abril 29, 2024

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La KGB no perdona (fanfiction)

Tiempo de lectura aprox: 7 minutos, 29 segundos

Moscú, 2 de septiembre de 2000, una mañana fría pero soleada hace que los enormes edificios del terminal aéreo de la gran ciudad parezcan aún más grises y lúgubres. Saliendo del gran aeropuerto se ve a un grupo de turistas sudamericanos con sus maletas a cuestas luego de un interminable trámite para ingresar a este despotenciado país, al que sólo sostiene en pié un aparataje político que profesa aún una ideología ya apagada en el tiempo.-
Una de las pasajeras sudacas, que era como trataban a los turistas de esta región del mundo, era la famosa pero nuevamente camuflada agente argentina de nombre Gaby, la que la fama de ser una inacabable e insaciable buscadora de información clasificada se había extendido a través de casi todos los servicios secretos de seguridad de diferentes estados en donde ella había sido tomada prisionera y torturada, conociendo cada uno de estos estamentos secretos los puntos débiles de esta bellísima mujer para sacarle información bajo tormento. Aún así Gaby continuaba arriesgando su pellejo para buscar información y luego venderla a quien quisiera obtenerla.-
La Kgb, servicio que creyéndose ya extinguido continúa sirviendo al estado ruso y sus vetustos jerarcas para así defender el patrimonio de la decadente nación, ya tenía los antecedentes de esta molesta,para ellos, viajera y tenían ya todo el aparataje necesario para vigilar cada paso que diera Gaby y evitar así que ésta se infiltrara en documentos secretos.-
Ya habiendo reposado en el hotel, el grupo de viajeros se dispone a efectuar la primera visita, la que sería ni más ni menos que a la Plaza Roja y su famoso Kremlin. Abordado el bus de transporte del grupo lo primero que se escucha por los parlantes es: “Una vez ingresado a la Plaza y al Palacio de estado, se prohibe estrictamente separarse del grupo y tomar fotografías”. Bajo esta especie de amenaza la mayoría de los turistas prefiere inmediatamente dejar sus filmadoras y máquinas fotográficas en los canastos especialmente diseñados para eso. Gaby en cambio no se mueve de su asiento ya que confía plenamente en su filmadora que está increíblemente camuflada en un diminuto prendedor de su solapa de la campera que llevaba puesta. Como compañero de asiento iba una simpática muchacha de unos 25 años, de nacionalidad paraguaya y de nombre Leticia. No demoraron ambas en entablar conversación durante todo el trayecto del bus y una vez en la plaza no se separaron ni por un instante, comentándose cada cosa que observaban dentro de aquel sitio histórico.
Pasada más de una hora de la llegada al sitio, llegaba el momento de ingresar quizás a lo más deseado por Gaby, al inexpugnable Kremlin.
Deseado ya que allí se encontraban las oficinas y archivos que la espía tenía como propósito principal filmar para así captar información confidencial la que sería entregada al mejor postor. Ingresando el grupo por un largo e interminable pasillo y viendo que la vigilancia ya no era tan pegajosa, Gaby ingresa repentinamente a un cuarto que se encontraba con su puerta entreabierta, seguida sólo por Leticia , la que le aconseja en voz baja no apartarse del grupo ni desobedecer las instrucciones dadas. “Sólo un momento nena, quiero conocer a fondo este palacio”. La habitación en que la bella espía había entrado se encontraba a media luz, sólo iluminada por una tenue lámpara con la mitad de sus bombillas encendidas.-
Leticia se comenzaba a poner algo intranquila ya que se movía de un lado a otro de la pieza, como intuyendo que algo malo podría suceder; en cambio Gaby recorría cada pedazo y rincón filmando cada papel que se encontraba sobre las varias mesas que adornaban la habitación. De repente, se escuchan algo así como pasos de un escuadrón de guardias que se movilizan por el pasillo a lo que Gaby le pide a su joven amiga que se escondan detrás de los enormes cortinajes que pendían por debajo de los ventanales. Ambas ya bien guarecidas escuchan como una tropa de agentes rusos ingresa raudamente al lugar de los hechos buscando cualquier indicio de espionaje, el que por supuesto ya sospechaban. Luego de un par de minutos en que los inmensos hombres husmearon por la habitación y cuando ya se retiraban, Leticia en un acto sorprendente empuja violentamente a Gaby hacia fuera de las cortinas, cayendo pesadamente al suelo. Inmediatamente los guardias dan media vuelta y se abalanzan sobre la bella mujer, tomándola firmemente por los brazos. En cambio Leticia se acerca mansamente a quien era seguramente el líder del escuadrón y le dice unas indescifrables palabras en ruso. “¿Qué hacés boluda?” le dice Gaby a Leticia. “Sólo cumplo con mi deber, ya que trabajo para la KGB desde hace dos años y mi misión era seguirte en este viaje para así lograr tu captura y evitar que siguieras con tus fechorías”; “hija de puta, maldita perra traidora” le grita Gaby. “Pues bien, ahora llévensela y prepárenla para la confesión” responde Leticia haciéndole el gesto perfectamente entendible por los agentes rusos. Se llevan a la pobre mujer no sin que ésta opusiera algo de resistencia sin lograr absolutamente nada.-
