mayo 19, 2024

Tickling Stories

Historias de Cosquillas. Somos parte de la comunidad en español en Telegram – LTC.

En busca de empleo – Parte 1

Tiempo de lectura aprox: 7 minutos, 3 segundos

Esta serie es basada en hechos reales.

* nombre cambiado para mantener la privacidad de la protagonista.

Tatiana* había pardido su empleo con el cual había soñado por mucho tiempo, justo después de graduarse de la universidad. Había estudiado cine y justamente unos meses antes de graduarse fue contratada por una importante productora de su ciudad de residencia.

Su vida transcurría de manera normal. Todos los días llevaba a cabo la misma rutina: se levantaba temprano a las 6 am, salía a trotar durante 1 hora, regresaba a su apartamento a darse un baño, desayunaba y salía a la oficina en su bicicleta. En su oficina estaba todo el día hasta las 6 pm, para salir y regresar a su apartamento a descansar. Algunas veces debía salir de viaje porque sus jefes la enviaban a producir contenidos en otras ciudades. Prácticamente no tenía tiempo para hacer más cosas.

A sus 26 años, recién graduada de la universidad, contaba con un apartamento para ella sola y un excelente sueldo. Era la vida que siempre había soñado.

Un año después de estar en su trabajo soñado, Tatiana es despedida, debido a que la empresa comenzó a perder contratos y por ende, debía despedir empleados, comenzando por los más nuevos en cada dependencia hasta llegar a las altas directivas.

Tatiana comenzó a enviar su CV a diferentes empresas e incluso se postulaba como profesional freelance y es precisamente en sitios de trabajo para freelance donde se presentó su experiencia como ticklee.

Como dato relevante a la historia, Tatiana es una chica de 26 años, piel blanca, ojos color miel, cabello negro, tatuajes en sus brazos, piernas y espalda, además de piercing en sus orejas y nariz.

Volviendo a la historia después de una breve descripción de nuestra personaje, Tatiana decidió probar suerte con un anuncio que vio en uno de los portales para freelance. El anuncio decía: «Necesitamos mujeres mayores de 18 años para proyecto relacionado con la risa. No se requiere experiencia. Sueldo por hora $50.000 o sesión $200.000.»

El salario le parecía atractivo, porque comenzó a sacar cuentas de cuanto podría ganar en un día de 8 horas: $400.000 y si trabaja durante una semana podría ganar la mitad de lo que se ganaba en la productora. Sus ojos se iluminaron y decidió escribir al anunciante.

Decidida a obtener una plaza en ese trabajo como freelance, vio que el anunciante se encontraba en línea, así que le envió un mensaje:

Hola estoy interesada en el trabajo como freelance, adjunto mi CV actualizado.
Atte. Tatiana.

El anunciante le respondió casi que inmediatamente:

Hola Tatiana, muchas gracias por escribir. Veo en tu perfil que tienes experiencia produciendo contenido multimedia, lo cual me parece muy interesante, sin embargo, debo decirte que quizás a futuro podamos necesitarte como productora, pero en estos momentos lo que necesitamos es modelos para nuestro proyecto, por lo cual me gustaría saber si estrías interesada en seguir con el proceso.

Tatiana al leer el mensaje sintió que le cayó un balde de agua fría, pero sus ganas de ganar dinero rápidamente le hicieron tragarse su orgullo y escribirle al anunciante que si se encontraba interesada en continuar con el proceso:

Hola claro que si me gustaría seguir con el proceso. No tengo experiencia alguna como modelo. Podrías indicarme exactamente que debo modelar?

El anunciante nuevamente le respondió casi que de inmediato:

Me alegra ller que sigues interesada en el proceso, para esta segunda fase del proceso voy a realizarte unas preguntas relacionadas con el proyecto. 1. Tienes cosquillas? 2. Te consideras cosquillosa? 3. En qué partes del cuerpo sientes cosquillas? 4. Cuál es la parte de tu cuerpo donde más sientes cosquillas? 5. Podrías enumerar de 1 a 5 el nivel de sensibilidad en cada una de esas partes donde sientes cosquillas? Quedo atento. Gracias.

Al leer el mensaje enviado por el anunciante, Tatiana quedó «congelada». Era la primera vez que alguien le hacía una entrevista así y además no sabía que responder inmediatamente, por lo que se desconectó de la plataforma de freelance.

Pensando en las preguntas que le había hecho el anunciante, comenzó a hablar para si misma: «Y si esto es algo relacionado con pornografía»… «Y si es trata de blancas»… «Y si me graban y distribuyen ese contenido con mis conocidos»… Eran tantas preguntas las que se hacía, pero tal y como comentamos unos párrafos arriba, Tatiana necesitaba dinero y las cuentas por pagar no le daban espera.

