Tiempo de lectura aprox: 1 minutos, 50 segundos
Continuando con la serie con vecinas, esta anécdota me pasó unos 3 años después de la anécdota anterior, y fue con la mamá de un amigo. Ella se llama Silvia. Resulta que mi amigo tenía la consola de video-juegos «Nintendo Family», y mi distracción era ir a jugar a su casa juegos como Mario Bross.
La anéctoda que les voy a compartir sucedió un día sábado en la tarde, el único televisor estaba en la alcoba de la mamá y el nintendo estaba conectado en ese televisor….bueno para no alargar más el cuento, esto fue lo que pasó, mi amigo se aburrio de jugar nintendo y se fue a la calle a jugar en el parque, mientras yo me quede jugando nintendo, la mamá de mi amigo estaba acostada en su cama, mientras yo jugaba nintendo sentado en el suelo en la parte inferior de la cama, es decir hacia donde estaban los pies de la mama de mi amigo.
Yo jugaba tranquilamente, cuando de repente, volvió a picarme la curiosidad, que me había picado años atras cuando le hice cosquillas por primera vez a una mujer, al ver los pies de la mama de mi amigo….esta vez era mas grande y tenia 11 años.
Al ver los pies de la mama de mi amigo, me animé sin pensarlo a pasarle mis dedos por la planta de los pies y ver que reacción tendría, y mi sorpresa fue que movió sus pies y arrugo las plantas, pero no los retiró, ella estaba medio dormida, pero asumo que con el cosquilleo, se despertó pero no dijo nada.
En vista que la mamá de mi amigo no dijo nada por el cosquilleo, decidí lanzarme encima de los pies de ella y comencé a hacerle cosquillas en los pies, obviamente la respuesta de ella no se hizo esperar, su reacción fue reírse a carcajadas y a tratar de quitarme de encima de sus pies, haciéndome cosquillas, pero soy de esas personas que nunca ha tenido cosquillas en ninguna parte del cuerpo, y por más que ella intentara quitarme yo seguía haciéndole cosquillas en los pies mientras ella reía a carcajadas y digamos que me suplicaba que parara y que me daba lo que le pidiera pero que me detuviera que no aguantaba más…yo la verdad hice caso omiso…solo me detuve cuando empezó a decir me orino, por favor no mas, me orino…y pues al comienzo pensé que era mentiras, pero cuando dijo me oriné, ahí si me detuve, fue entonces cuando se levanto y fue al baño, al salir, pensé que me iba a regañar y al contrario de eso me dijo «eres muy travieso, nunca antes nadie me había hecho cosquillas así» y como yo estaba sentado en el suelo y ella estaba descalza y de pie frente a mi, sin pensarlo dos veces nuevamente me lancé sobre sus pies y continué a hacerle cosquillas, mientras ella se agachaba a retirarme de sus pies riendo a carcajadas, así continué hasta que yo mismo me solté y le dije que ya me iba, y ella me dijo «me hiciste reír mucho, sabes? soy demasiado cosquillosa en los pies»…yo me despedí y me fue a mi casa. Ella nunca le contó a mis padres sobre esa situación, supongo que sería por pena o que se yo.
Firmado: CQ
Firmado: CQ
Más historias
Cosquillas en la cuarentena del covid – Parte 2
Cosquillas en la cuarentena del covid – Parte 1
Mamás cosquillosas – Parte 2