Luego de un largo trayecto por pasillos, habitaciones y escalinatas, Gaby es conducida a un gran subterráneo en donde se encontraban las más innumerables e imaginables instrumentos de tortura. Es sentada en una silla de madera y fuertemente atada a ella y en donde sólo un potente foco alumbraba su humanidad. Inmediatamente llega Leticia, la que al ver a la pobre espía tan indefensa le ruega: “por favor Gaby, confiesa para quién o a quién pensabas destinar tus filmaciones, y así evitarás la tortura despiadada, ya que conocemos tus debilidades y cada punto débil de tu cuerpo”. Como queriéndose enderezar de la incómoda postura en que se encontraba, Gaby le grita con una mezcla de rabia y terror a la vez: “ Tú y tus malditos rusos se pueden ir a la mierda, no diré nada aunque me maten, paraguaya maldita” “Pues bien, tú lo quisiste” Inmediatamente la delatora le hace un gesto a los agentes y estos comienzas la tarea de preparar a Gaby para la sesión de tortura. La despojan prenda por prenda, unas las rasgan debido a la resistencia de la mujer, hasta quedar absolutamente desnuda, con la salvedad de sus zapatillas y calcetas. Es trasladada a un potro de tormentos al cual es fuertemente amarrada de pies y manos en forma de una perfecta y bella X. Una vez amarrada es despojada de sus zapatillas y calcetas, dejando al descubierto unos hermosos y bien cuidados pies, con sus uñas pintadas de un rojo furioso.-
“Bien, comencemos con la electricidad” le dice Leticia a un guardia que entendía algo el idioma español. Éste le coloca unas diminutas pinzas en cada uno de los hermosos pezones de Gaby, la que miraba aterrorizada como las pinzas además eran ubicadas en los pliegues de su vagina y en cada uno de los dedos pequeños de cada pie descalzo. Además es introducido una especie de lápiz metálico por el orificio de su redondeado ano, todo esto efectuado por un agujero especialmente diseñado por debajo del potro de tormentos. “Mi querida Gaby, te daremos unos golpecitos de electricidad para modificar y sensibilizar aún más tu lindo cuerpo ya que el plato de fondo viene después”. Gaby esperaba sumisa el primero de los golpes eléctricos sin entender muy bien lo que había querido decir su torturadora. “Por última vez, dime todo y te evitarás todo este suplicio” “Andáte a la mierda hija de perra” contesta Gaby. Sin más que decir, Leticia apreta un pequeño interruptor de pares dando inicio a una serie de descargas eléctricas que sacudían a la pobre mujer una y otra vez.-
“BAAAASSSTAAAA” imploraba Gaby luego de un par de minutos en donde intermitentemente fue sometida a pequeñas pero intensas descargas
“¿Confesarás?”, preguntó la torturadora; luego de un pequeño suspiro Gaby sólo atina a decir “Primero muerta rusos putos”. “Bien, demos inicio al plato principal” indicó Leticia a tres agentes que también entendían algo del idioma español.”El resto desocupen la sala” ordenó la guaraní, como si ejerciera un don de mando sobre todos los agentes. La lúgubre sala quedó solamente con Leticia, los tres agentes y la pobre de Gaby que le consulta a su torturadora: “¿ qué es eso del plato de fondo?” “Te conocemos palmo a palmo y sabemos tu gran debilidad por las cosquillas, especialmente después de esta pequeña preparación a que fuiste sometida. Una vez más Gaby: ¿confesarás? , explicó y consultó Leticia. “Ya me he visto en esta situación con otros servicios secretos, aunque me muera resistiré a todo, malditos” grito la espía. Dando una seña y sin más palabras, Leticia ordena comenzar con el tormento, iniciando cada ruso cosquilleando con sus dedos los sobacos de Gaby , otro dándole a cada uno de sus pezones y Leticia rasguñando las hermosas y mullidas plantas de cada desnudo pie, los que se contorsionaban y arrugaban con locura. Gaby se estremecía de arriba hacia abajo, riendo y gritando con desesperación, empezando el sudor a invadir el muy bien cuidado cuerpo. “ JJJAAAAAJEEJAANOOOOOJAJAJA hijos de perra basta, JUAAAJUAAAAJAAAJEEEE nnoooooooJEEEJAJEJE” bramaba la bella mujer. Luego de diez minutos interminables de cosquillas, los agentes a una orden de Leticia se detuvieron permitiendo a Gaby respirar profundamente y permitir que las lágrimas que recorrían su rostro bajaran hasta llegar a los senos y pezones, los que se encontraban ahogados en sudor. “¡CONFIESA MALDITA! Grito la paraguaya, ya con un dejo de desesperación al ver que la atormentada resistía al límite de sus emociones.
“Jamás” contestó la atribulada atormentada. “PROSIGAN, pero ahora trabajen su vagina y ano” ordenó Leticia.-
Nuevamente se dio comienzo a una nueva y aún más salvaje sesión de cosquillas, ya que ahora era atacada la vagina de Gaby con un movimiento salvaje de dedos de uno de los agentes, lo que producía aún más cosquillas en la mujer. Mientras tanto otro agente se introdujo por debajo de la mesa y por el orificio que dejaba al descubierto el ano de Gaby introdujo su lengua pasándola con delicadeza por todo el entorno del ano, no sin antes separar ambos glúteos para así hacerlo más visible. Gaby ahora si que enloquecía con una mezcla extraña de risas insoportables y excitación que no le daban tregua, ya que lloraba de la risa y además profería gritos de placer inconmensurables.-

