujeres siendo atadas y sometidas al tratamiento de cosquillas. Tan obsesionado estaba con hacerle cosquillas a Alejandra que hacia rigurosos montajes reemplazando las caras de las torturadas con el rostro de su amada Alejandra. Luego de eso se quedaba viendo sus obras imaginando durante horas que Alejandra, su amor prohibido y secreto era victima de horas de cosquillas intensas.

-YA LEOOO PORFAVOORRR NO MAS COSQUILLAS!!! NO MAAAS JAJAJAJJAA- gritaba ella en sus sueños-
-SII TE HARE MAS MI AMOR?COSQUILLAS PARA SIEMPRE!!!!
-NO SEAS MALO LEO JAJAJAJAJA SERE BUENAA JAJAJAJAJA-

Así soñaba despierto Leo, cuando se le escurría la baba y Alejandra confirmaba sus creencia de que era un retrasado mental, pero uno al que ella queria mucho. Realmente ambos se querian mucho por lo que habia plena y total confianza para la clasica guerrita de cosquillas. Pero Leo jamás se atrevía a exponerse como fetichista.

Seriamente Leo estaba intoxicado con la imagen de su amada. La pensaba durante eternidades en su mente, perdido entre inmensidades de deseo. Donde se veia a si mismo entragado totalmente a su amor y otras veces jugando a las cosquillas con Alejandra cosquillas romanticas, cosquillas juguetonas.

En cualquier momento Leo confesaría su devoto amor a Alejandra. Solo esperaba la ocasión indicada. Y así habían pasado ya 7 años.

Ambos se querian y sentian lastima mutua. El lamentaba que nadie comprendiera el sueño de su amada Alejandra, que cada vez mas perdia la calidez de su sonrisa. Ella lamentaba que su amigo tuviera un grave problema de retraso mental y su propia falta de valentia para inciar su proyecto de ser animador de fiestas ( payasa).

Después de mucho pensar Leo concluyo que la mejor manera de ganarse el corazón de su adorada seria ayudarla a cumplir su sueño de ser animadora de eventos lúdicos (payasa). Invertir los ahorros de toda vida para ayudarla a despegar en el complejo mundo del espectáculo, sometere al arduo proceso de contratar agentes experimentados que la publiciten, hacer complicadisimos estudios de mercado que faciliten su carrera.

Claro, lo que nunca se le ocurrió fue simplemente declararle sus sentimientos.

CAPITULO 2

Gracias a toda esta ayuda Alejandra comenzó a dar espectáculos. Después de dos meses de arduo esfuerzo, Su fama era tal que estaba pesando llevar su espectáculo al extranjero. Ya que nacionalmente todos la consideraban nefasta.

Alejandra lamentaba las criticas, que no le parecian justas pues muchisima gente la recomendaba. Esto era innegable puesto que efectivamente muchos la recomendaban pero a sus enemigos mas odiados.

Decir que era pésima no era justo pues era peor que eso. Su habilidad para hacer piruetas en el aire era tan solo comparable con su don de caer siempre de cabeza después de ellas.

Ambos, Leo y Alejandra, probaron del amargo plato de los sueños rotos. Saborearon el salado caldo de las lagrimas y el hambreador postre de la bancarrota.

-Ahora nadie quiere contratarme, soy famosa por pésima, mi padre me detesta y mi carrera apesta.- Se quejaba la triste payasa, quien se suponía debía ser feliz.

– Quizás seria bueno cambiar tu nombre artistico. Los payasos tienen nombres graciosos como COPITO, BOZO, CUCHARITA, CALZONZITO, PEDORRIN, PEZUÑITA, DIARREITA?.- Contestaba Leo.

– Pero yo no soy una payasa!!! Yo soy ALEJANDRA!!! LA ANIMADORA DE EVENTOS LUDICOS ( payasa )

-Pues tendras que cambiar de nombre y pintarte la cara para que no te reconozcan si quieres que te den trabajo?. Que te parece si tu nuevo nombre artistico es?COSQUILLITA??!- Leo propuso este nombre deseando con ardor que su adorada mencionara estas palabras magicas.

