abril 28, 2024

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Cosquillas en miami (nuevamente)

Tiempo de lectura aprox: 6 minutos, 11 segundos

Hola estimados lectores, les cuento que viajé nuevamente a los estados unidos a un evento que había en la ciudad de Miami y por tal razón decidí marcar a los teléfonos de todos mis contactos en la ciudad, para ver si podíamos encontrarnos.

Llamé primero a Adry y no se encontraba en la ciudad, luego llamé a Angie y me comentó que estaba de viaje, así que seguí insistiendo a mis demás contactos para ver quien me contestaba y con quién podría encontrarme estos pocos días que estaría en la ciudad.

Fue entonces, cuando después de hacer muchas llamadas y sin lograr una respuesta positiva, logré contactarme con María Clara, justamente cuando ya estaba perdiendo la esperanza de lograr tener una sesión de cosquillas. Con María Clara nos conocimos hace más de 15 años en Colombia. En ese momento era una mujer joven de 18 años, hoy en día cuenta ya con 33 años y es una mujer casada y con dos hijos.

María Clara en su momento era extremadamente cosquillosa en todo su cuerpo. Sus axilas, costillas y pies su puntos débiles. Moría de ganas por saber si actualmente seguía igual de cosquillosa que en esa época.

Cuándo le marqué a su teléfono me contestó un poco seria, así que le dije que si estaba ocupada la llamaba más tarde, a lo que ella me dije que sí, que lo mejor era que habláramos más tarde. Al cabo de unas horas, recibí la llamada de María Clara en mi celular, lo primero que hizo fue disculparse conmigo, diciéndome que se le había presentado un inconveniente y por eso no podía hablarme en ese momento. Conversamos un rato por teléfono celular de muchos temas, hasta que llegamos al tema obligado en todas mis conversaciones: las cosquillas.

María Clara: yo sabía que tu me llamabas por el tema de las cosquillas, ahí estás pintado.

Yo: pues te llamaba para saber de ti y si, también para ver si podíamos agendar una pequeña sesión de cosquillas. Aún sigues igual de cosquillosa?

MC: ya soy una mujer casada CQ.

Y: yo se que estás casada. Sólo pregunté si seguías igual de cosquillosa, nada más.

MC: si claro…

Y: de verdad que sí, no seas mal pensada.

Hubo un silencio al otro lado de la línea y pregunté nuevamente.

Y: entonces, sigues o no igual de cosquillosa?

MC: tu muy bien sabes por experiencia que las cosquillas no desaparecen de un día para otro.

Y: eso responde de forma afirmativa a mi pregunta. Entonces, podemos agendar una sesión de cosquillas?

MC: para cuándo sería?

Y: voy a estar hasta el día viernes aquí en Miami, dime cual de estos días podemos vernos.

MC: te parece bien mañana en la mañana a eso de las 10 am?

Y: listo, regálame tu dirección y allá estaré a esa hora.

María Clara me regaló su dirección de residencia y quedamos programados para el día siguiente ir a hacerle la sesión de cosquillas. Al día siguiente salí del hotel y tomé un taxi con rumbo a la dirección de residencia de María Clara. Al llegar a la dirección, me encontré con una casa muy bonita, jardín grande con entrada vehicular. Me acerqué a la puerta y toqué el timbre; me abrió la puerta una mujer de unos 36 años de edad.

Mujer Desconocida: hola, tu debes ser CQ, mucho gusto, soy Mayra, prima de María Clara.

Y: mucho gusto.

Mayra: mi prima me comentó que vienes a una sesión de cosquillas, eso es cierto?

En ese momento no sabía que decir. Que te abra la puerta una mujer diferente a quien esperas ver y te pregunte de golpe si vas a una sesión de cosquillas. Quedas sin palabras.

Y: así es, por qué? estás interesada en participar?

M: yo soy muy cosquillosa. Es más, creo que soy extremadamente cosquillosa en todos lados.

Y: ah, que interesante. Y por qué me preguntas lo de la sesión?

