mayo 1, 2024

Tickling Stories

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La mansión del plumas (Fanfiction)

Tiempo de lectura aprox: 9 minutos, 19 segundos

Buen día, mis estimados lectores. De acuerdo a mensajes de correo enviados por algunos de nuestros lectores, vamos a empezar a publicar y compartir algunas historias ficticias en nuestro blog, de manera que también haya cabida para todos. Esperamos que las disfruten tanto como nosotros.

Capítulo 1: La extraña amenaza

¿Quién era esa sombra? se preguntaba Tom. Desde hacía 3 meses
tenía la impresión de que un hombre le seguía, además también creía que este extraño personaje sabía cuales iban a ser sus siguientes pasos.
Un día Tom estaba a punto de salir del cuarto de baño de su local favorito, cuando de pronto, una voz profunda le dijo.
-Alto muchacho- dijo la voz.
-¿Quién eres?-contestó Tom, mientras veía a un extraño hombre de mediana edad ataviado con una gabardina y un sombrero.
-Observa- dijo el hombre mientras sacaba una larga pluma negra de su bolsillo.
-Disculpe pero tengo que irme.
-No tan deprisa, o es que osas a rechazar una conversación con feather 69.
-Dios mío, es usted el Plumas, ¿Pero cómo…?
-Muchacho, en cada momento tengo vigilado a aquellos que descargan las fotos de cosquillas que hago en mi mansión. Tú eres Tom Crouch, tienes 17 años, vas al Ranger Hill Highschool, y sales con Brad Miller, el hijo del mecánico y con Martin Friedrich, que vive con sus tíos los farmacéuticos.
-Como sabe tanto de mí.
-Somos de la misma ciudad.
-Nunca lo hubiese imaginado, pero dígame, que quiere.
-Nada chico, me has caido en gracia y he decidido llevarte a mi mansión a satisfacer tus deseos. Yo estoy cansado de ser siempre el artífice de las cosquillas, necesito caras nuevas. Solo debes cumplir una serie de condiciones.
-¿Cuáles?
-Cuando montes en mi coche te vendaré los ojos, en ningún momento sabrás la localización de mi casa de cosquillas, la segunda condición es que nunca hables de lo que pase esta noche, y la tercera es que traigas contigo a tu amiguita esa que estaba antes contigo, que viste siempre de negro, tiene un toque muy oscuro, ¿como se llama?
-Mary, acepto, pero no me gustaría torturar a Mary con cosquillas.
-Tranquilo no tendrás porque hacerlo. Tú solo convéncela.

Capítulo 2: La casa de cosquillas.

Tom logró convencer a Mary, diciendo que iban a una fiesta, pero cuando ella entró al coche, un hombre la dejó inconsciente usando un pañuelo, que al parecer tenía cloroformo.
Por din llegaron al lugar, Tom iba guiado por el extraño hombre, y no veía que hacían con Mary. Justo cuando estaban entrando en la casa, Tom sintió un golpe en la cabeza…

Al abrir los ojos Tom se encontró de pronto atado a una mesa en una habitación de paredes blancas y sin ventanas, iluminada por unos fluorescentes que había en el techo. En frente de él, se encontraba Mary atada a una silla, ella le miraba fijamente. Ell chico se dio cuenta de que Mary no llevaba sus botas negras, de hecho solo llevaba puesto un calcetín. De pronto ella, que tenía las piernas sueltas levantó sin mediar palabra el pie que llevaba descalzo, y Tom pudo leer en su planta: «El plumas te hará cosquillas». Enseguida el joven se dio cuenta de que ella conocía todos sus puntos débiles y no dudó en que el Plumas la habría torturado hasta sacarle esa información, es más, él conocía la forma de obrar del Plumas y no dudaría en que la usaría a ella para torturarle, cuando…
-Oh Dios mío, es Polly Banks la que está inconsciente a mi lado.
Polly era la peor enemiga de los chicos, en el instituto siempre andaban discutiendo. Ella era la típica engreída que se creía superior e insultaba junto con su grupo de amigas a los que no eran como ella.
De repente por un altavoz sonó el Plumas mientras Polly despertaba y preguntó.
-¿Qué es esto?¿Dónde estoy?¿Que hacen aquí estos dos imbéciles?
-Polly, Polly, me presentó, soy el Plumas, y ahora estás bajo mi poder, pero puedes ir mejorando tu situación si me obedeces. Dime Polly, ¿tienes cosquillas?
-No.
-Vaya chica dura, entra Roy.
Roy era un tipo fuerte, justo después de entrar la puerta volvió a cerrarse herméticamente.
-Hazle cosquillas Roy.
-Noooo-gritó Polly mientras se dio cuenta de que estaba descalza.
-Detente Roy. Dime Polly ¿Cómo te suena torturar a Tom con cosquillas en los pies?
-Me gusta la idea…
-Está bien Roy puedes salir, si te necesito para que pongas paz, ya te llamaré, por cierto dale una pluma a Polly.
El matón cedió una pluma a la chica, era negra…

