Historia IA – parte 6

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Era un día caluroso de verano y la tienda de zapatos estaba llena de gente. El propietario de la tienda, Luis, estaba ocupado ayudando a los clientes a encontrar el calzado perfecto para ellos. Una de sus clientes era una joven llamada Julia, que estaba buscando un par de zapatos cómodos para su trabajo.

Luis se acercó a Julia y comenzó a medirle los pies para encontrar el par de zapatos adecuados. Mientras le medía los pies, notó que las plantas de los pies de Julia eran extremadamente sensibles y que una caricia suave le hacía reír.

Intrigado, Luis decidió hacer una pequeña broma. Comenzó a hacer cosquillas en las plantas de los pies de Julia con las puntas de sus dedos. Julia se retorció y se echó a reír, sorprendida por la sensación.

Luis siguió haciendo cosquillas en las plantas de los pies de Julia, haciéndola reír cada vez más fuerte. La gente en la tienda se dio cuenta de la risa de Julia y comenzó a reír también.

Julia finalmente logró contener su risa y se despidió de Luis con una sonrisa en el rostro y un par de zapatos nuevos en la mano. Luis se sintió contento de haber hecho reír a Julia y a los demás clientes en la tienda, y decidió que, de ahora en adelante, haría cosquillas en las plantas de los pies de sus clientes siempre que pudiera para hacerlos felices y sentirse bienvenidos en su tienda.

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