mayo 5, 2024

Tickling Stories

Historias de Cosquillas. Somos parte de la comunidad en español en Telegram – LTC.

El cosquilleador en serie (parte 1) – Fanfiction

Tiempo de lectura aprox: 7 minutos, 34 segundos

La siguiente historia es producto de la imaginación de nuestros lectores, quienes amablemente nos pidieron crear una serie ambientada en la ciudad de Bogotá DC (Colombia).

Corría el año 2016 en la ciudad de Bogotá y todo transcurría normalmente, hasta que sonó el teléfono en el comando de la Policía Nacional. Al otro lado de la línea se escuchaba una mujer desesperada y pidiendo ayuda por su vida.

Mujer Desesperada: aló policía? Por favor pueden venir a mi casa, hay alguien aquí dentro y quiere hacerme daño, estoy escondida en un armario en una de las habitaciones la dirección es … noooooo… ayudaaaaa…

Lo último que alcanzó a escuchar la teniente Martínez fue una voz masculina que decía: «Ahora sí vas a pagar por haberte escondido, vas a reír a carcajadas como nunca!!!».

La teniente Martínez era una mujer muy simpática, una trigueña de ojos miel, llevaba 11 años en la institución y se encontraba haciendo curso para ser capitán de la policía. Tenía una hoja de vida intachable y llena de condecoraciones. Había llegado a la policía a hacer el curso de cadete a la edad de 18 años. La teniente Martínez de nombre Paola, había nacido en la ciudad de Medellín, sin embargo, había llegado a la ciudad de Bogotá a la edad de 13 años, donde terminó su bachillerato y apenas lo hizo, entró a hacer la carrera militar en la Policía Nacional Colombiana.

Desde que empezaron a recibir llamadas de mujeres desesperadas, pidiendo ayuda, la teniente Martínez se empeñó en realizar una investigación a fondo, con el fin de encontrar al culpable y ponerle fin a todo ese tema. Convencida de lograr su objetivo, le pidió a sus superiores que la dejaran apersonarse del caso y así lo hicieron sus jefes.

A mediados del 2016, la teniente Martínez recibió en su escritorio un sobre con un mensaje en el respaldo: «Urgente, entregar a la teniente Paola Martínez». Ella antes de abrir el sobre lo sometió a varias pruebas, con el fin de buscar explosivos y otros químicos; afortunadamente el sobre estaba limpio. Paola abrió el sobre y leyó un papel que estaba dentro de éste con una breve nota que decía lo siguiente:

«Conteste su teléfono celular en 5… 4… 3… 2… 1…»

Paola se quedó extrañada pensando en el mensaje recibido en el sobre, además nadie tenía acceso a su número de celular, sin embargo, unos 10 minutos después recibió una llamada en su teléfono móvil. El número decía «Número Privado».

Paola: buen día, habla la teniente Martínez, en qué le puedo ayudar?

Hombre Sospechoso: por fin te escucho Paola, había querido escuchar tu voz desde hace rato.

P: quién habla?

HS: soy aquel que estás buscando.

Paola recorrió rápidamente toda su investigación, la cual almacenaba en su cerebro, todos los testimonios de esas mujeres a las que había entrevistado y decidió confrontar al sospechoso.

P: si sabes que te voy a atrapar, verdad?

HS: no si antes te atrapo yo a ti.

P: me está amenazando?

HS: no, simplemente te estoy informando, que tarde o temprano tu también vas a ser sometida… jajaja.

P: no eres más que un pervertido, un depravado y un enfermo fetichista.

HS: jajaja… así me dicen mis víctimas, es más para que veas como soy contigo, mi próxima víctima está ubicada en una casa campestre en la vía a la Calera. La casa es color azul celeste con un jardín de rosas rojas y blancas. Si logras llegar antes, podrás salvarla, de lo contrario encontrarás un breve nota de mi próxima víctima.

Paola anotó las coordenadas que le dio por teléfono el sospechoso, colgó el teléfono y se dirigió al parqueadero a buscar su moto para emprender el rumbo a la Calera. Después de casi 1 hora de conducir, pudo encontrar la casa de la que sería la próxima víctima del «Cosquilleador en serie». La casa estaba ubicada a unos 500 metros de la carretera y el camino era un poco destapado, Paola se dirigió en su moto hacia la puerta de la casa, al llegar allí estacionó su moto, desenfundó su arma y se aprestó a entrar a la casa.

Paola: hola? hay alguien aquí?