M: cuando mi prima me comentó ayer eso, yo no podía creer que fuera cierto. De hecho, ella me comentó hace algunos años que había participado en una sesión de cosquillas contigo y que en ese entonces, la habías atado de pies y manos, y le hiciste cosquillas en todos lados.

Y: así es.

M: yo ayer hablé con ella y me comentó que tu venías hoy a hacerle cosquillas y me pareció divertido ser parte de dicha sesión… y pues aquí estoy, lista para participar.

Y: en serio?

MC: hola CQ veo que ya conociste a mi prima.

Y: si, estábamos hablando de la sesión de cosquillas y me dice que quiere participar.

MC: así es, ella es muy cosquillosa, incluso creería que es mucho más que yo.

Y: no creo, igual si es así, entonces se quitan los zapatos las dos por favor y empecemos con la sesión de cosquillas.

MC: mmm, creo que sería mejor hacer la sesión arriba en la habitación.

Subimos al segundo piso de la casa y entramos a la habitación, María Clara, Mayra y yo. Acto seguido María Clara y Mayra se quitaron cada una los zapatos, quedando descalzas.

M: bueno y ahora? debemos hacer algo? o qué se debe hacer?

Y: quién de las dos va primero? o van las dos al tiempo?

MC: si quieres hazme a mi primero, para salir de eso y pues que Mayra vea como es la sesión.

Y: listo en ese caso, entonces acuéstate en la cama y empezaremos la sesión.

María Clara se acostó en su cama boca arriba, mientras que yo me senté al final de la cama y le tomé ambos pies; a lo que hice eso, María Clara comenzó a reír de manera nerviosa.

Y: ya empezaste a reír y aún no te hago cosquillas.

MC: jajaja… es que ya se lo que vieneeeee… jajajajaja… hahahaha… jajajajaja… hahahahaha… hahahahahaha… jajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajajaja… hahahahaha… hahahahahaha… jajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajajaja… hahahahaha… hahahahahaha… jajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajajaja… hahahahaha… hahahahahaha… jajajaja…

María Clara estalló en risas a carcajadas apenas comencé a hacerle cosquillas en sus pies. Mis dedos comenzaron a recorrer cada rincón de sus cosquillosos pies, mientras ella lo único que hacía era reír a carcajadas. Como dato curioso, su prima veía la sesión mordiéndose los labios.

Y: quieres unirte a la fiesta?

Le pregunté a Mayra y la reacción de ésta fue lanzarse encima de María Clara y comenzar a hacerle cosquillas en las axilas y cintura. La pobre María Clara reía y reía sin parar, mientras que Mayra y yo le hacíamos cosquillas en todos lados.

MC: jajajajaja… hahahaha… jajajajaja… hahahahaha… hahahahahaha… jajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajajaja… hahahahaha… hahahahahaha… jajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajajaja… hahahahaha… hahahahahaha… jajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajajaja… hahahahaha… hahahahahaha… jajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajajaja… hahahahaha… hahahahahaha… jajajaja…

María Clara llevaba ese día las uñas de los pies pintadas de color rosa, mientras que Mayra llevaba esmalte rojo.

Mis dedos recorrían rápidamente las plantas cosquillosas y de vez en cuando entraban entre los dedos de sus pies cosquillosos. María Clara movía sus pies de un lado a otro y arrugaba las plantas, intentando huir de las cosquillas, riendo a carcajadas.

MC: jajajajaja… hahahaha… jajajajaja… hahahahaha… hahahahahaha… jajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajajaja… hahahahaha… hahahahahaha… jajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajajaja… hahahahaha… hahahahahaha… jajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajajaja… hahahahaha… hahahahahaha… jajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajajaja… hahahahaha… hahahahahaha… jajajaja…

Mientras María Clara reía como producto de las cosquillas recibidas en sus pies (por mí) y en la cintura y costillas (por su prima que estaba sentada sobre ella), yo en ese momento vi los pies descalzos de su prima Mayra y aproveché la oportunidad, pasé mi pierna sobre ambos pies, el pie de Mayra y el pie de María Clara y comencé a cosquillear ambos pies, lo cual ocasionó que tanto María Clara como Mayra estallaran en risas a carjadas y comenzaran a mover su respectivo pie de un lado a otro intentando huir de las incesantes cosquillas.

