abril 25, 2024

Tickling Stories

Historias de Cosquillas. Somos parte de la comunidad en español en Telegram – LTC.

Diario de un instalador de cámaras de seguridad (parte 1)

Tiempo de lectura aprox: 6 minutos, 8 segundos

La siguiente serie es basada en hechos reales y es producto de experiencias recopiladas por parte de una persona cercana a nuestro circulo social.

El personaje de nuestra historia al que llamaremos JM*, es una persona con amplios conocimientos en la instalación de cámaras de seguridad, alarmas, sensores de movimiento y redes de datos.

La primera parte de esta serie, al igual que las siguientes partes fueron adaptadas para ser publicadas en nuestro blog. Espero que las disfruten tanto como nosotros.

Lunes 2 de enero

JM había publicado anuncios en redes sociales, en portales web dedicados a publicar clasificados, en google, en linkedin, ofreciendo servicios relacionados con la instalación de cámaras de seguridad. Ese lunes 2 de enero, recibió una llamada de un posible cliente solicitando la instalación de varias cámaras de seguridad. JM como de costumbre, le solicitó los datos de contacto a la persona que lo llamaba y le comentó que podría pasar una hora después por la dirección mencionada.

JM llegó muy puntual a la dirección indicada, de acuerdo a los datos suministrados, era un viejo edificio de 4 pisos, el cual contenía algunas oficinas, pertenecientes a la misma empresa. La persona que lo recibió se identificó como la gerente de la empresa. Era una señora de unos 48 años de edad, muy bien conservada y atractiva. JM la saludó y le preguntó por dónde podían empezar el recorrido para colocar las cámaras.

La gerente le indicó varios puntos en la empresa, dónde le interesaría colocar cada una de las cámaras de seguridad, mientras que JM iba realizando un mapa detallado de toda la empresa.

Terminaron de hacer el recorrido, ya con el mapa en la mano y con la ubicación exacta, solamente era volver a hacer la instalación de los equipos.

Martes 3 de enero

Al día siguiente, tal y como había acordado con la gerente, se encontraron en el mismo sitio para hacer la instalación de los equipos. La gerente le preguntó si no trabajaba con más personas, a lo que JM le respondió que el era muy responsable por su trabajo y podía dar fe que lo que hiciera quedaría bien instalado y configurado.

JM terminó de instalar las cámaras y mientras configuraba los equipos, decidió hacer algo que no había hecho antes, instalar el cliente de reproducción de las cámaras en su teléfono móvil. Lo hizo como medida preventiva para poder verificar el estado de las cámaras en caso que la clienta lo llamara par un servicio de soporte.

Miércoles 4 de enero

JM se encontraba monitoreando las cámaras en su apartamento, cuando recibió una llamada de la clienta informándole que había un par de cámaras que no estaban transmitiendo video. JM verificó en su aplicación y pudo darse cuenta que efectivamente las cámaras 3 y 7 no transmitían. Mientras verificaba, pudo darse cuenta que la gerente estaba descalza y caminando por cada una de las oficinas de la empresa. JM es un fetichista de pies y de cosquillas, ver a la gerente descalza en las cámaras lo llenó de excitación y pensó que quizás sería un buen momento de verificar si la gerente era cosquillosa o no.

Se dirigió donde su clienta con el fin de poder solucionar el inconveniente con las cámaras. Al llegar al sitio pudo ver que la gerente cuando le abrió la puerta para entrar, aún se encontraba descalza. JM entró y caminó detrás de ella, escuchando detalladamente todo lo que le estaba comentando y también viendo los pies de la mujer.

Llegaron al primero punto a revisar, la cámara 3. Esta cámara se encontraba desconectada físicamente y al parecer habían unos cables asomados. JM le preguntó a la gerente si alguien había manipulado la instalación y la gerente fue muy enfática en decirle que nadie más había entrado a la empresa, porque aún no habían terminado de trasladar los equipos desde la sede antigua, hasta esa nueva sede.

JM analizó muy bien el trabajo y se dio cuenta que necesitaría una ayuda extra para poder solucionar el inconveniente. La gerente amablemente le ofreció su apoyo y le preguntó como podía ayudarlo. JM le dijo que necesitaba que ella sostuviera los soportes y algunos ductos, mientras él incrustaba bien los cables, de tal manera que no volvieran a salirse nuevamente.

La gerente se subió a una mesa para poder casi que empinada y con los brazos estirados sostener los ductos y los soportes por donde pasaban algunos cables. La gerente aún continuaba descalza, por lo que JM decidió suspender el paso de energía en esa área de la empresa.

Mientras la gerente sostenía los ductos mirando hacia la pared, JM buscaba en su morral diferentes herramientas y apenas volteó pudo ver a la gerente de una manera diferente a como la había visto la primera vez, además que podía ver más de cerca sus pies, los dedos, los talones y las plantas.

Para no despertar sospechas de sus intenciones oscuras, decidió inicialmente revisar unos puntos en un extremo de los ductos que sostenía la gerente. Ésta le preguntó si todo iba bien y JM le respondió que si.

JM se bajó de la mesa y pasó por detrás de la gerente, no sin antes hacer un movimiento falso, haciéndole creer a la gerente que buscaría otra herramienta en su maleta. Al girar nuevamente decidió atreverse y se fue por detrás de la gerente, sin que ella se diera cuenta. Acomodó sus manos de tal manera que con un breve movimiento le picó la cintura en cada uno de los lados. La gerente dio un salto y soltó una pequeña carcajada.