Alejandra, después de meditarlo aprobo el nombre, pero lamento que ahora se tuviera que presentar como PAYASA sin embargo fingio estar feliz y celebrar con alcohol el nuevo rumbo que tomaba su carrera. Por su parte Leo celebro que se alcoholizarían pues sea la oportunidad perfecta para hacerle cosquillas a su hermosa amiga quien de ahora en adelante pondría en su boquita preciosa la palabra que a el tanto le gustaba oir.. COSQUILLITA!

Habían redactado un anuncio para el periódico con el cual relanzaría su carrera.

COSQUILLITA

HAGANME A MI SU ANIMADORA DE FIESTAS (payasa). LAS HAGO DIVERTIDAS Y LLENAS DE PLACER

100 PESOS LA HORA

Luego. Después de unos tragos del licor mas barato que pudieron encontrar. Justo en el momento en que Alejandra creia ser SUPER RATONA volando alrededor de la taza de baño para vomitar, su amigo Leo llamo al periodico a publicar el anuncio que redactaron. Después de eso, convencido de ser MARIO BROS, salio en calzones a la calle buscando a la princesa Alejandra para hacerle cosquillas, lo que su ebriedad no lo dejaba ver es que su amada estaba encerrada en el baño vomitando. Eran malos tomadores. Apenas habian tomado una copa de agua y un chocolate con tequila .

CAPITULO 3

Al dia siguiente el teléfono no había dejado de sonar. Cientos de miles pedían sus servicios. El identificador de llamadas registraba incluso numeros internacionales. Parecia que el plan de Leo sobre el cambio de nombre artístico habia dado resultado, no asi su otro plan de emborracharla para poder hacerle cosquillas, pues el tambien se habia embriagado miserablemente.

Llegaron donde sus primeros clientes. Alejandra se veia radiante caracterizada de payasita, parecia una muñeca sexy. Con su cara cubierta de blanca la cual hacia resaltar sus verdes ojos como joyas, enmarcadas en esas inmensas pestañas negras. Su cabello rojo hasta los hombros era natural pero la hacian ver aun mas como una Arlequín. Pero lo mas impresionante era su traje pegado al cuerpo que harian perder la cordura de cualquier ser que guste de la belleza femenina.

COSQUILITA entro al departamento y sin mas empezo su rutina de chistes pero algo sorprendida vio que el publico era mayorcito para tratarse de una fiesta infantil. Todos los invitados vestian de negro y en sus manos algunos sostenían una larga pluma de ganso, otros plumeros, otros cepillos de dientes y algunas mujeres presumian de larguisimas uñas afiladas.

Detrás de COSQUILLITA llego su amigo y admirador secreto LEO. Al momento en que entro a la ?fiesta? supo que algo andaba terriblemente mal. El conocia esa expresión en el rostro de TODOS y al comprobar los instrumentos en sus manos reconocio al instante las oscuras intenciones de esa fiesta.

Con angustia pidio un periodico a uno de los asistentes que no quitaba la mirada de el cuerpo de la joven payasa. Leo leyo la pagina de clasificados para ver el anuncio que habia publicado en su borrachera y se dio cuenta de cómo la conciencia traiciona a un ebrio. El anuncio decia:

PAYASA

HAGANME A MI FIESTAS DE COSQUILLITAS DIVERTIDAS ANIMADORAS Y LLENAS DE PLACER
100 PESOS LA HORA.

?Oh no!!!? pensó Leo, voltio a ver a su amiga con terror mientras ella infructuosamente trataba de hacer reír a el publico. Esa tarea era imposible pues el publico estaba concentrándose en las miles de maneras en que torturarían a esta joven y exquisita payasita.

Estaba dispuesto a sacarla de ahí. Pero de pronto la imagen de su amiga siendo torturada con cosquillas por toda esta gente, con todos estos instrumentos, y con toda esa crueldad lo cautivo de tal modo que se quedo helado.

