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Hace un tiempo llegó a mi consultorio una mujer joven de unos 24 años de edad, su nombre Nicole.
Nicole es estudiante universitaria de último semestre de Contaduría Pública y me solicitó empleo, de lo que fuera; yo le comenté que en el momento no tenía una vacante disponible para la profesión que ella estaba estudiando y que por lo tanto lo único que podía ofrecerle era una vacante como «conejillo de indias» de las sesiones.
Ella en medio de su desespero por trabajar, accedió a la propuesta de ser «conejillo de indias» de las sesiones de prueba.
Nicole es una mujer trigueña de cabello negro, ojos café, delgada, usa lentes para poder ver de cerca y de lejos, es en teoría un poco miope.
Acordamos un pago semanal por la cantidad de sesiones que ella realizara durante la semana y además le pregunté si tenía cosquillas, en que parte las tenía y cuál era su parte más cosquillosa…sus respuestas fueron las siguientes:
Cosquillas: sí (obviamente)
Partes con cosquillas: todo el cuerpo
Parte más cosquillosa: las axilas, la cintura y los pies
Al día siguiente llegó muy puntual a la cita programada para la primera sesión de la semana, le expliqué como era el mecanismo de la sesión y ella procedió a quitarse los zapatos y los calcetines, además de colocarse ropa cómoda (short y camisilla tipo esqueleto).
Le indiqué que se acostara en la camilla para atarla de pies y manos y empecé con la tortura de cosquillas en las axilas, cuello, costillas, cintura y ombligo.
Nicole no hacía sino reír y reír a carcajadas, mientras se movía de un lado a otro…
Nicole: jajajajajajjaa…jajajajajajajajaja….jajajajajajajaja…jajajajajajjaa…jajajajajajajajaja….jajajajajajajaja…jajajajajajjaa…jajajajajajajajaja….jajajajajajajaja…jajajajajajjaa…jajajajajajajajaja….jajajajajajajaja…jajajajajajjaa…jajajajajajajajaja….jajajajajajajaja…jajajajajajjaa…jajajajajajajajaja….jajajajajajajaja…
Mientras le hacía cosquillas a Nicole, entró mi leal asistente Liliana y me preguntó si podía participar de la sesión, a lo que yo le dije que si, que no había ningún problema.
Liliana como toda una experta se postró en los pies de Nicole y empezó a hacerle cosquillas en las plantas de los pies con sus largas uñas…
Nicole estalló en risas mas fuertes apenas Liliana empezó a hacerle cosquillas en las plantas de los pies…su risa se transformó en alaridos y gritos.
Únicamente nos detuvimos cuando Nicole empezó a quedar ronca de tanto reír y gritar a causa de las cosquillas…habían pasado casi 1 hora y 25 minutos de cosquillas.
Después de ese tiempo, la desaté de pies y manos, ella se colocó nuevamente la ropa que trajo puesta y sus calcetines y zapatos. Programamos la nueva sesión y firmamos el contrato que la «ataba» literalmente a nosotros como la nueva «conejillo de indias» para las sesiones de prueba.
Esta sesión fue el comienzo de una cantidad de sesiones de cosquillas que le tocó sufrir a Nicole por el único propósito de querer trabajar.
Espero que les haya gustado la anécdota…nos leemos en la próxima…
Firmado: CQ
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