mayo 5, 2024

Tickling Stories

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El interrogatorio de Amanda

Tiempo de lectura aprox: 3 minutos, 56 segundos

Amanda era una exuberante belleza pelirroja de piel blanca como la leche y meticuloso cuidado personal que incluía pedicuras semanales. Como jefa de seguridad informática de uno de los mayores bancos del país, a menudo era su trabajo el que disuadía a una sola persona de cometer un robo millonario. Hoy, eso cambiaría y aprendería que todo el mundo tiene un punto de ruptura.

Mmmmmmmm despierta querida, es hora de que me des la información que necesito. – Dijo su captor.

Amanda abrió los ojos pero no podía mover nada. Hizo una evaluación y sintió que los dedos de sus pies no se podían mover y estaban atados. Tenía los pies en el cepo, las piernas abiertas y atadas por los muslos, algo introducido en su nuca y atado por las costillas, los bíceps, las muñecas y la frente. Cuando levantó la vista, se dio cuenta de que había un gran televisor con un par de pies atados a ellos: eran sus pies.

Te vas a meter en un buen lío. Déjame salir de esto. – Exigió Amanda.

Tranquila mi querida, siendo grosera note ayudará en nada. Dime la contraseña para el sistema de seguridad del banco y con gusto te dejaré libre. – Dijo su captor.

No diré nada. – Respondió Amanda.

Ok querida, como quieras. En mis empresas criminales he descubierto que el placer y las cosquillas obtienen resultados el 100% de las veces en comparación con el dolor.  Voy a usar un rodillo especial para hacer fluir la sangre a tus pies, luego pondre un poco del aceite corporal mas raro del mundo, hace la piel ultra suave y sensible, el colocare calentadores en cada planta por 5 minutos hasta que el brillo perfecto este presente. Luego, voy a empezar a encontrar meticulosamente en cada punto de tus pies y tu cuerpo, para explotarlo con herramientas y técnicas que he utilizado y practicado. Así que solo me queda preguntar algo: ¿Cuál es la clave maestra del sistema de seguridad del banco? – Dijo el verdugo.

Amanda realmente no sabía lo cosquillosa que era, sin embargo, estaba consiente que si filtraba esa información podría ir presa y además se quedaría sin empleo y nadie más en el país la contrataría.

En un intento por hacerse la «dura», Amanda se mostró fuerte ante su captor.

Ni siquiera tengo cosquillas ímbecil. – Dijo con rudeza Amanda.

Como quieras. – Exclamó su captor.

El captor agarró el rodillo especial y sus espinas le hicieron intentar apretar los dedos de los pies, pero ella contuvo una carcajada con el máximo esfuerzo al enterarse de que, efectivamente, tenía demasiadas cosquillas en los pies.

A continuación, el captor le aceitó las plantas de los pies y consiguió arrancarle un «jajaja oh dios» cuando le aceitó entre los dedos y el arco medio.

Amanda, vio cómo su captor enrollaba dos calentadores para hornear su siempre suave y sensible pie. Podía sentir el cosquilleo y mientras lo veía en la televisión realmente los hacía brillar.

Vio cómo su captor retiraba los calentadores y acercaba un taburete y una mesa llena de objetos comunes.

Amanda empezó a sentir verdadero terror por primera vez.

Ahora empieza la diversión. – Dijo el captor.

Empezó a garabatear sus uñas en ambos pies mientras Amanda hacía todo lo posible por evitar retorcerse.

Oh bien oh no.. NO NO NO NO!!! Para para ahaahahaha. – Comenzó a reír y a suplicar la pobre Amanda.

Amanda descubrió que sus pies no solo le hacían cosquillas, sino unas cosquillas locas y que no podía moverlos en absoluto. Todo lo que podia hacer era mirar como sucedia esta cosa horrible mientras ella tenia un asiento en primera fila a la muerte de sus pies. La exploración continuó. Descubrió puntos que la hicieron estallar en carcajadas descontroladas.

El cosquilleo rompió su determinación y sólo quería que se detuviera lo más pronto posible. Pero no podía. Esto es horrible, pensó.