Alejandra sintió que se le paraban todos los pelos del cuerpo cuando uno de los tipos, el que tenia la pluma mas larga en su mano, se levanto y la señalo.

-VAMOS A ENSEÑARLE A HACER REIR!!!….HAGAMOSLE COSQUILLAS!!!!-

Ante este grito Leo también sintió que se le paraban todos los pelos del cuerpo?.y algo mas. Pero se quedo quieto, con solo un movimiento hubiera podido salvar a su tan amada amiga del suplicio cosquillero. Pero cedio ante su tentacion de admirar como la mujer mas hermosa de su vida era doblegada con la tortura mas sexy del mundo.

En un parpadeo La payasa COSQUILLITA era rodeada por un tumulto de personas que se peleaban por hacerla reir. Alejandra trato de escaparse, daba patadas y golpes pero los cientos de piquetes en las costillas y las sensaciones de miles de dedos en las axilas la obligaban a reir a carcajadas quedando incapaz de defenderse.

La desesperada risa de la pobre Alejandra no dejaba de ser femenina y era como el canto de las sirenas que hechizaba a Leo. El, no se movia de su sitio desde que escucho HAGAMOSLE COSQUILLAS.

Alejandra suplicaba:
Jajaja jajajaja porfavor!!! Jaajaja la proxima vez si los hago reir..de verdad!!JAJAJAJAA NO ME CASTIGUEN CON COSQUILLAS?no las sopjajajajaa soporto jajajajajajja ahhh jajajajajjajaja

El gentio respondia
TORTURENLA!!!…. COSQUILLAS HASTA QUE SE ORINE? SIIIIIIIIII!! .. COSQUILLAS DURANTE HORAS!!!!!

Miles de manos sostenían a la pobre chica, algunos agarraban sus voluptuosas piernas para impedir que patee. Otros se apuraban para sacarle los botiness. Otros sostenian sus brazos hacia arriba para que exhiba sus axilas en las cuales otros tantos le hacian insoportables cosquillas. La mayoria hurgaba sus costillas, su cuello, sus muslos. Ella, la payasita convulsionaba de la risa pidiendo piedad entre carcajadas obligadas.

Leo, solo observaba mesmerizado. Parecía una estatua con la boca abierta. Había olvidado
Sus problemas económicos, las guerras, la hambruna, olvido su nombre y incluso como respirar?en ese momento solo existia su vision.

-JAJAJAJAJAJA YA PARENLEEE JAJAJAJA YA NO LO VUELVO A HACER JAJAJAJAJA AHHH JAJAJAJAJJAJA PERDOOOON JAAJAJAJA NO PUEDOOO JAJAJA MAAAAS JAJAJAJAJAJJA EN LAS AXILAS NOOO JAJAJAJAJAJA.- Reia la chica tratando de escapar.
La pobre Alejandra lloraba de la risa, estaba tan exhausta por las carcajadas que habia dejado de luchar contra la multitud. Ellos no se cansaban de hacerle cosquillas en todos lados de su curveado cuerpo. A estas alturas ya habian conseguido sacarle los botines y logro sentir decenas de dedos, uñas, labios y plumas recorriendo las plantas de sus pies. Leo casi se desmaya ante esta visión, pero Alejandra casi se desmaya por las sensaciones.

JAJAJAJAJAJAJAA JAAAAHH JAJAJA NO SEAAAN MALOOOSS JAJAJAJAJA AHHH JAJAJAJAJAJA dejenme LOS PIEEEEEEEEEEJEJEJJEJJEJEJE JEJEJEJEJJEJEJESSSSS ahhhh JAJAJAJAJAJJAA.- Gritaba la payasita con una sonrisa dibujada en el rostro. Combatiendo contra decenas de manos que la sostenian y la torturaban.