Tatiana sabía que tenía cosquillas, así que se animó a responderle al anunciante:

Hola, disculpa que me haya demorado en repsonderte, tuve problemas con mi conexión de Internet. Estas son las respuestas a las preguntas: 1. Si tengo cosquillas. 2. Creo que podría considerarme cosquillosa, pero las cosquillas son diferentes en cada parte del cuerpo. 3 Tengo cosquillas en el cuello, axilas, cintura, costillas, rodillas y pies. 4. Creo que tengo más cosquillas en las costillas y la cintura. 5. En cuanto al nivel de sensibilidad a las cosquillas en cada parte sería algo asi: axilas (2), cuello (3), costillas (2), cintura (3), rodillas (3), pies (1).

El anunciante leyó el mensaje de Tatiana y la citó para una prueba presencial:

Hola Tatiana acabo de leer tus respuestas, veo que colocaste como nivel de sensibilidad en tus pies lo más bajo de la escala. Por tal razón debemos invitarte a una prueba presencial. Para la prueba te pagaremos el costo de la hora. Estás de acuerdo?

Tatiana leyó el mensaje y respondió:

Claro que si. Mi número de Whatsapp es 3XX XXX XX XX, por favor envíame ahí la dirección. Gracias.

Al día siguiente se levantó como de costumbre e inició su rutina diaria. A las 6 am sonó su despertador, se levantó, salió a correr durante una hora, regresó tomó un baño, se colocó la ropa para la entrevista: jean, camiseta, calcetines, tenis y chaqueta. Tomó su casco y su bicicleta, para tomar rumbo a la entrevista como modelo freelance en su posible nuevo trabajo.

Al llegar a la dirección que había recibido vía Whatsapp, se bajó de su bicicleta y se acercó a la puerta. Tocó el timbre y esperó. Unos 2 minutos después abrió la puerta un hombre de unos 40 años aproximadamente.

Hola, tu debes ser Tatiana cierto? Soy Germán. Bienvenida.

Tatiana saludó al hombre, pues era la persona con la que había conversado por la plataforma de freelance y vía Whatsapp.

Muchas gracias. Podría indicarme dónde puedo dejar mi bicicleta?

Germán le indicó que en la primera habitación había un bicicletero, donde podría dejarla sin problema alguno y le indicó que se dirigieran a la siguiente habitación, debido a que en ese lugar se haría la prueba a la que había sido citada. La habitación estaba llena de colchonetas en el suelo, habían correas enganchadas en argollas que se encontraban ancladas en las paredes, en el techo y en el suelo. Tatiana detalló y analizó toda la habitación, dándose cuenta que no habían sillas, sino solo colchonetas en el suelo, supuso que la prueba sería en las colchonetas.

«Podrías por favor quitarte tus zapatos, calcetines y chaqueta por favor?» – Le dijo Germán a Tatiana.

Tatiana hizo caso a la solicitud de Germán, se quitó su chaqueta, los tenis y los calcetines. Llevaba sus pies algo sensibles por lo que había ido a la entrevista manejando bicicleta, sin embargo, ella desconocía que tan sensibles iban a estar sus pies. Tenía las uñas de sus pies pintadas de color «vino tinto», al igual que las de sus manos.

Germán le indicó que debía acostarse en una de las colchonetas y que además sería atada de pies y manos en forma de X, dejando separados sus brazos y piernas.

«Estás lista para la prueba?» – Preguntó Germán.

«Creo que si» – Respondió Tatiana.

Tatiana sabía que no podía retroceder y decir que NO, debido a que ya se encontraba acostada en la colchoneta sobre el suelo y con sus muñecas y pies atados con correas en forma de X.

Germán había terminado de asegurarle las correas en los tobillos y justo en ese momento decidió pasarle rápidamente la yema de sus dedos sobre las plantas desnudas de Tatiana, haciendo que ella soltara un breve grito y diera un «tirón» tratando de retirar infructuosamente sus pies.

«No que no tenías cosquillas en tus pies? O al menos en tu formulario colocaste que eras casi insensible a las cosquillas en ellos?» – Preguntó Germán a Tatiana.

Tatiana aún intentando procesar la sensación de cosquillas que le produjo el roce de la yema de los dedos de Germán sobre las plantas de sus pies intentó responder algo, antes que fuera demasiado tarde.

«Realmente no tengo cosquillas en los pies. No se que pudo haber sido eso» – Respondió Tatiana nerviosamente, a sabiendas que Germán haría caso omiso a lo que ella dijera.

«Pues creo que ese grito y ese tirón dice lo contrario. Veamos que pasa si hacemos esto» – Comentó Germán.