Capítulo 3: Comienza el Suplicio

-Bravo, que empiece la fiesta. Yo solo observaré.-Dijo el Plumas.
-Dime Tom, ¿tienes cosquillitas?- Dijo Polly mientras quitaba las zapatillas de baloncesto del chico. Tom calló.
-Te haré cosquillas.-dijo ella.
Polly empezó a recorrer con un solo dedo de cada mano ambos calcetines de Tom, éste procuraba aguantar aunque mejor en unas zonas que en otras.
-Eh, te gusta… cuchicuchicu.-Pero Tom seguía sin reir.
-Será más efectivo si le quitas los calcetines.
-Tu callate estúpida-Dijo Polly mientras por el contrario hacía caso del consejo.
Los Pies de Tom eran medianos, tenía unos dedos fuertes y la planta muy bien formada, a la par que suave y sensible. Polly que era una torpe haciendo cosquillas, deslizaba la pluma suavemente, mientras Tom se moría del aburrimiento a la par que estaba nervioso porque la chica no encontrase la sensibilidad de sus pies.
-Porque no pruebas a rascar con los dedos-Suscitó Mary, mientras Tom enfurecido miraba mal a la chica.
-Te dije que te callases, ahora verás.-Dijo Polly mientras se acercaba a la chica y cogía su pierna. Los pies de Mary eran los típicos de una Dark como ella, pequeños, muy blancos y muy contrastado con el color negro de las uñas de sus pequeños pero bien formados dedos.
-Jjajajajajajajja, paprajajajjaja por favor jajajajajajajaja más cosquillas no jjojoojjoojojojo.-gritaba Mary, en ella era únicamente necesario el roce de la negra pluma con sus suaves dedos.
-Ahora en el otro pie- Dijo Polly quitando el otro calcetín y rascando fuertemente con los dedos.
-Jajajajajaaj nooooo.

Capítulo 4: La ex directora.
El Plumas observaba en su habitáculo lo que pasaba con los tres jóvenes en una cabina.
-Has empezado ya tu juego como veo.-Dijo la voz de una mujer con un inglés un tanto latino.
-Sí, este sistema que me recomendaste es fantástico, así puedo dirigir y visualizar con total libertad. ¿Quieres apuntarte a verlo, Ana?
Ana había sido la directora de un internado femenino, al igual que el Plumas sentía debilidad por las cosquillas, y gracias a él ahora los dos podían cometer agusto sus fechorías, puesto que aunque él ponía los medios, Ana era mucho más experta que El Plumas en la acción.
La historia de como se conocieron no es muy larga. Todo ocurrió cuando unos policías sacaron a Ana del colegio. Ésta creía que iría a la cárcel, pero aquellos policías no eran sino miembros de la mafia de Nueva York, el cabecilla se llamaba Johnny Figginni, más conocido como Jonny Feather, o El Plumas. Su apodo le venía dado por su forma de interrogar, su padre siempre había sido de métodos dolorosos, pero a él le divertía más hacer cosquillas, hasta tal punto que buscaba víctimas para divertirse haciéndolas cosquillas.
Cuando cogió a Ana, había otras dos, unas tales Nerea y María. Plumas sabía del gusto de Ana, por lo que en vez de vengarse con ella, la empleó para que lo hiciese con Nerea y María. Él nunca olvidó la forma en que ella consiguió enzarzar a las dos en una ardua pelea de cosquillas. Así que cuando se cansó de esas dos víctimas, las dejó en un descampado, descalzas. Sus zapatos se los había quedado Ana que era una gran coleccionista. Más tarde Johnny mintió a su amigo Mario diciéndole que ya estaba cumplida la Vendetta de su hija Laura. Realmente la venganza se hizo a medias, porque Ana no fue castigada, si no que se asoció con Plumas y se marchó con él a Nueva York.
Ahora Ana obervaba con El Plumas uno de sus nuevos castigos.