-ATEMOSLA A LA SILLA!!!! LA SILLA DE LA TORTURA!!!!!!!!!!
-SIIIIIIIIIIII LA SILLA DEL CASTIGO!!!
-HAGAMOSLE MAS COSQUILLAS!!!!- Gritaban unos cuantos
-SIIIIIIIIIIIIIII- Alzaban la voz los torturadores.

El publico estaba eufórico, la gente gritaba ovacionaba y aplaudía. Alejandra reía, lloraba, y suplicaba. Leonardo no se movía de su sitio. Sentía que estaba en un sueño

El gentio la arrastro hacia la silla de cosquillas, mientras la arrastraban también le hacían cosquillas sin importarle las suplicas de la payasita que sufría por tanto reir. Le ataron los pies descalzos y las muñecas. Luego entre los miembros mas importantes del club, que eran dos tipos acordaron hacer una apuesta. El que mas haga reir a la payasita ganaba. Todos dieron gritos de jubilo ante la idea menos Alejandra que pedía un alto a esta locura.

El primero con una gan pluma, se acerco a Alejandra y comenzó a torturarla psicológicamente.

-Hola payasita bonita?tienes muchas cosquillitas verdad? Quieres cuchi cuchi?
-No, señor?no cuchi cuchi porfavor!!!
-Te voy a hacer cosquillas aquí en las axilas y te vas a reir mucho payasita
-No señor no por lo que ma?jaja jajaj JAJAJAJAJAJAJAJA AHHH JAJAJAJAJAJA JAJAJAJAJAJAJAJAJA AHHH NO CUCHIIII JIJIJI JAJAJAJAJAJAJA
– Ah mi vida, pero solo son cosquillitas!!!…cuchi cuchi cuchiii

Pobre Alejandra, esto estaba resultando demasiado para ella. Parecía que iba a romper la silla de madera con sus sacudidas y saltos. Los dedos del hombre recorría cada pulgada de sus axilas. La payasa no lograba hacer otra cosa que mas que reir tierna y sensualmente.

El torturador recorto la licra de colores que formaban el traje de Alejandra, dejo expuesto su exquisito vientre. Luego acaricio la piel de su estomago con los toques de la pluma, especialmente el contorno de su redondo ombligo, que brillaba en sudor. Estas cosquillas delicadas pero intensas provocaban miles de muecas, expresiones y movimientos eroticos en la cosquilluda cautiva que no paraba de reir.

solo dejo de hacerle cosquillas después de media hora. Luego de lo cual sin dejarla descansar ni un segundo llego el otro concursante, un anciano con la cara de pasa.

-Sabes amiguita? Tengo años de experiencia haciendole cosquillas a las mujeres. Soy lo que dicen un cosquillero profesional. Estas lista para sensaciones que jamas has experimentado?
-?.. noo?.ya no?. Yo solo queria hacerlos reir!!-
-jejeje estamos riendo!!! No vez que todos estamos felices de cosquillearte!!
-Pero no?no NOOO JAJAJAAAJAJAJAJAJA AHHHHH JAJAJAJAJAJ YO LO HAHAHAHAHAHAHA AHHHH MAHAHAHAHAHAHA

El anciano meneaba sus dedos con rapidez por cada una de las costillas de la inmovilizada victima que ante estas caricias gritaba piedad. Tenia los dientes secos de tanta risa y la garganta inflamada de tanto gritar a carcajadas. Sin embargo su risa seguía siendo como un suave campaneo, una deliciosa invitación a seguirla torturando. Sus gritos eran singularmente femeninos.

Antes de que acabe la media hora el anciano aprovecho para acostarse y chuparle a Alejandra cada uno de los redondos deditos de los pies. Los recorría con su lengua causándole las mas violentas reacciones a la pobre arlequin que había pasado los limites de su resistencia.

