mayo 4, 2024

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El interrogatorio de la directora de banco

Tiempo de lectura aprox: 2 minutos, 52 segundos

Clara es una guapa directora de banco de 35 años. Es alta y delgada, tiene el pelo largo y castaño y los ojos azules. Un día, cuando estaba cerrando el banco, permitió que todas las cajeras se fueran a casa antes. Aunque se suponía que tenían que cerrar el banco de dos en dos, dijo que podía cerrar ella sola porque era Nochebuena. Termina de contar todo el dinero y todas las demás tareas de cierre, y luego cierra la caja fuerte. Cuando sale del edificio y empieza a cerrar las puertas, de repente la agarran por detrás. Dos hombres la sujetaron por los brazos y un tercero le puso un trapo con cloroformo en la cara. Quedó inconsciente y los hombres la llevaron hasta su furgoneta. La condujeron hasta el almacén abandonado y la llevaron dentro.

Cuando Clara despertó, descubrió que la habían desnudado. También la habían atado a una mesa y le habían metido los pies en un cepo. No podía moverse ni un centímetro. Gritó. «Mira, por fin se ha despertado». Dijo una voz de hombre desde la esquina de la habitación. Los tres hombres caminaron hacia ella. «¿Qué coño está pasando?» preguntó Clara. «Queremos información, y nos la vas a dar de una forma u otra» Dijo uno de los hombres. «¡Nunca hablaré!», dijo ella. «Oh, estamos muy seguros de que lo harás», dijo uno de los otros hombres.

Uno de los hombres se coloca a sus pies. «Dime, ¿tienes cosquillas?». Los ojos de Clara se abren de par en par al oír esta pregunta, ya que siempre ha tenido cosquillas en todo el cuerpo. «N-no», balbucea.

«Oh, vale… entonces no te importará si hago ~esto~» Clara se mordió el labio

«Hmm, me parece que tienes cosquillas». *Clara empieza a reírse.

«Mira. Esto no llevará mucho tiempo. Queremos el código de la caja fuerte. ¿Quieres decirnos cuál es?».

«¡NUNCA!» grita Clara.

«Vale, como quieras entonces. Los otros dos hombres se colocan junto a Clara, uno le pone las manos en las axilas y el otro en los muslos y las caderas.

«Por favor, no», suplica ella.

«Bueno, si nos dices el código, no tenemos que hacer esto».

«No puedo.

«Vale entonces, ¿preparados chicos?»

Los 3 hombres empiezan a hacerle cosquillas a Clara, y ella estalla en una risa histérica.

«¡Por favor, stahahahahappp! Esto es demasiado!»

«¿Estás lista para hablar?»

«¡No puedo!»

«Vale, como quieras».

Uno de los hombres trae un gran maletín y lo deja sobre una mesa frente a las existencias. Lo abre y revela una gran colección de herramientas. Coge dos vibradores eléctricos y empieza a hacerle cosquillas en los pies y los dedos de los pies. El hombre que le hace cosquillas en las axilas coge dos pinceles suaves y empieza a pasárselos por los suaves huecos. El hombre de sus muslos y caderas vuelve a apretar esas zonas, así como sus costillas y costados. El hilo dental hace que su risa se intensifique. El hombre deja el hilo dental y coge un frasco de aceite para bebés.

«Esto se va a poner mucho peor si no nos dices lo que queremos saber».

«Nunca lo diré».

El hombre empieza a frotarle aceite de bebé por las plantas de los pies.

«¿Qué es eso?»

«Aceite de bebé.»

«¿Por qué me pones aceite de bebé en los pies?»

«Oh, ya lo verás.»

El hombre coge dos cepillos y se los pasa por los pies.

«¡Habla!»

«¡No!»

Los tres hombres comienzan de nuevo su tortuosa embestida sobre su cuerpo. Cuando los cepillos tocan sus plantas, pierde la cabeza. Gritó y se sacudió salvajemente, suplicando que pararan.

«¿Estás lista para hablar ahora? Esta próxima herramienta te arruinará por completo».

«No puedo», jadea, completamente sin aliento. «Vale, bien». El hombre añade más aceite a sus plantas y luego se pone los guantes de aseo. «Te daré una última oportunidad… ¡habla!».

Los tres hombres empiezan a torturarla de nuevo. Los guantes restregándole los pies fueron la tortura más increíblemente insoportable que había sentido en su vida. Ríe, grita, se agita, se agita y suplica. Las lágrimas le corrían por la cara.

¡¡¡¡»Plehehehehehease stahahahahahapppp!!!! ¡¡¡Por favor!!! ¡¡¡¡I cahahahahan’t tahahahahahake it ahahahahanymore!!!! ¡¡¡¡Plehehehehease stahahahahapppp I’m gonnahahaha peehehehehe!!!! ¡¡¡¡¡Plehehehehehease!!!!! ¡¡¡¡Voy a tahahahahahalk!!!! Voy a tahahahahahalk!!!» Los hombres se detienen y Clara les dice el código como les había prometido. La llevan de vuelta al banco y la obligan a abrirles la puerta. Después forzan la caja fuerte y roban todo el dinero que hay dentro.

Al día siguiente, el director de zona del banco tuvo que acudir al descubrir que les habían robado. Gracias a las imágenes de seguridad, se dio cuenta de que Clara estaba implicada.

«¿Qué pasó?», le preguntó.

«Me han torturado», responde ella.

«¡¿Qué clase de tortura te habrán dado para que entregues una información tan valiosa?!».

«¡Me hicieron cosquillas!», dijo ella.

El director enarcó una ceja. «¿Hacerte cosquillas?… ¡Pues parece que eso es lo que debería hacer para castigarte por dar esta información!».

«Por favor, no», suplicó Clara.

El director, que era mucho más grande y fuerte que ella, la agarró y empezó a arrastrarla hacia la parte trasera del banco…

Traducido y adaptado para Tickling Stories

Original: https://www.ticklingforum.com/showthread.php?355009-The-Bank-Manager-Interrogation

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