Capítulo V: Hasta la locura.
-Jajajajajjajajajaja- Mary no podía dejar de reír, pero Polly pronto se cansó y fue a por Tom.
-Vaya, así que rascando con los dedos-Dijo mientras subía poco a poco los dedos por los pies de Tom. Primero buscó en el talón, pero Tom no reía, después saltó a los dedos y las primeras risas de Tom se hicieron presentes, pero antes de seguir en aquellos dedos se dirigió al arco, mientras Tom intentaba hacerse a la idea de que comenzaba la verdadera tortura.
-Primero las frases juguetonas, cuchicuchicuchi.-Decía mientras alocadamente recorría con todos sus dedos ambos pies.
-Jajajajajajjaajjaja, bastajajajajjajajajajajaj.
-Calla ya te tengo, jaja.
-Nojoojojojojoojojoojoj- reía cuando de pronto la chica cambió de táctica agarrando con una mano los dedos de su pie izquierdo y rascando de arriba a abajo con fuerza. Él estaba más débil cada vez.
Al momento Polly se subió a la mesa de espaldas a Tom y volvió a usar ambas manos.
Tom pensó que Polly hacía con él, lo que él siempre había soñado hacer con ella, pero se sentía avergonzado al ser él la víctima de tan estúpida adolescente. Como ella estaba de espaldas, Tom pudo fijarse en sus pies, nunca los habí visto tan de cerca, pero eran como él creía. Sus plantas tenían un color uniforme con respecto al resto de sus pies, eran largas y estrechas, al igual que sus dedos, pero su suavidad era increíble. Sin darse cuenta Tom estaba teniendo una erección, pero logró controlarlo justo antes de que se diese la vuelta para atacarle en el ombligo.
-Jajajajjaja en la barriga no jajajjajajaja.
-Así que tienes cosquilas ehhh.
Cuando ella se volvió pudo fijarse en la perfección de los dedos de sus pies que traía pintados de un color verde claro y volvió a comenzar la erección. Polly se dio cuenta y decidió bajar sus pantalones y pasar la pluma negra por sus testículos mientras le hacía con la otra mano cosquillas en los pies.
-Jajajajajajjaaj por favor ahí no jajajjajajajjaa.
-Vaya nunca creíste que pudiera darte tanto placer ehhh-Dijo Polly mientras empezaba a masturbarle y dejaba de hacerle cosquillas.
-Pero esto no es eterno-Y la chica soltó su pene y regresó a los pies y a usar la pluma en sus testículos.
Repetidas veces Polly hacía esto y para atormentar más a Tom, le acercaba los pies a unos centímetros de la cara sin que él puediera lamerlos. El chico no podía más con aquel tormento de sufrimiento y placer. Polly estaba emocionada pero de pronto entró Roy, y la ató, después liberó a Mary…

Capítulo VI: La verdad sobre Mary.
-Me parece que es mi turno. Tom se me olvidó decirte que soy la sobrina de el Plumas, de hecho él no lo sabe todo de todo el mundo, conoce cosas de ti acerca de mí. Un día en tu casa recuerdo que estaba descalza y no parabas de mirarme los pies, yo también soy muy fetichista y aproveché que tu madre te llamó para que hicieses un recado para espiar tu ordenador. Allí pude encontrar las fotos que hace aquí mi tío y me puse en contacto con él para trazar un plan. La idea era que yo sería tu cebo, antepusiste tu fetichismo a mi amistad, puesto que no sabías si yo correría peligro, y es por eso que has acabado así. En cuanto a mi situación inicial, era solo para no levantar sospechas, ahora sufrireis los dos lo que es una verdadera tortura de cosquillas. En unos momentos estaré contigo pero ahora voy con Polly.
-Polly, Polly, Polly decidí darte consejos y tu solo te vengaste y me hiciste cosquillas. Nadie mejor que mi tío conoce la sensibilidad de mis pies, de hecho el me entrena para que resista esta técnica pero aún no lo ha logrado, voy contigo.

Capítulo Final: Las Técnicas de Mary.

-Así que esa es tu sobrina, ¿No?-Dijo Ana
-Sí, ahora verás que puede hacer.-Afirmó El Plumas.

En la habitación Polly y Tom permanecían atados a dos mesas paralelas y unidas por uno de sus bordes. Mary miraba autoritariamente a los chicos y Roy permanecía a un lado.

