abril 28, 2024

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Jéssica, una periodista muy cosquillosa

Tiempo de lectura aprox: 6 minutos, 39 segundos

Esta anécdota me sucedió hace un par de años, justo cuando comencé a promocionar la cosquilloterapia en Colombia. Comencé a recibir mensajes por correo electrónico, llamadas a mi celular, mensajes por whatsapp, etc.

Cierto día del mes de Mayo de 2016, recibí un mensaje en mi Whatsapp, proveniente de una mujer que se identificaba como Jéssica y me decía que era periodista de un canal de televisión. Yo confiado, accedí a seguir conversando, además, que no era la primera vez que una periodista me escribía para preguntarme por las sesiones de «cosquilloterapia».

Periodista: hola, buenos días, hablo con CQ?

Yo: si, con quién hablo yo?

Periodista: mucho gusto, me llamo Jéssica, soy periodista de un canal de televisión y deseo hacerle una entrevista sobre las sesiones de cosquilloterapia. Cuándo podemos llevar a cabo esa entrevista?

Yo: claro que si, te parece bien si nos vemos esta tarde?

Jéssica: claro que sí, podría a eso de las 2:30 pm. Esta bien llegar a esa hora?

Y: claro que si, no hay problema. La dirección es XXXXX.

J: ok, allí estaré.

Sobre las 2:15 pm recibí una llamada en mi celular, era la periodista Jéssica, para informarme que ya había llegado y estaba abajo en la portería del edificio, así que procedí a bajar a abrir la puerta para que pudiera entrar a hacer la entrevista. Al llegar abajo, abrí la puerta y ahí estaba, debo confesar que es una mujer muy hermosa, ojos verdes, cabello negro y piel blanca, un contraste muy bonito.

Y: hola mucho gusto, soy CQ.

J: el gusto es mío, soy Jéssica.

Y: subamos.

J: gracias.

Subimos al consultorio y nos ubicamos en la sala de espera, únicamente estábamos los dos solos.

Y: viene alguien más contigo?

J: no, únicamente vine yo sola. Traje mi cámara, mi grabadora y una libreta de apuntes.

Y: ok.

Comenzamos la entrevista. Jéssica comenzó con las preguntas de rigor para ir avanzando un poco en la entrevista. Al llegar al punto clave de la misma, comenzaron las preguntas relacionadas con el tema.

J: por qué terapia con cosquillas?

Y: las cosquillas son consideradas un «juego» divertido, el cual dejamos de practicar a medida que nos vamos volviendo adultos y yo he reinventado este juego para poder utilizarlo como una terapia para ayudar a eliminar el estrés que se desarrolla en las personas en su día a día.

J: tengo entendido que utiliza elementos para hacer cosquillas. Podría decirme que tipo de elementos son?

Y: claro que sí. Utilizo plumas, pinceles, cepillos de dientes, peines, cepillos para el cabello y mis dedos.

J: de acuerdo a su experiencia, quiénes son más cosquillosos los hombres o las mujeres?

Y: definitivamente las mujeres son mas sensibles las cosquillas que los hombres, sin embargo, de vez en cuando uno se encuentra con hombres que son demasiado sensibles a las cosquillas.

J: cuáles la pregunta que más le hace a una persona antes de una sesión?

Y: pues casi siempre utilizo una de estas dos preguntas o las dos, seguida una de la otra. La primera pregunta es: «tienes cosquillas» y la segunda pregunta casi obligada, porque va de la mano con la primera es: «en qué partes del cuerpo tienes cosquillas».

J: suponiendo que me hiciera esas preguntas a mi, que esperaría de mi persona?

Y: que me dijeras las respectivas respuestas.

J: bueno, en mi caso, la respuesta a la primera pregunta es si y en cuanto a la segunda pregunta, la respuesta sería, en las axilas, las costillas, la cintura, las piernas y los pies.

Y: osea en todo tu cuerpo?

J: si.

Y: bueno y en qué parte tienes más cosquillas?

J: en los pies.

Y: todo el pie? o alguna parte en especial?

J: podría decir que en todo el pie tengo cosquillas, sin embargo, considero que siento demasiadas en la planta de los pies y entre los dedos.

Y: interesante.

J: bueno y de acuerdo a mis respuestas, qué podría opinar sobre mi? soy apta para una sesión?

Y: creería que si, aunque participar en una sesión ya depende de ti.

J: cómo así?

Y: si claro, porque ya serías tu quien decida si te sientes 100% segura de participar en una sesión de cosquillas.

J: bueno sigamos con la entrevista, para ver si me animo o no.

Y: ok.

J: cómo se realiza la sesión?

Y: la paciente se acuesta en una camilla acondicionada especialmente para las sesiones. Ésta cuenta con correas en los extremos para «atarle» los tobillos y las muñecas, con el fin de evitar que se caiga al suelo, como producto de las cosquillas recibidas.

J: eso sería una especie de tortura, no crees?

Y: pues, de hecho en los comienzos de las sesiones, las hacia en la camilla o en colchonetas en el suelo, sin embargo, fue por las mismas pacientes que se implementó el uso de correas en la camilla y hasta el momento ha funcionado. Ninguna de las pacientes se ha quejado hasta el momento.

J: cuando hablas de pacientes, son mujeres o también hay hombres?

Y: todas son mujeres, no atiendo pacientes hombres.

J: por qué?

Y: vivimos en una sociedad extremadamente machista y si se presenta el caso que un hombre ofrezca servicios de hacerle cosquillas a otros hombres, la sociedad lo va a ver como una actividad gay (sin ofender a nadie).