Al terminar su pregunta, escuchó un murmullo como de alguien que tiene una mordaza en la boca. Comenzó a buscar el murmullo y encontró a una mujer de unos 46 años de edad, amordazada y con las manos y pies atadados. Rápidamente se acercó le quitó la mordaza de la boca y esta le dijo que huyera, porque «él» estaba cerca.

P: quién es él?

Víctima: él dijo que esto sería una trampa y que si tu eres la teniente Martínez, también vas a recibir la misma tortura que yo.

P: quién dice eso?

V: él dijo que te haría muchas cosquillas. Sálvate mientras puedas.

En ese momento, «ÉL» le dio un golpe por detrás a la teniente Martínez y la dejó inconsciente en el suelo. Unos 20 minutos después Paola Marttínez despertó atada de pies y manos sobre una mesa de madera, por más que intentó desatarse no pudo. Además, en uno de los movimientos de cabeza, pudo ver en otra mesa su arma, su radio y su teléfono celular. En eso entró a la habitación un hombre con una capucha negra y unos lentes oscuros.

EL: hola Paola, veo que ya despertaste.

P: quién eres?

EL: soy aquel que tanto has buscado y tal como te dije hace unas 2 horas por teléfono, te iba a atrapar antes a ti.

P: suéltame enfermo fetichista.

EL: claro que voy a soltarte, pero primero voy a darte una muestra de lo que hago.

P: ya verás, pagarás por todo lo que has hecho. Por cierto que hiciste con la mujer que encontré. La mataste?

EL: cuál mujer? ah… la mujer que estaba «amordazada y atada de pies y manos»?

P: si, esa.

EL: ésta mujer?

En ese momento entró a la habitación la mujer que Paola había encontrado atada.

V: te dije que te «salvaras» y no escuchaste. Te dije que te fueras porque él te haría muchas cosquillas y tampoco quisiste escuchar.

P: qué? están juntos?

EL: siempre hemos estado juntos desde el comienzo de todo ésto. Por eso es que esta vez serás tu mi siguiente «víctima» y te voy a hacer cosquillas como nunca antes nadie te haya hecho cosquillas.

Paola volvió al pasado en su vida y comenzó a recorrer cada uno de esos momentos en los que fue cosquilleada sin piedad por sus amigas, amigos, compañeras de clase, exnovios, primos, primas y hermanas. Era una mujer extremadamente cosquillosa y por ende tenía también muchos puntos de su cuerpo hipersensibles a las cosquillas, entre los que sobresalían las plantas de sus pies y las axilas.

P: pues si lo que quieres es hacerme cosquillas, pierdes tu tiempo, porque soy 0 cosquillosa.

Paola quería hacerse la valiente, pero sabía que no podía resistir mucho tiempo a una sesión de cosquillas y menos atada de pies y manos.

EL: con qué 0 cosquillosa eh? Pues eso no es lo que dice tu historial de cosquillas. Veamos que dice su historial.

V: Paola, edad 29 años. Teniente de la Policía Nacional de Colombia. Cosquillosa: si. Partes con cosquillas: todo su cuerpo, es extremadamente cosquillosa en todas partes de su cuerpo. Parte o partes más cosquillosas: las plantas de los pies y las axilas. Parte más sensible a las cosquillas de 1 a 10: las plantas de los pies, calificación 11 o más. Dicho por ella misma: «Soy hipercosquillosa en las plantas de los pies».

Paola escuchó una grabación de lo que ella recuerda fue en un spa de manos y pies. «Por favor no me pases la lima por la planta de los pies. Por qué?. jajajajajaja… Soy demasiado cosquillosa en las plantas de los pies… jajajajaja… noooo… jajajajaja…»

P: de dónde obtuvieron eso?

EL: te hemos hecho inteligencia por mucho tiempo, conocemos tus puntos débiles y conocemos a fondo tus vulnerabilidades. Además desde que empecé con esto, te convertiste en uno de nuestros trofeos y nos propusimos a que tarde o temprano serías cosquilleada sin piedad por nosotros. Así que no siendo más mi estimada Paola, vamos a empezar a hacerte cosquillas. Unas palabras antes de empezar la sesión?

P: si sabes que pagarás por esto, verdad?

EL: adelante quítale las botas y las medias, no perdamos más tiempo y empecemos.

V: listo, quitemos las botas y las medias. Oye tienes bonitos pies, me gustan cuando vienen pintadas las uñas con esmalte rosa. Qué tan cosquillosos son? Vamos a ver que pasa si pasamos mis uñas por estas plantitas que se ven algo tristes.

