abril 25, 2024

Tickling Stories

Historias de Cosquillas. Somos parte de la comunidad en español en Telegram – LTC.

Una militar extremadamente cosquillosa

Tiempo de lectura aprox: 6 minutos, 19 segundos

Conocí a la Coronel Camila Vergara, del ejército nacional de Colombia, a través de una conversación de Facebook. Curiosamente yo había colocado uno de mis anuncios, solicitando mujeres cosquillosas para participar en una prueba de cosquillas y como siempre me contactan mujeres solicitando más información al respeto.

Debo confesar que no siempre me escriben solicitando más información, algunas veces me escriben para insultarme o enviarme mensajes soeces.

En fin, la Cr Camila no fue la excepción y me escribió solicitando más información, debido a que le había parecido curioso ese mensaje publicado y quería saber un poco más al respecto.

Yo: hola cómo estás? En qué te puedo colaborar?

Coronel Camila: hola, te escribo porque deseo recibir más información al respecto, con base al anuncio publicado por ti, donde decías que buscabas mujeres cosquillosas. Cuéntame un poco más.

Y: claro que si, mira es muy fácil, buscamos mujeres cosquillosas que deseen reír participando en un proyecto de cosquillas. Todo es con respeto y se le hacen cosquillas con plumas, pinceles, cepillos y dedos, Se hace énfasis en su parte más cosquillosa y no hay ni desnudos, ni escenas triple xxx, ni pornografía, ni cosas por el estilo.

CC: y cómo es? uno está sentada a una silla o cómo es?

Y: mira, yo tengo una camilla en mi consultorio, con correas en cada extremo de la camilla y en la mitad de ésta, para que la persona no se caiga, como producto de las cosquillas recibidas.

CC: interesante y si la persona es muy cosquillosa?

Y: pues nada se hacen pausas.

CC: ah… ok.

Y: una pregunta, estás interesada en participar?

CC: suena chistoso y pues me gustaría probar y ver hasta dónde puedo soportar, es más bien como un reto.

Y: ah listo, claro que si, puedes venir a mi consultorio y probar, no hay problema con eso. Una pregunta, cuántos años tienes y a qué te dedicas?

CC: tengo 37 años y soy Cr del ejército de Colombia.

Y: ah, eres militar.

CC: si, hay algún problema con eso?

Y: no para nada, en caso de hacer la sesión, serías la segunda mujer de una fuerza pública que hace una sesión de cosquillas conmigo.

CC: en serio?

Y: si, ya hace unos meses se presentó una teniente de la policía. Fue divertido.

CC: ah listo entonces me regalas tu dirección?

Y: claro que si, la dirección es xxxxxx. Me confirmas cuando vienes para agendarme.

CC: listo, te parece bien si paso esta tarde a eso de las 3:00 pm?

Y: listo no hay problema.

CC: ok, nos vemos a las 3, bye.

Como toda militar, a las 3 en punto de la tarde llegó a mi consultorio, la anunciaron desde la recepción del edificio y la hice seguir, 5 minutos después estaba tocando la puerta.

Abrí la puerta y la vi con su camuflado y botas militares, además traía el cabello recogido y su gorra militar, bien maquillada.

Y: hola cómo estás? sigue.

CC: gracias.

Y: siéntate y conversemos.

Empezamos a conversar un poco sobre su ocupación y pues también sobre las cosquillas.

Y: bueno, supongo que si viniste a mi consultorio fue para una sesión de cosquillas o me equivoco?

CC: no te equivocas, de hecho me causó mucha curiosidad el anuncio, tal y como te lo comenté por facebook, y pues quisiera «experimentar» la sesión.

Y: bueno y tienes cosquillas?

CC: jajaja… demasiadas diría yo.

Y: si? en qué partes del cuerpo tienes cosquillas?

CC: tengo cosquillas en todo mi cuerpo, soy extremadamente cosquillosa.

Y: interesante, y cuál es la parte de tu cuerpo más cosquillosa?

CC: sin lugar a dudas las plantas de los pies.

Y: osea la parte de abajo de tus pies?

CC: si exactamente en el centro, en todo el arco.

Y: de 1 a 10 que tan cosquillosa te consideras en las planta de los pies?

CC: como 20… jajaja… soy demasiado cosquillosa ahí, de hecho las plantas de los pies son mi punto débil.

Y: sería interesante ver qué tan cosquillosa eres en las plantas de los pies y poder llevarte al límite de las cosquillas. Te gustaría ser cosquilleada en las plantas de los pies, con diferentes elementos y conocer tu punto máximo de resistencia?

CC: será una tortura, sin embargo si me gustaría probar y de hecho estoy aquí para eso.

Y: listo en ese caso, manos a la obra.

CC: listo qué debo hacer?

Y: primero colocarte cómoda, supongo que no trajiste más ropa, quitarte las botas, los calcetines y acostarte en la camilla para proceder a inmovilizarte las muñecas, los tobillos y la cintura. La seguridad ante todo.

CC: listo, ya me quito las botas, los calcetines ah y también me quito la camisa, debido a que debajo de ésta traigo una camiseta de repuesto (una camiseta verde que usan los militares).

La Cr Camila, tal y como lo dijo, se quitó las botas, la camisa y los calcetines. Tenía los pies blancos, con las uñas pintadas de rojo y podía ver que las plantas de los pies eran como de color rojizo en la base de los dedos, los talones y los lados externos de los pies, lo que me hacía suponer que justo en la parte del arco debían ser blancas, sin embargo solo había una forma de averiguarlo y era cuando estuviera acostada en la camilla.

