abril 30, 2024

Tickling Stories

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Mi experiencia como ticklee (parte 12)

Tiempo de lectura aprox: 1 minutos, 29 segundos

Hola esta es mi primera publicación en el blog. Soy una mujer madura de 47 años de edad, politóloga y fui invitada a contar mis anécdotas con las cosquillas por mi amigo CQ.

Soy profesora universitaria en ciencias políticas. En cuánto al tema de las cosquillas, soy extremadamente cosquillosa. Tengo demasiadas cosquillas en cada rincón de mi cuerpo, aunque mi punto débil a las cosquillas son las plantas de mis pies, tengo demasiadas en esa parte de mi cuerpo.

La experiencia que vengo a describirles me sucedió hace poco y créanme, no hay nada peor que recibir cosquillas, sin consentimiento alguno.

Me encontraba trabajando con mi equipo de trabajo, 2 mujeres jóvenes, mucho menores que yo, planeando una estrategia para una campaña política. Estábamos en mi oficina y prácticamente nos había cogido la noche trabajando, creo que eran como las pm. Todo marchaba como de costumbre, de la misma manera como cuándo nos había tocado trabajar hasta tarde en días anteriores; sin embargo, una mis empleadas tocó el tema de las cosquillas en medio de la conversación, ella es una joven de 25 años llamada Angélica y la otra es una mujer de 31 años llamada Diana.

Angélica comenzó a hablar de las cosquillas y pues todas nos reímos un poco cuando tocó el tema, nos pareció algo chistoso, así que cada una empezó a decir dónde tenía cosquillas y en qué parte sentía más, lo que yo nunca imaginé es que haber dado mi opinión al respecto, me jugaría una mala pasada.

Al yo decirle a mis empleadas que tenía cosquillas en todos lados y que sufría mucho con el pedicure, porque soy demasiado cosquillosa en las plantas de los pies, Diana  se levantó de la mesa en ese momento y me tomó por detrás por sorpresa, agarrándome con fuerza, mientras que Angélica, rápidamente me tomó los pies, me sacó los zapatos y comenzó a hacerme cosquillas en las plantas de los pies con las uñas de sus manos, mi reacción no se hizo esperar y estallé en risas a carcajadas.

En ese momento perdí el control de la situación, lo cual fue aprovechado por Diana para hacerme cosquillas en las costillas, axilas y cintura. Ambas mujeres me estuvieron haciendo cosquillas por un buen rato, hasta que decidieron suspender y dejarme respirar. Antes de dejar de hacerme cosquillas del todo, cada una me tomó un pie y me hicieron cosquillas por unos 10 minutos más aproximadamente. Fue algo divertido y desesperante, debido a que hacía mucho tiempo no me hacían cosquillas de esa forma.

Próximamente, si me animo, les estaré contando otras experiencias del pasado.

Besos

Nury

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