En ese momento la «Supuesta Víctima», deslizó rápidamente las uñas de sus manos por las plantas de los pies de Paola, la reacción de Paola fue inmediata y estalló en risas a carcajadas.

P: nooooo… hahahahaha… jajajajaja… hahahaha… jajajajaja… nooooo… hahahahaha… jajajajaja… hahahaha… jajajajaja… nooooo… hahahahaha… jajajajaja… hahahaha… jajajajaja… nooooo… hahahahaha… jajajajaja… hahahaha… jajajajaja… nooooo… hahahahaha… jajajajaja… hahahaha… jajajajaja… hahahahaha… jajajajaja… hahahaha… jajaja…

V: ves, las cosquillas nunca fallan en esa parte del cuerpo.

EL: diviértete con los pies de ella, yo en cambio me voy a divertir con la parte superior de su cuerpo, la cintura, las costillas, su cuello y las axilas.

P: nooooo… hahahahaha… jajajajaja… hahahaha… jajajajaja… nooooo… hahahahaha… jajajajaja… hahahaha… jajajajaja… nooooo… hahahahaha… jajajajaja… hahahaha… jajajajaja… nooooo… hahahahaha… jajajajaja… hahahaha… jajajajaja… nooooo… hahahahaha… jajajajaja… hahahaha… jajajajaja… hahahahaha… jajajajaja… hahahaha… jajaja…

Paola reía como loca, mientras que la «Supuesta Víctima» cosquilleaba sin piedad las plantas de sus pies hipersensibles, EL comenzaba a hacerle cosquillas en la cintura, las costillas y las axilas descubiertas, pues habían desabotonado su camisa de policía y sus axilas habían quedado expuestas.

P: jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja…

EL: eso mi niña, siegue riendo así que nadie te va a escuchar. No hay nadie en un radio de 50 kms a la redonda, solo estamos tu y nosotros, así que lo único que vas a hacer es reír y reír a carcajadas y como loca.

P: jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja…

Paola estaba exhausta de tantas cosquillas que estaba recibiendo, tanto SV como EL, sabían explotar y vulnerar sus partes más cosquillosas.

P: jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja…

Después de casi 3 horas de cosquillas, Paola se desmayó y se tornó un silencio en la habitación. Sus verdugos salieron de la habitación y la dejaron atada en la mesa con la luz apagada. Al cabo de un rato, Paola volvió en sí y comenzó a gritar a pedir auxilio.

P: auxiliooooo… ayudaaaaa…

SV: EL te dijo que no gritaras porque nadie iba a escucharte.

P: ayudaaaaaa… Dónde estás? Porque no puedo verte? Tengo los ojos bendados?

SV: para nada, simplemente estamos en un sótano y todo está a oscuras. Estoy cuidándote porque EL salió y me dejo a cargo, así que voy a seguir haciéndote muchas cosquillas con la luz apagada. Dicen que cuando la víctima no ve dónde le van a hacer cosquillas, su nivel de sensibilidad se incrementa y la sensación es mucho mas desesperante, así que voy a hacer esa prueba contigo.

P: nooooooooo… ayudaaaaaaaaaaaaaaaaa… auxiliooooooooooo… jajajajajaja… jajajajajaja… jajajajajajaja…

SV: vaya que si es cierto.

P: jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja…

SV había comenzado a hacerle cosquillas despiadadamente en todo su cuerpo desde el cuello hasta los pies, sin detenerse. Subía y bajaba por el cuerpo de Paola haciéndole cosquillas con sus dedos y las uñas cuando llegaba a las plantas de los pies.

P: jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja…

SV: vas a pasar mucho tiempo aquí antes que te liberemos, así que empieza a disfrutar de las cosquillas, porque por ahora no te vamos a liberar… jajajaja…

P: a disfrutar? Están locos. Cómo quieres que disfrute de las cosquillaaassss… jajajajaja… jajajajajaja…

SV: sin groserías porque lo único que logras con eso es que te siga haciendo más cosquillas en tus plantitas cosquillosas.

P: por favoooorrr… jajajaja… noooo… jajajajaja… maaaassss… jajajajajajaja

EL: veo que te estas divirtiendo con Paola. Ya le dijiste que va a quedarse mucho tiempo aquí.

SV: si y creo que ya sabe que deberá aprender a disfrutar de las cosquillas.

P: jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja…

Dos días después salió en las noticias la desaparición de la teniente Martínez y los medios colocaban como principal sospechoso a «EL», el cosquilleador en serie.

Continuará…

About Author

Te pueden interesar