-JAJAJAJAJA AHHHHH JAJAJAJAJAJAAAAA JAJAJAJJAJAA AA LO QUE AAHJAAAJAJAJA NOOO JAJAJAJAJAJA ESTAJAJAJAJAJAJAAJJAAJA AJJJAAJAJAJJAA?.LEOOOO AYUDAMEEEEE!!!!! JAJAJAJAJAJJA AYUDAAA!!! JAJAJAJAJAJAA-

El publico no cabía en si, todos aplaudían y vitoreaban al viejo que arrancaba las suplicas mas lastimeras de la payasa sexy. No quedaba duda!!! El era el ganador!!!. Leo hubiera ayudado a su amiga sin dudar, de no ser porque disfrutaba ver a una chica tan linda como ella ser sometida a una larga sesión de cosquillas.

Al ganador lo alzaron en brazos. Mientras esto sucedia otros invitados hacian fila para cosquillear a la prisionera. Cada uno tenia 5 minutos para disfrutar ser el verdugo de cosquillas de la joven chica. Los otros en la fila median el tiempo estrictamente. Todos esperaban impacientes el turno para divertirse con su juguete de cosquillas.

De pronto un sujeto se acerco a Leo para entregarle 10000 pesos. ?Le haremos 10 horas de cosquillas? explico el sujeto añadiendo ? Es toda una profesional, realmente actua como si no supiera nada de esto!!!, espero que luego puedan ofrecerme el servicio a mi personalmente? Dijo el sujeto emocionado para luego instalarse en la larga fila.

Esto era la locura!! 10 horas de cosquillas, la pobre COSQUILLITA solo habia sufrido dos horas y parecía que estaba muriendo. No podia dejar que le suceda esto a su amiga, así que tuvo que idear un plan para sacarla de ahí.

Después de embolsarse el dinero puso en marcha su plan. Salio al pasillo de la casa, donde nadie lo veia y activo la alarma de incendios. Luego de lo cual todos los rociadores de la casa se activaron y todos los invitados de la fiesta huyeron despavoridos dejando a la pobre payasita amarrada a su suerte. Leo llego y la desato en un instante, antes de que se dieran cuenta del engaño ayudo a su desmayada amiga escapar por la ventana trasera y a huir de aquel sitio de tortura.

Leo la deposito en el auto y arranco a toda prisa. Siendo perseguido por los cosquilleadotes que se habian dado cuenta de la estafa. Mientras escapaba alcanzo a escuchar a su amiga susurrar casi sin fuerzas

-Esto es lo que obtengo por luchar por mis sueños, por intentar hacer feliz a los demas?-

Leo se conmovio. Estaba tan lleno de miles de sentimientos que finalmente decidio decirle la verdad

-Maggy Alejandra!!.. yo te amo!!! Siempre lo he hecho.-
LO LOGRO!!! LO HABIA HECHO!!! LO DIJO!!! ESTABA ORGULLOSO!!! Pero al voltear a ver su rostro pudo comprobar que ella dormía del cansancio.

?Maldición? pensó. Tenia que aprovecharse de la situación de algún modo!!! Y camino a casa ideo una excusa perfecta para cumplir sus fantasías cosquilleras mas salvajes y además enseñarle una lección a su amada amiga.

CAPITULO 5

Alejandra se levanto viendose semidesnuda y atada a la cama donde dormia, en casa de Leo.

En la habitación reinaba la oscuridad. Unas tenues luces de velas aromáticas evitaban que las tinieblas fueran absolutas. La calidez que despedían las velas contribuían a la aparición del sudor que hacia brillar el cuerpo semi-desnudo de Alejandra.

Ella estaba angustiada. El aroma dulzon de las velas no reducían en nada su nerviosismo. Sus ojos verdes trataban de descifrar en la oscuridad alguna clave que explicara como habia llegado a esa habitación. Se suponía que Leo la habia rescatado. Y si la volvierona a atrapar? Por la habrian atado a los cuatro postes de la cama? Y si seria para volver a hacerle cosquillas de esta manera, atada y sin posibilidad de escapar del tormento??