Ambas primas: jajajajaja… hahahaha… jajajajaja… hahahahaha… hahahahahaha… jajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajajaja… hahahahaha… hahahahahaha… jajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajajaja… hahahahaha… hahahahahaha… jajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajajaja… hahahahaha… hahahahahaha… jajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajajaja… hahahahaha… hahahahahaha…

De un momento a otro, me levanté rápidamente y tomé los pies de ambas primas, es decir, tenía entre mis brazos, aplicando una llave los 4 pies y con la mano que tenía libre, les hacía cosquillas. Las risas de María Clara y Mayra se escuchaban por toda la habitación y me atrevo a decir que muy seguramente se escuchaban en el resto de la casa y fuera de ésta.

Ambas primas: jajajajaja… hahahaha… jajajajaja… hahahahaha… hahahahahaha… jajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajajaja… hahahahaha… hahahahahaha… jajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajajaja… hahahahaha… hahahahahaha… jajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajajaja… hahahahaha… hahahahahaha… jajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajajaja… hahahahaha… hahahahahaha…

Los 4 pies de movían de un lado a otro intentando huir de las cosquillas. Era muy divertido ver ese cuadro, debido a que además de moverse de un lado a otro, también movían los dedos y se movían hacia adelante y hacía atrás, arrugando las plantas y a la vez estirándolas. Luego en otro rápido movimiento, me senté sobre las piernas de ambas primas y seguí haciéndoles más cosquillas, pero esta vez era con mis dos manos. Las dos seguían riendo a carcajadas, pidiendo piedad.

Ambas primas: jajajajaja… hahahaha… jajajajaja… yaaaaaaa… hahahahaha… hahahahahaha… jajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajajaja… hahahahaha… hahahahahaha… piedaaaaaaaaadddd… jajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajajaja… hahahahaha… hahahahahaha… jajajaja… jajajajaja… por favooooorrrrr… hahahaha… jajajajaja… hahahahaha… hahahahahaha… jajajaja… yaaaaaaa… jajajajaja… hahahaha… nooooooooooo… hahahahaha… jajajajajaja.. hahahaha… yaaaaaaaa… jajajajaja… hahahahaha…

Me detuve cuándo comencé a darme cuenta que las plantas de ambas comenzaban a colocarse algo rojas, como producto del roce que le producían mis dedos y uñas al hacerles cosquillas. Debo confesar que si esta fue la razón que hizo que me detuviera, no reparé en gastos de chuparles los dedos y darles pequeños mordisquitos a los dedos, talones y plantas. Eso muy seguramente les producía placer y cosquillas, porque entre uno que otro gemido, también soltaban una que otra carcajada.

La «tortura» de cosquillas duró aproximadamente unas 2 horas y después de esto, ambas primas se quedaron recostadas en la cama tomando aire y riendo un poco más, luego se levantaron, se colocaron los zapatos y bajamos al primer piso de la casa. Nos sentamos en la sala, nos tomamos unos «drinks» y conversamos un poco sobre la experiencia. Al cabo de un rato me retiré y me dirigí al hotel dónde me encontraba hospedado.

Al día siguiente, recibí una llamada de María Clara, diciéndome que en la noche su esposo se había dado cuenta que sus pies estaban muy «colorados» y ella lo único que hizo fue decirle que había estado todo el día haciendo diligencias y que por eso los tenía muy rojos y que su prima Mayra había quedado «encantada» con la sesión de cosquillas que le gustaría repetirla, yo le comenté que no había problema que me buscara nuevamente antes de regresar a Colombia.

Esto fue todo, espero que les haya gustado y nos leemos en la próxima.

Firmado: CQ

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