AAAHHHHHHHHJAJAJJAAAAAJIIJOOOAHHHHHH BAAASTA, NO PUEDO RESPIRAR JAJAJAJAJAJAJAHH bramaba la pobre mujer, mientras Leticia ahora lamía las plantas de los pies de Gaby, pasando su lengua por entre cada uno de los dedos los que se movían frenéticamente abriéndose y cerrándose. En tanto el agente que trabajaba con sus dedos la vagina ya lo hacía introduciendo su lengua hasta muy adentro, lo que produjo la secreción de un líquido cremoso salido de la vagina de Gaby lo que indicaba que estaba muy cerca del orgasmo. Mientras tanto, el agente que se encontraba por debajo de la mesa ya comenzaba a juguetear con sus dedos en el ano de la mujer, introduciéndolos y sacándolos con rapidez.-
El cuerpo de Gaby se estremecía y sudaba como nunca antes mientras los pobres pies intentaban escapar del martirio de la lengua de la perversa mujer que los cosquilleaba con lujuria y brutalidad. El agente de la vagina ya se había despojado de sus pantalones y penetraba a Gaby para saciar sus instintos a lo que Gaby parecía gustarle más y más ya que con la risa se producía una exquisita mezcla de placer y tormento.
JAAAAAAAAHHAHHHAHHHJOOJOJEEEJJEEE BBAAAASTTTAJAJAJE VIENE VIENE VIENE , EL ORGASAHHHHHHHHH bramó Gaby provocándose un orgasmo tan brutal que los esfínteres anales se relajaron de tal medida que manó por el ano un chorro de excremento que baño deliciosamente al ruso que se encontraba jugueteando con los dedos aquella zona de Gaby.
Las cosquillas en los pies continuaron sin piedad mientras el ruso que montaba a la torturada chorreaba su sémen en el torso de Gaby para así seguir moviendo sus dedos por el estómago, sobacos y pezones de la mujer, ahora suavizados aún más por el líquido seminal y el sudor. Gaby continuaba retorciéndose de risa y placer en un suplicio que ya se extendía por más de tres horas. POR FAVOR BBAASSTA JAJAJAJAJJA JEJEJEJEJEJAHHHHHAHHHHHHH, produciéndose un nuevo orgasmo que dejo casi atontada a Gaby, ya que las cosquillas no cesaban.
Los pies eran lamidos y cosquilleados sin parar, el cuerpo totalmente sudado se contorneaba brutalmente y la orina ya manaba a raudales de la sufrida vagina de la linda argentina. Leticia ya casi se daba por vencida cuando Gaby grita desesperadamente: “Por favor no más, trabajaré jajajajajjejej para Uds. en la misión que deseen jajajajajajjaaa, se los juro”, a lo que la atormetadora con un dejo de satisfacción accede diciendo “Bien mi querida amiga, nuevamente seremos buenas amigas”. Acto seguido Leticia se introduce los dedos de su mano derecha en su zona genital y procede a masturbarse producto de las escenas presenciadas y la excitación que le produjo el hecho de estar por más de cuatro horas haciendo cosquillas a la indefensa de Gaby. Ésta es desamarrada y llevada a sus nuevos aposentos secretos, en donde recibirá entrenamiento especial para futuras misiones junto a su nueva pareja, la paraguaya Leticia.-

FIN.

Tomado de Internet

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