La angustia se apoderaba de ella. A pesar de saber que no podria escapar empezó a forcejear contra las ataduras en sus tobillos y en sus muñecas. Luchaba sobre la cama, a la luz de las velas. Tan solo con un sostén negro de encajes como su calzon que la salvaban de la completa desnudez. Trataba de escapar de la inminente tortura de cosquillas que la volverian loca de felicidad demencial.

-Tranquila Alejandra, soy yo. Leo!!- Decia Leo emergiendo de entre las sombras
-Leo ayúdame- Alejandra lo veia con ojos de cachorra.
-Claro, pero te ayudare dandote una leccion.-

Alejandra se mostraba confundida. El continuo.

-Recuedas cuando te hacian cosquillas en la fiesta?, los hiciste reír, los hiciste felices.

-CLARO ESTABAN CONTENTOS DE TORTURARME!!!- Respondió ella con enojo

-Puede ser, pero básicamente estaban felices de verte feliz, si tu no hubieras reído ellos no hubieran reido. –

-ME QUIERES DESATAR??!!!- Alejandra empezaba a perder la paciencia

-Mediante cosquillas te enseñare tu error. Tu has sido muy infeliz y por eso no has podido hacer reir a los demas. Ahora te enseñare como riendo haces reir-

-NOOO NOOO ESTAS LOCO, YA ME HICIERON MUCHAS COSQUILLAS NOO!- Gritaba Alejandra!!!

Leo se acerco su dedo indice para dibujar delicadamente en la piel de sus axilas circulos pequeñitos y deliciosos. Ella era tan cosquilluda que reacciono sin oprtunidad de defenderse? riendo nerviosamente, como una niña timida. La risa de una bebe en un ardiente cuerpo de mujer.

Después de unos cuantos minutos de estas suaves cosquillitas con un dedo. Empezo a usar otro dedo mas, y luego otro, luego otro. Alejandra ya no solo reia sino que se estremecia también. Moviendo su sensual cuerpo sudado para tratar de escapar de las graciosas sensaciones. Iluminada a la luz de las velas parecía un angel herido a punto de entrar a un infierno cosquillero.

Las cosquillas aumentaban de intensidad poco a poco, lo que se notaba en su risa. Ella trataba de liberar sus extremidades de las ataduras. Sabia que era imposible pero tenia que tratar de proteger sus puntos débiles.

Leo estaba intoxicado por las sensaciones que sus caricias provocaban en su amada. Ahora dulcemente movia sus dedos de araña en el estomago de la bella prisionera. Sus dedos limpiaron las gotitas de sudor que se formaron en su estomago perfectamente definido, que ahora temblaba como gelatina por las risas nerviosas. Estas caricias hacia mas cosquillas aun, por lo que sus risas y sus movimientos se incrementaron aun mas. Era una tortura pensaba Alejandra, una tortura insufrible, pero divertida.

Los dedos de Leo dejaron de juguetear para empezar las cosquillas intensas. Movio sus manos hacia sus caderas lo que hizo gritar de la risa a su prisionera, la hizo brincar, retorcerse y suplicar. Sus caderas eran simplemente demasiado cosquilludas. Esto se sentia desesperadamente gracioso, casi placentero.

Alejandra sabia que Leo era su amigo, sabia que la apreciaba y que ningun daño sufriria en sus manos. La mirada en sus ojos le daba seguridad, no como los que le habian hecho cosquillas antes en la fiesta. Su mirada era, definitivamente, diferente. Leo ademas tenia ojos profundos, facciones agradables y un cuerpo definido sin que este fuera una masa de músculos. De cierto modo este contacto tan intimo estaba excitando a Alejandra, los signos fisicos de su lujuria eran claramente visibles. Pero su desesperación era muy real también.

Las cosquillas llegaron a las rodillas de la chica, que suplicaba, lloraba y reia. Eso realmente la hacia reir. Retorciendo todo su cuerpo y moviendo las piernas con angustia tratando de evitar los toques que le provocaban risas desesperadas. Leo sonreia al ver sus reacciones. Disfrutaba ver como controlaba la felicidad de su amada victima, tocando aquí y tocando alla podia hacerla gritar y reir sin control.