-Roy querido ve a por la caja y la silla.-dijo Mary.
Roy era un chico joven y fuerte de unos 21 años, era difícil comprender por qué obedecía a Mary pero parecía terriblemente aterrorizado ante ella. Al poco vino con la silla que tenía cuerdas a su alrededor y con una caja dejando la puerta abierta…
-No sé que pretendes perra pero voy a denunciarte.-dijo Polly acaloradamente.
-Jaja, así solo logras cavar tu propia tumba, además para que veas que soy una buena cosquillera os enseñaré mis instrumentos mis queridas víctimas.-contestó Mary.
-Instrumentos, ¿Para qué?-dijo Polly.
-Es que todavía no lo comprendes, se trata de torturarnos haciéndonos cosquillas por todo el cuerpo.-comentó Tom

-Bueno-dijo Mary metiendo la mano en la caja y sacando una pluma rosa- mirad esta es mi pluma Nikki, para algo menos intenso, pero tened cuidado, porque Nikki se enfada a veces. ¿No es verdad Nikki?…
-Si querida Mary-dijo Mary hablando por la pluma.
-Eres una jodida lunática-gritó Polly.
-¿Qué dices Nikki? Que Polly no te cae bien y que quieres probar sus pies- siguió Mary- pues vamos. Y que Roy está muy ocioso y si no empieza a lamer los pies de Tom habría que castigarle.
Mary acercó la pluma primero a la nariz de Polly que no tuvo más remedio que estornudar, despues comenzó a pasarla por las axilas de Polly pero no era suficiente para hacerla reir, sin embargo se empezó a poner nerviosa y Mary lo aprovechó para usar a la vez la pluma en sus axilas y los dedos en el estómago de la chica. La respuesta no se hizo esperar y las carcajadas comenzaron a brotar hasta llegar a las lágrimas. Mientras Roy lamía los pies de Tom, Mary vio la excitación del chico y usó la pluma en los testiculos de Tom mientras Roy lamía sus pies.
-Te gusta ehh Tom, no te preocupes Nikki pronto iremos a los pies de Polly.
Tom no paraba de reir y gemir a la vez, hasta que finalmente explotó.

-John tu sobrina es muy buena, cuando dejarás que la pruebe.-dijo Ana.
-Paciencia Ana, paciencia, deja que termine.-contestó el Plumas.

-Por fin Nikki, sus pies.-Dijo Mary.
-Sabes que si es por dinero solo tengo que llamar a mis padres.
-Jajja, has oido Nikki, tú y yo con dinero…
-Sabría que llegaríamos a un acuerdo.
-No nos insultes, adelante Nikki-Dijo Mary mientras pasaba la pluma por las plantas indefensas de la chica.
-Jajajajaj bastajajajaja, ya jajajaja has tenido suficiente jajajaja.
-Yo digo cuando se acaba esto. Se acabo el turno de Nikki, ahora viene algo un poco más intenso, pero no te asustes no mucho más.
Mis guantes con plumas en cada dedo.
Mary dejó a Nikki en la caja y se puso los guantes, con ellos repitió estrategia sobre las axilas de Polly, ella emitía pequeños ruiditos, pero pronto fue hacia el ombligo y la cintura, donde Mary hacia leves movimientos muy continuados que acabaron con la resistencia de Polly, por último volvió a los pies y sus dedos es estiraban como un acordeón.
-Vaya de pronto me apetece chuparte esos pies, hay que reconocer que para ser tan zorra son jodidamente sexys.
-Nooo, por favor, noo.
-Roy trae la miel.
Roy cogió un tarro de miel de la caja y empezó a extenderlo por los pies de Polly. Pronto Mary poco a poco fue eliminando la miel de los huecos más recónditos de aquellos largos pies, haciendo énfasis en cada uno de los dedos que intentaban escapar, pero fracasaban por la debilidad producida por la risa. De pronto una voz de escuchó en la habitación. Era El Plumas.
-Mary cariño sube que te presente a una amiga.
-Voy tío-dijo Mary con miedo.
En la sala se quedaron solos Roy, Polly y Tom. Los dos últimos creían que Roy seguiría con el tormento, sin embargo ayudó a los chicos a escapar y él se fue con ellos. Pero el Plumas no se dio cuenta…

-Desgraciado no decías que me la ibas a dejar.-Gritó Ana.
-Creías que el Plumas era un angelito, que te había salvado del primer tormento cuando dejaste forzosamente el colegio, y ahora eres la cazadora cazada.
-Gracias tío es perfecta-Dijo Mary acariciando sin cosquillear los pies de Ana, que se estremeció.

Fin ¿Continuará?

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