Justo cuando creía que todo iba a detenerse, Amanda vio la cosa más extraña, el captor estaba poniendo en guantes de aseo para un perro en cada mano.

Quieres decirme ya la contraseña? – Volvió a pregunta el captor.

Por favor deténgase – Respondió la pobre Amanda.

Respuesta incorrecta. – Dijo el captor.

El captor subió a la parte superior del cuerpo de Amanda y comenzó a hacerle cosquillas en las axilas, las caderas y los costados. Mientras se encontraba en eso, de la nada apareció una rubia de ojos azules y uñas largas. Se puso a un lado y, sin previo aviso, empezó a hacerle cosquillas a Amanda en las axilas y a apretarle las costillas.

La pobre amanda estaba sumida en un caos cosquilloso.

AHAHAHAHHAHA HAHAHHAHA NO NO NO DIOS NO POR FAVOR PARA AHAHAHAHHAAHAHHAHA I CA AHAHAHAHHA NO PUEDOOOOO AHAHAHAHAHAHAHAHAHAHA JAJAJAJAJAJAJAJA AHAHAHAHAHAHAHAHAHA POR FAVOOOOOOORRRRRRR DIOSSSSSSS – Reía y suplicaba Amanda.

Aparentemente la parte superior del cuerpo de Amanda era muy cosquilloso. Lo que iba a ocurrir a continuación la destrozaría por completo.

Cuando Amanda vio la televisión no comprendió lo que estaba a punto de suceder. Las dos manos que llevaban los guantes de peluquería canina empezaron a deslizarse por sus plantas y dedos de los pies en lo que fue la mejor y peor sensación posible. Al mismo tiempo, la rubia pasó de las axilas y las costillas trabajadas a clavarse en las caderas de Amanda.

Amanda abrió los ojos de golpe y gritó y suplicó. Era demasiado. Las caderas, las costillas, las axilas, los pies, todo era demasiado para ella.

JAJAJAJAJAJA JAJAJAJAJAJA HAHAHAHHAHA AHAHAHAHHA AHAHHAAHAHAHAHAHHA HABLAREEEEEEEE HAHAHHAA POR FAVOOOOOOOOORRRRR AHAHAHAHHA MMMMMMMMHMMMMM DIOOOOOOSSSSS JAJAJAJAJAJAJA HAHAHAHAH HABLAREEEEEEEE JAJAJAJAJAJAJA AAHAAHHAHHAHA PAREEEEEEEENNNNN JAJAJAJAJAJAJA AHAHAHAHAHAHAHAHAH – Reía y suplicaba Amanda.

Las cosquillas cesaron.

Cuál es el código? – Preguntó el Captor.

757gh8754yhtr7112g –  Respondió Amanda, tratando de tomar aire.

Buena chica. Por favor verifiquen. – Pidió el captor a sus cómplices.

Cuando despertó, la policía la estaba buscando tras una denuncia anónima. Oyó vagamente a los policías hablar de un robo millonario en un banco antes de volver a desmayarse.

Cuando llegó a casa desde el hospital, después de estar en observación, tenía una tarjeta esperándola en el mostrador. Cuando abrió el sobre, cayó una memoria USB. La tarjeta era lisa excepto por una pequeña inscripción.

Amanda, recupérate pronto. Di algo y el segundo asalto será mucho peor, además de que esto afectará a todos los correos electrónicos de tu banco.

Invadida por la curiosidad, endenció su laptop e introdujo la memoria USB; al ver el contenido de ésta, dio un grito de horror. Eran tres tomas simultáneas de su interrogatorio, una constante de su cara, otra de la televisión de sus pies y una larga de su cuerpo desde los pies hacia la cabeza. Se sonrojó por la vergüenza, pero también por el deseo de volver a verlo.

Tal vez debería presentar un informe después de todo…

Continuará?

Traducido y adaptado para Tickling Stories

Original: https://www.ticklingforum.com/showthread.php?354806-M-F-Amanda%92s-Interrogation-Explicit-everywhere

La versión original no incluye una segunda parte. En Tickling Stories queremos desarrollar la continuación. Qué opinan estimados lectores?

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