Poco a poco bajaba al punto crucial del asunto. Sus bellos pies. En la fiesta cuando la torturaron ahí obtuvieron las mejores reacciones. El estaba dispuesto a hacer lo mismo, pero a diferencia de aquellos. El lo haria con amor.

Se detuvo un rato. Leo movia los dedos haciandole cosquillas al aire justo sobre sus pies. Alejandra ante esta provocación reia con nervios y suplicaba.

-Leo jejeje por favor..detente? cosquillas ahí no!! Estoy cansada jejejejjee
-Me estas haciendo reir, lo vez? Y yo te hago reir.
-Leo no entiendo jejeje jajajaja no lo hagas?hare cualquier cosa pero no cosquillas en los pies.
-Incluso decirme que me amas?
-Te amo- Dijo Alejandra, un poco en serio y un poco deseosa de quedar libre. Aunque tenia una ardiente curiosidad de saber como seria sentirse tan sumisa ante su tan querido Leo.

Leo no contesto, dio una suave caricia en la planta del pie de su cautiva. Esto la hizo dar un gritecito y una sacudida. Esta reaccion agrado a su atormentador, asi que lo hizo de nuevo y otra vez y nuevamente. El amaba verla reaccionar asi, era tan cosquilluda.
Alejandra arrugo sus plantas pensando que asi se sentiria menos. Falso. Cuando el comenzo la tortura se sintio igualmente sumisa y desesperada. Dando gritos, regalando risas descontroladas, suplicando, implorando y viendose tan sensual al hacerlo.

Arqueo toda su espalda y las gotitas de sudor en su cuerpo se deslizaron sobre su piel haciendole pequeñas cosquillitas que se adicionaban a las que sentia en sus pies. Eran unos pies perfectos, sus largos dedos, sin serlo demasiado tenian las uñas pintadas de rosa.

A estas alturas ambos reian a carcajadas. El porque se divertia con malicia y ella por las cosquillas. Leo sabia hacer cosquillas pero era malo haciendo ataduras. Pues de tanta angustia y desesperación Alejandra consiguió zafar una de sus muñecas. Leo estaba tan concentrado torturando sus pies que no alcanzo a ver como su prisionera se libero la otra mano ni mucho menos cuando le lanzo el portavelas en la cabeza.

Leo cayo al piso medio tonto, mientras Alejandra se desataba los pies. Luego se levanto de la cama mirandolo como si disparara rayos con los ojos. Estaban ambos solos, a la luz de las velas. Ligeros de ropa y en una situación tan tensa que Leo solo empezo a reir. Ella al verlo con el golpe en la frente solto unas risas tambien.

-Asi que si rio? tu tambien ries?-

-Si, si te hago cosquillas y te veo reir, entonces yo tambien sonrio.-

-Entonces? Lo que me quieres decir es que para hacer reir a los otros. Debo reir yo primero?-

-Asi es, nadie puede hacer feliz a alguien mas si no es feliz primero, comprendes Alejandra?-

-Si, comprendo y sabes? Soy feliz contigo.

-Y yo contigo.

Ella lo ayudo a levantarse del piso. Se abrazaron, se besaron, se acariciaron y asi continuaron hasta amarse totalmente. Después de lo cual continuaron otras sesiones de cosquillas realmente eroticas.

EPILOGO

Ahí estaba ella al final de su espectáculo. En el escenario, frente a un publico formado por miles de almas. La ovacionaban todos de pie. Todos con sonrisas en sus bocas mostrando su admiración.

Y ahí en la primera fila, su amado Leo aplaudiendo mas que ningún otro. Observándola con ojos de amor. A ella, su amada Alejandra, que con una profunda reverencia agradecía al publico, pero especialmente a el. Llovían Rosas y aplausos.

Ella estaba sonriente y su publico, como un espejo, reflejaba su felicidad.

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