mayo 7, 2024

Tickling Stories

Historias de Cosquillas. Somos parte de la comunidad en español en Telegram – LTC.

From Russia

Tiempo de lectura aprox: 3 minutos, 1 segundos

Hace unos días conocía a una mujer despampanante en el edificio donde vivo a una nueva vecina y desde el primer momento que la vi, me di cuenta que era extranjera.

En una de mis tantas salidas me la encontré en el ascensor y la saludé:

Yo: hola como estás? eres nueva en el edificio?
Natasha: sorry… no habla español…
Y: ok, you speak english?
N: yes


La conversación siguió un poco, así que nos presentamos y me dijo que había llegado a Colombia, proveniente de Moscú (Rusia) en un intercambio cultural, pues venía a dictar clases de ruso en una universidad en Bogotá.

Natasha es una mujer de unos 1,78 mts de estatura, contextura delgada, tez blanca, cabello negro corto y ojos verdes. Durante la conversación me dijo que se estaba quedando en una habitación que le habían arrendado en el piso 8 del edificio donde vivo (yo estoy en el piso 10).

Ese día, cada uno tomó su camino hacia su lugar de trabajo, sin embargo yo (como buen fetichista de cosquillas), quedé con la duda de averiguar si era o no cosquillosa.

Unos días después, me la encontré nuevamente en el ascensor y esta vez le pregunté si podía invitarla a tomar un café después del trabajo… pensé que me iba a decir que no, pero para sorpresa mía, accedió a salir a tomarse un café conmigo.

Al salir de mi consultorio, fui  a recogerla a la universidad donde ella labora, la llegar se montó en mi carro y fuimos a tomar un café y conversar un poco sobre cuánto tiempo estaría en Colombia y muchas cosas más.

Me contó que tenía 32 años, que había estado a punto de casarse en Rusia, sin embargo al presentarse la oportunidad del viaje a Colombia, el novio que tenía allá la había terminado por lo que iba a estar mucho tiempo en mi país (3 años aproximadamente) y eso a él no le servia una relación así.

Me contó además que se sentía a gusto en el apartamento donde vivía, pues la persona que le arrendaba la habitación era profesora también de la Universidad una señora de unos 45 años.

En fin conversamos de muchas cosas, hasta que me preguntó que hacía yo.

En ese momento pensé (es mi oportunidad y debo ser cauteloso de no embarrarla y hacer que ella me evite), pues le conté que me dedicaba a hacerle cosquillas a mujeres como parte de sesiones de cosquilloterapia para ayudarlas a eliminar el estrés.

Para sorpresa mía, me dijo que le parecía interesante el tema, y que en Rusia habían unas personas que se dedicaban a hacer eso y que en algún momento había sentido curiosidad por probar una sesión de esas.

En ese momento le propuse que se animara a probar una sesión y así fue.

Al llegar al edificio, ella me dijo que si podía seguir a mi apartamento a probar la sesión de cosquilloterapia y les confieso algo: yo pensé que la sesión se iba a realizar en mi consultorio.

Entramos a mi apartamento, seguimos conversando un poco, le expliqué además como era la sesión y que instrumento utilizaba para ello.

Después de esto, me dijo que quería experimentar una sesión , así que le solicité que se tendiera en el sofá y se retirara los zapatos… una vez acostada y descalza, empecé a hacerle cosquillas… su reacción no se hizo esperar…

Natasha: hahahahaha… pleaaassseee…. hahahahahah… hahahahaha… pleaaassseee…. hahahahahah… hahahahaha… pleaaassseee…. hahahahahah… hahahahaha… pleaaassseee…. hahahahahah…
Yo: wow… sí que eres cosquillosa…
N: hahahahaha… pleaaassseee…. hahahahahah… hahahahaha… pleaaassseee…. hahahahahah… hahahahaha… pleaaassseee…. hahahahahah… i am extremely ticklish… hahahahaha… pleaaassseee…. hahahahahah…donnnttt mooorrreeee… hahahahaha… pleaaassseee…. hahahahahah…

Natasha era un mar de risas, mientras yo la «torturaba» con cosquillas en los pies…

N: hahahahaha… pleaaassseee…. hahahahahah… hahahahaha… pleaaassseee…. hahahahahah… dont morrreeee… hahahahaha… pleaaassseee…. hahahahahah… hahahahaha… pleaaassseee…. hahahahahah… hahahahaha… pleaaassseee…. hahahahahah… hahahahaha… pleaaassseee…. hahahahahah…

Mis dedos recorrían cada rincón de sus pies, mientras éstos se movían de un lado a otro intentando huir de las incesantes cosquillas.

N: hahahahaha… pleaaassseee…. hahahahahah… hahahahaha… pleaaassseee…. hahahahahah… dont morrreeee… hahahahaha… pleaaassseee…. hahahahahah… hahahahaha… pleaaassseee…. hahahahahah… hahahahaha… pleaaassseee…. hahahahahah… hahahahaha… pleaaassseee…. hahahahahah…

Mientras le hacía cosquillas a Natasha, ella intentaba huir de éstas (las cosquillas) en el sofá, así que me apresuré y empecé a hacerle más cosquillas en las axilas y la cintura.

La sesión inicial de cosquillas, se había transformado en un ataque de cosquillas, que después pasó a ser una «tortura de cosquillas». Natasha suplicaba y suplicaba que parara, pero sus súplicas y esfuerzos eran en vano.

N: hahahahaha… pleaaassseee…. hahahahahah… hahahahaha… pleaaassseee…. hahahahahah… hahahahaha… pleaaassseee…. hahahahahah… i am extremely ticklish… hahahahaha… pleaaassseee…. hahahahahah…donnnttt mooorrreeee… hahahahaha… pleaaassseee…. hahahahahah… hahahahaha… pleaaassseee…. hahahahahah… hahahahaha… pleaaassseee…. hahahahahah… dont morrreeee… hahahahaha… pleaaassseee…. hahahahahah… hahahahaha… pleaaassseee…. hahahahahah… hahahahaha… pleaaassseee…. hahahahahah… hahahahaha… pleaaassseee…. hahahahahah… hahahahaha… pleaaassseee…. hahahahahah… hahahahaha… pleaaassseee…. hahahahahah… dont morrreeee… hahahahaha… pleaaassseee…. hahahahahah… hahahahaha… pleaaassseee…. hahahahahah… hahahahaha… pleaaassseee…. hahahahahah… hahahahaha… pleaaassseee…. hahahahahah…

Después de casi unas 2 horas de cosquillas en cada rincón de su cuerpo me detuve… Natasha estaba exhausta y casi no podía respirar, debido a que aún continuaba riendo, producto de las cosquillas.

Le di un poco de agua, tomó aire y conversamos sobre el tema, me comentaba que era una tortura, que sin embargo le gustaría experimentar una que otra sesión atada en la camilla.

Así que esperen la próxima historia sobre Natasha, pero esta vez será desde mi consultorio.

Nos leemos en la próxima.

Firmado: CQ


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