Tomó el pie izquierdo de Tatiana en la punta del pie con una mano y con la otra mano tomó un cepillo de peinar y lo comenzó a pasar rápidamente por la planta indefensa. La reacción de Tatiana no se hizo esperar. Comenzó a reir y a gritar, mientras trataba desesperadamente de retirar su indefenso pie de la tortura a la que estaba siendo sometida.

«Jajajajaja hahahhahahahaha jajajajajjajajajajaja ajajjajajajaja hahahahahahhaa»

Apenas habían pasado solo 5 minutos, pero para Tatiana fueron horas.

«Creo que podemos verificar en el pie derecho, para ver si tambien es igual de sensible al piecito zquierdo» – Dijo Germán en tono burlón a la indefensa Tatiana, quien estaba en el suelo atada en forma de X totalmente indefensa y a merced de un tickler profesional.

Germán agarró fuertemente la punta del pie derecho de Tatiana y con la otra mano comenzó a pasar rápidamente el cepillo por la planta desnuda de su pie. La reacción de Tatiana fue peor que con su pie izquierdo.

«JAJAJJAJAJAA JAHAHHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHHAA JAJAJAJJAJAJAJAJ AHAHHAHAHA»

Tatiana estaba sumida en un mar de risas y cosquillas sin control.

Las risas y carcajadas de Tatiana, hicieron que Germán amarrara la punta de los pies de Tatiana, justamente en sus dedos a unas cuerdas que colgaban del techo, dejando prácticamente sus pies casi que inmóviles y a merced de las cosquillas intensas que se vendrían.

Germán se colocó frente a los pies indefensos de Tatiana y comenzó a torturarlos con diferentes objetos que tenía a su lado. Las risas, gritos y carcajadas de Tatiana eran música para sus oídos, haciendo caso omiso a sus súplicas.

«HAHAHHAHAHA PARAAAAA AJAJAJAJAJJAJA HAHAHAHHAHAHAHA PARAAAAAA AJAJJAJAJAJAJAJ AYAAAAAA ANOOOOOOO MAAAAASSSSS  JAJAJAJAJAJA HAAHHAHAHAHHAHA»

Solo habían transcurrido 20 minutos, cuando Germán se detuvo.

«Creo que ha sido suficiente. Vamos a darte un descanso» – Le dijo Germán a Tatiana.

«Gracias» – Fue lo único que pudo responder Tatiana.

Germán se levantó, caminó un poco y se sentó frente a Tatiana a la altura de su cintura, costillas y axilas.

«Me di cuenta que eres muy cosquillosa en tus pies. Creo que podemos verificar cual es realmente el nivel de sensibilidad en tus axilas, cuello, costillas, rodillas y cintura» – Le dijo Germán a Tatiana.

Tatiana con cara de terror solo pudo decir un frase:

«Por favor no creo que soporte más cosquillas»

Germán hizo caso omiso a la súplica de Tatiana y comenzó a introducir sus dedos dentro de la camiseta a la altura de las axilas. Tatiana comenzó a reír y a moverse de un lado a otro intentando huir de las cosquillas.

«Jajajajjaja jaajajajjaj HAHAHAHAHA ajajajjajaj ajjajajajja ajajajjaja jajjajaja»

Germán continuó cosquilleando las axilas de Tatiana, alternando a su vez con insesantes cosquillas en las costillas y cintura, mientras que la modelo freelancer continuaba riendo a carcajadas y revolcándose como loca intentando huir de las cosquillas.

«JAJAJAJJA AHAHAHHAHAHAHAHAHAHA JAJAJAJAJJAJAJAA HA HAHAHAHA AJAJAJAJAJA»

Solo le bastaron 35 minutos de cosquillas a Tatiana para perder el control y llegar casi a perder la razón. Tatiana nunca imaginó ser tan cosquillosa.

Germán viendo que la productora freelancer no podía resistir más decidió finalizar la tortura de cosquillas, procediendo a liberar a Tatiana de las ataduras a las que había sido sometida.

Tatiana recibió los $50 mil pesos acordados durante su entrevista. Se colocó sus calcetines, los tenis y la chaqueta. Tomó su bicicleta y su casco para retirarse de la prueba que había presentado.

Al llegar a su apartamento vio un mensaje en Whatsapp, era de Germán:

«Hola Tatiana, espero que hayas llegado bien. Pienso que eres perfecta para el trabajo. Si quieres continuar trabajando en el proyecto, no dudes en escribirme. Ya conoces las tarifas de pago. Saludos. Germán»

De momento Tatiana no ha vuelto asistir a otras sesiones. Sigue trabajando como freelancer, pero en temas relacionados con su profesión.

Original de Tickling Stories

 

 

 

 

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