Mi experiencia como ticklee (parte 7)

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Hola a todos, estoy nuevamente por aquí para contarles una nueva experiencia de la cual fui «víctima» de cosquillas, por un par de niños que me tocó cuidar.

Tal y como les conté en mi experiencia pasada, soy extremadamente cosquillosa en todos lados y mi punto débil a las cosquillas, sin lugar a dudas son las plantas de los pies. Sufro de unas cosquillas terribles en esa parte de mi cuerpo.

Actualmente me dedico a impartir clases de yoga a domicilio, también dicto clases de danza, ballet, técnicas de relajación y una que otras veces, ofrezco servicios de babysitter o niñera en la ciudad. La «mala experiencia» que vengo a comentarles me sucedió hace unos días con un par de niños a los que me ofrecí a cuidar, gracias a un anuncio que había colocado en el sitio web OLX, casi siempre coloco mis anuncios clasificados en ese sitio web, por ser un sitio confiable.

Llegué a la casa de mi clienta, una mujer de unos 38 años, de nombre Carolina y de profesión Ingeniera Industrial. Carolina me dijo que debía salir a un evento desde las 8 pm hasta casi la media noche y que necesitaba saber si podía cuidarle sus pequeños hijos, Miguel de 10 y Andres de 8 años respectivamente, yo muy amablamente le dije que no había problema y que cobraba por hora X cantidad de dinero, a lo que ella me dijo que no había lío y que la dirección de su apartamento era XXXXX, me preguntó si podía llegar a las 7 pm, a lo que respondí de forma afirmativa.

Al llegar al apartamento, me abrió la puerta Miguel, el mayor de los niños que debía cuidar.

Miguel: mamiiiii, llegó Natalia la niñera.

Carolina: hola Natalia, entra, ya conociste a Miguel mi hijo mayor, tiene 10 años y este es mi hijo menor Andrés, tiene 8 años.

Andrés: hola.

Natalia: hola niños, voy a cuidarlos esta noche, mientras su mamá sale al evento.

Carolina, me dio una serie de instrucciones para tener en cuenta, además me comentó que a sus hijos le gustaban mucho los juegos y que si ellos quería jugar que tratara de incorporarme en el juego con ellos; yo le dije que no había problema con eso, que se fuera tranquila. Antes de irse, me dijo que cualquier cosa le marcara a su celular.

La noche empezó a transcurrir en calma, hasta que Miguel se me acercó por detrás del sofá donde yo me encontraba sentada viendo TV y me comenzó a hacer cosquillas en el cuello, diciéndome: «Hola Nata, tienes cosquillas?», mientras me empezaba a mover sus pequeños dedos en mi cuello. La reacción que tuve fue reírme y tratar de voltearme, sin embargo cuando quise hacerlo, Miguel saltó encima mío y terminé acostada en el sofá, mientras que ya las cosquillas o eran en el cuello, sino también en las axilas. El inocente juego de Miguel se transformó en un tortura de cosquillas.

Ahora no entiendo por qué si empiezan con las cosquillas en las axilas, cuello y cintura, a los niños se les da por ir a buscarle las cosquillas a uno en los pies, eso es como una obsesión con los pies. Digo esto porque Andrés, el hermanito menor, se encaminó a hacerme cosquillas en esa parte de mi cuerpo, no lo detuvo que yo tuviera mis zapatos puestos, lo único que hizo fue desatarme los cordones de los tenis y comenzar a hacerme cosquillas en las plantas de mis pies.

Un inocente juego, se transformo en una tortura de cosquillas, con dos niños que estaba cuidando esa noche.

Las cosquillas duraron como unos 15 o 20 minutos, después de esto les dije que se detuvieran y afortunadamente para mi, ambos niños hicieron caso. Se fueron a su habitación a descansar, mientras que yo me quedé en la sala viendo TV y pensando si le decía o no a Carolina sobre lo que habían hecho sus hijos conmigo.

Al llegar Carolina, me preguntó como me había ido con sus niños, le comenté lo que habíamos hecho, sin embargo no le toqué el tema de las cosquillas, aunque ella si lo hizo.

C: jugaron a las cosquillas?

Y: por qué lo preguntas?

C: porque ese es su juego preferido, siempre lo juegan con las niñeras que han tenido anteriormente o lo juegan conmigo. Ellos son expertos haciendo cosquillas en todos lados, saben como hacerlas y en qué partes hacerlas. jajajaja.

Y: ah si, eso me di cuenta. jajaja.

C: tu eres cosquillosa?

Y: muy cosquillosa.

C: yo tengo cosquillas en todos lados, ellos saben eso y de vez en cuando se aprovechan. Lo peor es cuando me hacen cosquillas en los pies.

Y: si es cierto, creo que los pies es una parte demasiado sensible a las cosquillas.

C: si… bueno no te detengo más, aquí tienes tu pago. Cuando quieras venir y hablar me dices y nos tomamos un trago, de vez en cuando es bueno hablar con las amigas.

Y: bueno gracias lo tendré en cuenta.

Nos despedimos, salí del edificio, me monté en el taxi que me espera y me fui con rumbo a mi apartamento pensando en la conversación que tuve con Carolina, algo extraña. Y en la «experiencia» que tuve con sus pequeños hijos.

Esta fue la experiencia que tuve esta vez, espero les haya gustado.

Besos.

Nata

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