La Cr se acostó en la camilla y procedí a asegurarle las muñecas, la cintura y los tobillos con las correas, cuando llegué a los tobillos pude apreciar bien sus pies y efectivamente las plantas eran tal y como me las había imaginado, color rojizo a los lados externos, en los talones y en la base de los dedos, mientras que en la parte del arco eran totalmente blancas. No pude contenerme y procedí a pasarle mis dedos por las plantas de los pies, lo que hizo que soltara una pequeña carcajada.

CC: jajajajaja…

Y: vaya si que eres cosquillosa.

CC: no te digo que soy muy cosquilosaaaaaaaaaaaaaaaaa.. noooooooooooooooo… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajaja… jajajajajaja… jajajajaja…  jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja…

La Cr estalló en risas a carcajadas, producto de las cosquillas que empecé a hacerle en las plantas de los pies.

CC: jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja…

Movía los pies de un lado otro, intentando huir de las cosquillas. Debo confesar que sentir esos pies moviéndose como locos y arqueándose para adelante y para atrás producto de las cosquillas recibidas, me hacían dar muchas ganas de no detenerme nunca y «torturarla» sin piedad durante horas. Me encanta que una mujer sea hipercosquillosa en las plantas de los pies, es muy divertido ver como se ponen cuando uno les hace cosquillas en esa parte de su cuerpo.

Decidí dejar que descansara de la cosquillas en los pies, y subí a hacerle cosquillas en las piernas en la parte de las rodillas, ahí también estalló en risas.

CC: jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja…

Empezó a dar saltos en la camilla mientras reía con desesperación, esto hizo que subiera rápidamente a la parte de la cintura y continuar haciéndole muchas cosquillas.

CC: jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja…

Las risas incrementaron entre carjadas y gritos, cuando subí a las costillas y las axilas. Pude darme cuenta que esa parte de su cuerpo es extremadamente cosquillosa, aunque no tanto como las plantas de los pies, para las cuales, le tenía una pequeña «sorpresa».

Comencé a hacerle muchas cosquillas en las costillas y las axilas, mientras que la Cr lo único que hacía era reír y gritar.

CC: jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… hahahahaha… hahahahaha… hahahahahah… hahahahaha… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… hahahahaha… hahahahaha… hahahahahah…jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajaja… hahahaha… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja…

Después de unos 45 minutos de cosquillas sin parar me detuve, la Cr estaba exhausta y casi no podía respirar, así que la dejé tomar aire y que descansara un poco.

Y: bueno y qué tal? cómo te has sentido?

CC: jajajaja… es muy loco y divertido… jajajaja… cuánto tiempo va?

Y: apenas van 45 minutos.

CC: apenas? cómo así? es que piensas hacerme cosquillas por más tiempo?

Y: pues sólo si tu lo deseas.

CC: cuánto tiempo más disponemos?

Y: el tiempo lo escoges tu, yo simplemente me dedico a hacerte cosquillas.

CC: creo que podríamos una media hora más, te parece?

Y: listo, no hay problema, voy a traer unos elementos.

CC: elemento? para qué?

Y: pues para hacerte cosquillas, son plumas, pinceles, cepillos y otros elementos que utilizo para las cosquillas en los pies.

CC: queee? vas a hacerme más cosquillas en los pies?

Y: claro que si, esa es la idea ya regreso.

Volví a la habitación y ahí seguía acostada y con cara de preocupación la Cr, seguramente pensando en qué elementos utilizaría para «torturarle» las plantas de los pies. Al volver a la habitación traía conmigo unos cepillos de peinar. Me senté frente a ambos pies de la Coronel y empecé nuevamente con la «tortura» en esos pies extremadamente cosquillosos.

Comencé a pasar el cepillo de peinar sobre las plantas de los pies de la Coronel y la reacción de ésta fue inmediata, empezó a reír a carcajadas y a gritar desesperadamente, pude darme cuenta que realmente ella estaba sintiendo demasiadas cosquillas por las reacciones que tenía.

CC: jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… hahahahaha… hahahahaha… hahahahahah… hahahahaha… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… hahahahaha… hahahahaha… hahahahahah…jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajaja… hahahaha… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… hahahahaha… hahahahaha… hahahahahah… hahahahaha… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… hahahahaha… hahahahaha… hahahahahah…jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… hahahahaha… hahahahaha… hahahahahah… hahahahaha… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… hahahahaha… hahahahaha… hahahahahah…jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja… jajajajaja…

Continué «cepillándole» ambas plantas de los pies con los cepillos de peinar, cuyas cerdas eran duras pero redondas en las puntas, por experiencia, debo confesar que esos cepillos producen demasiadas cosquillas en las plantas de los pies de cualquier persona, así digan que no sienten cosquillas en esa parte del cuerpo.

La Coronel Camila reía a carcajadas y gritaba con mucho desespero, mientras que yo continuaba haciéndole muchas cosquillas en sus pies. Yo no escuchaba para nada sus súplicas, debido a que estaba metido de lleno en mi rol de «tickler», porque era la primera vez que tenía a una mujer de sus magnitudes y me refiero a una militar de alto rango, recibiendo cosquillas por parte mía.

La sesión duró en total unas 2 horas aproximadamente, en las cuales le hice cosquillas en todo el cuerpo a la Coronel, aunque debo confesar que me gustó mucho hacerle cosquillas en las axilas y sobre todo en las plantas delos pies.

Al terminar la sesión de cosquillas, procedí a liberar de las correas a las que estaba atada la coronel en la camilla y dejé que se levantara y se colocara sus calcetines y botas, para poder conversar un poco más antes que se retirara de mi consultorio. Conversamos un poco sobre la experiencia vivida y logré convencerla de repetir la sesión.

Espero que les haya gustado la anécdota y nos leemos en la próxima.

Firmado: CQ

 

 

About Author