JM había cumplido su primer objetivo, verificar si la gerente era cosquillosa. «Perdón. No creí que tuviera cosquillas».

«Soy terriblemente cosquillosa». Dijo la gerente.

JM continuo su labor, de seguir arreglando la instalación de la cámara mientras conversaba con la gerente sobre diferentes temas; sin embargo, algo dentro de él le decía que debía «probar» las axilas, costillas y porque no los pies de la gerente, para ver si también era igual de cosquillosa a como lo era en la cintura. Mientras pasó nuevamente por el lado de la gerente, decidió aventurarse y esta vez acomodó sus manos e hizo un movimiento sobre las axilas descubiertas de la gerente, que de forma amable le ayudaba a sostener el ducto.

«Y aquí también tiene cosquillas». Dijo JM mientras movía los dedos sobre las axilas de la gerente.

Ésta únicamente pudo soltar una carcajada y decir si en medio de la risa. «Jajajajaja siiii jajajajaja». La gerente en ese momento bajó los brazos y en tono jocoso le dijo si iba a hacerle cosquillas o a terminar de colocar la cámara.

JM apenado solo pudo pedirle disculpas y continuar su trabajo. Terminó de colocar la cámara número 3, hizo pruebas y todo volvió a funcionar correctamente. La actividad le había tomado casi que todo el día, por lo que acordó con la gerente continuar al día siguiente.

Jueves 5 de enero

JM llegó nuevamente al sitio a la hora acordada con la gerente. Tocó el timbre varias veces y nadie abría, por lo que decidió llamar al celular a la gerente. Ella le indicó que llegaría en unos 10 minutos, porque estaba recogiendo a su pedicura personal para llevarla a la empresa y le arreglara las uñas de las manos y pies, mientras él terminaba de ajustar las cámaras de seguridad.

JM se sintió algo frustrado, porque ya podría estar a solas con la gerente y cumplir con su objetivo final, de poder verificar si la gerente era o no cosquillosa en los pies. La jornada de trabajo transcurría normalmente, JM trabajaba en la corrección de la falla en la cámara 7, mientras verificaba el estado de las demás cámaras en su teléfono celular.

Mientras recorría las pantallas de cada una de las cámaras, pudo darse cuenta que en una de las «habitaciones» de la empresa, estaba sentada en una silla la gerente con sus pies sumergidos en agua, mientras la manicurista se encargaba de arreglarle las uñas de las manos.

El corazón de JM comenzó a latir aceleradamente cuando vio por la cámara que la manicurista levantaba el pie izquierdo de la gerente y procedía a pasar un elemento lleno de jabón por la planta del pie de ésta. Lo siguiente que escuchó JM en toda la empresa, fueron risas a carcajadas. Era una sensación extraña, dice JM, debido a que veía en la aplicación de las cámaras en su celular el instante en que la gerente estaba siendo cosquilleada en su pie izquierdo, pero además podía escuchar las risas en toda la empresa.

En esas estuvo, viendo por la pantalla de su celular la imagen de la cámara ubicada en la habitación donde se encontraba la gerente recibiendo su buena «dosis» de cosquillas en los pies por su manicurista de confianza. Después de ver la sesión de cosquillas gratuita a la que fue sometida la gerente, JM continuó con sus actividades.

De vez en cuando veía de reojo en la pantalla de su celular la cámara del sitio en el que se encontraban la gerente y su manicurista. Fue entonces cuando pudo darse cuenta que la manicurista estaba recogiendo sus cosas para retirarse del sitio, porque ya había terminado su labor.

JM muy paciente, esperó unos 20 minutos después que se había marchado la manicurista para informarle a la gerente que prácticamente había terminado su labor. La llamó por su nombre y ésta (la gerente) le respondió indicándole el sitio donde se encontraba.

Al llegar a la habitación, JM pudo ver a la gerente con los pies levantados sobre su escritorio; estaba descalza, con las uñas de los pies recién pintadas y esperando que se le secaran. JM se sentó justo en la silla de enfrente, mientras le explicaba a la gerente los arreglos que había llevado a cabo en las cámaras. La gerente revisaba la aplicación en su teléfono móvil, mientras que JM además de hablar, veía de reojo sus pies e imaginando la mejor estrategia para tratar de cosquillearlos antes de ir.

Fue así, como de un momento a otro se animó. Mientras le explicaba a la gerente las actividades y las nuevas configuraciones realizadas en el DVR, decidió pasarle un dedo por la planta del pie derecho, esto hizo que la gerente moviera el pie y soltara una breve carcajada.

«Es cosquillosa Dra?». Fue lo que se le ocurrió decir a JM.

Mientras que la gerente, en medio de la risa respondió de manera afirmativa a su pregunta. «Tengo muchas cosquillas en los pies, de hecho ya pudiste darte cuenta que soy cosquillosa en todo lado, pero en mis pies tengo muchas».

Esa respuesta fue música para los oídos de JM, quien de manera decidida, agarró rápidamente ambos pies de la gerente y procedió a hacerle cosquillas sin piedad alguna.

La gerente intentó retirar los pies, pero JM fue mucho más rápido y lo único que pudo hacer fue reír a carcajadas, mientras JM la torturaba con cosquillas.

Continuará…

 

 

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