abril 18, 2024

Tickling Stories

Historias de Cosquillas, basadas en hechos reales.

Serie con vecinas (parte 3)

Tiempo de lectura aprox: 2 minutos, 2 segundos

Esta sesión me sucedió unas dos semanas antes de la sesión con toya en el edificio en el que vivo con una vecina que vive 5 pisos mas arriba de donde yo vivo. Estoy ubicado en un piso 10 y mi vecina vive en el piso 15, pero resulta que en frente de mi apartamento vive una hermana de ella con el esposo.

La anécdota empieza de la siguiente manera, mi vecina se llama Laura y tiene 28 años, es abogada, y el día en que pasó la anécdota sucedió lo siguiente: yo iba llegando en ese momento a mi apartamento y cuando entre al corredor que me lleva a mi puerta de entrada noté al fondo de éste (el corredor) la silueta de una mujer rubia que doblaba al fondo a la derecha justo hacia el apartamento de la hermana de mi vecina, yo me adelanté un poco para ver de quien se trataba y ¡oh sorpresa! era mi vecina y quien además estaba descalza y con sus zapatos en la mano, nos saludamos como de costumbre y noté que tocaba insistentemente la puerta y el timbre pero no le abrían la puerta, yo entré a mi apartamento cuando a eso de 5 minutos tocaron el timbre, y al abrir noté que era Laura y me preguntó si podía entrar, le dije que si, que entrara que no había ningun problema.

Al entrar al apartamento, me pidió prestado el teléfono para comunicarse con la portería del edificio y preguntar por la hermana, pero en portería le dijeron que habían salido, después de colgar el teléfono la noté como estresada y le pregunté que le pasaba y me dijo, lo que pasa es que la llave de mi apartamento las tiene mi hermana porque ella quedo en la mañana alla arriba y necesitaba entrar a hacer unas cosas de la oficina…yo de buen vecino le dije que no se estresara que eso era malo para la salud y que si quería le podía hacer un masaje, a lo que ella me miró como preguntandose «Y éste de cuando acá sabe hacer masajes?», y pensé que me iba a dar una respuesta negativa y para suerte mía me dijo «Listo me dejo hacer el masaje pero en los pies que son los que tengo cansados»…jamás de los jamases me imaginé que me fuera a decir que se lo hiciera en los pies, pensé que me iba a decir hazme el masaje en la espalda, los brazos o las piernas…asi que dicho eso, le dije que se pusiera cómoda en un sofá en la sala y yo me senté al otro extremo…le tomé los pies y procedí a hacerle el masaje mientras hablabamos y la distraía para que liberara el estres, al cabo de unos 10 minutos de masaje, comencé a pasarle los nudillos de los dedos de mis manos sobre las plantas de sus pies, la reacción no se hizo esperar, sin retirar los pies se echó a reír y me confesó que era muy cosquillosa en la planta de los pies, pero que además le gustaba que le hicieran cosquillas porque eso la desetresaba, esa respuesta hizo que me animará a hacerle más cosquillas, ella solo reía, lo disfrutaba y no retiró por un instante los pies, solo se terminó la sesión cuando le timbró su teléfono celular y contestó…era la hermana quien le informaba que acaba de llegar al edificio y que estaba en el parqueadero acomodando el carro, y que en 5 minutos subía…ella le dijo que estaba en mi apartamento esperando a que llegara…jamás le dijo lo de las cosquillas…
 
La sesión duró aproximadamente unos 10 minutos y fue muy divertida, tanto para ella como para mí.

Firmado: CQ

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