J: eso es cierto, entonces por eso tus pacientes son mujeres.

Y: es correcto.

J: bueno CQ, eso es todo, creo que tengo suficiente material para desarrollar mi artículo.

Y: bueno Jéssica, me alegra que hayas podido recolectar buena información y espero poder leerlo pronto.

J: claro que si.

Y: bueno y antes de irte, te animas a la sesión?

J: y qué debo hacer?

Y: lo primero que debes hacer, es colocarte cómoda. Quítate la chaqueta, el buzo, los zapatos y los calcetines.

Jéssica procedió a quitarse los elementos que le solicité quitarse, con el fin de quedar cómoda.

J: listo y ahora?

Y: quieres la sesión en la camilla o en colchoneta en el suelo?

J: qué diferencia hay?

Y: que en la camilla estas atada de pies y manos, mientras que en la colchoneta estas acostada pero sin estar atada.

J: pues ya que estoy lista para la sesión de cosquillas, creo que me le voy a medir a la camilla.

Y: listo, en ese caso, recuéstate en la camilla, mientras procedo a atarte las muñecas y los tobillos.

Jéssica se acostó en la camilla, y estiró sus brazos hacia arriba y sus pies hacia abajo. Mientras yo comenzaba a asegurar las correas en sus muñecas, Jéssica hacía preguntas.

J: bueno y qué pasa sino soporto la sesión?

Y: simplemente pides que pare y listo.

Terminé de atarle las muñecas y seguí hacia sus tobillos, tenía las uñas de los pies pintadas de color rosa y unos pies blancos con las plantas blancas, pero la base de los dedos y los talones algo coloradas. Mientras Jéssica seguía con sus preguntas, quizás algo nerviosa porque estaba próxima a recibir su sesión de cosquillas, yo continuaba  asegurando sus tobillos y una vez terminé, sin decirle nada, le pasé mis dedos por las plantas de los pies, con el fin de ver si en realidad era o no cosquillosa y como la mayoría de mis pacientes, Jéssica no fue la excepción y soltó una carcajada.

J: hahahaha… nooooo… soy demasiado cosquillosa…

Y: eso lo hace más divertido.

En ese momento comencé a hacerle cosquillas en ambos pies con mi dedos, Jéssica lo único que pudo hacer fue reír a carcajadas y mover sus pies de un lado a otro.

J: hahahaha… hahahahaha… jajajajaja… hahahaha… jajajajaja… jajajaja… hahahaha… hahahahaha… jajajajaja… hahahaha… jajajajaja… jajajaja… hahahaha… hahahahaha… jajajajaja… hahahaha… jajajajaja… jajajaja… hahahaha… hahahahaha… jajajajaja… hahahaha… jajajajaja… jajajaja… hahahaha… hahahahaha… jajajajaja… hahahaha… jajajajaja… jajajaja… hahahaha… hahahahaha…

Las risas de Jéssica retumbaban todo el consultorio y antes que ella se diera cuenta, comencé a subir por todo su cuerpo, haciéndole cosquillas en las piernas, rodillas, cintura, costillas, axilas y cuello. Ella lo único que hacía era reír y reír.

J: hahahaha… hahahahaha… jajajajaja… hahahaha… jajajajaja… jajajaja… hahahaha… hahahahaha… jajajajaja… hahahaha… jajajajaja… jajajaja… hahahaha… hahahahaha… jajajajaja… hahahaha… jajajajaja… jajajaja… hahahaha… hahahahaha… jajajajaja… hahahaha… jajajajaja… jajajaja… hahahaha… hahahahaha… jajajajaja… hahahaha… jajajajaja… jajajaja… hahahaha… hahahahaha…

Después de un rato de hacerle cosquillas en la parte superior de su cuerpo, decidí volver a sus cosquillosos pies, pero esta vez las cosquillas serían diferentes, le tomé primero el pie izquierdo y comencé a cosquillearlo con mis dedos y con un pequeño cepillo de peinar, Jéssica únicamente reía como loca y movía su pie intentando huir de las cosquillas.

J: hahahaha… hahahahaha… jajajajaja… hahahaha… jajajajaja… jajajaja… hahahaha… hahahahaha… jajajajaja… hahahaha… jajajajaja… jajajaja… hahahaha… hahahahaha… jajajajaja… hahahaha… jajajajaja… jajajaja… hahahaha… hahahahaha… jajajajaja… hahahaha… jajajajaja… jajajaja… hahahaha… hahahahaha… jajajajaja… hahahaha… jajajajaja… jajajaja… hahahaha… hahahahaha…

Después de unos minutos, cambié de pie y comencé a aplicar la misma «tortura» en el pie derecho de Jéssica, esta vez ya no era solo risas, sino también súplicas de piedad.

J: noooooo… en el pieeeee derechoooo nooooo… hahahaha… hahahahaha… jajajajaja… hahahaha… jajajajaja… jajajaja… hahahaha… hahahahaha… en el pieeeee derechoooo nooooo… jajajajaja… hahahaha… jajajajaja… jajajaja… hahahaha… hahahahaha…  jajajajaja… hahahaha… el derechoooo nooooo… jajajajaja… jajajaja… hahahaha… hahahahaha… jajajajaja… hahahaha… jajajajaja… jajajaja… hahahaha… hahahahaha… jajajajaja… hahahaha… jajajajaja… jajajaja… hahahaha… hahahahaha…

Y: por qué no?

J: hahahaha… hahahaha… tengooooo… hahahaha… hahahaha… demasiadasssss cosquillaaaaasssss… hahahaha… hahahaha… hahahaha… hahahaha…jajajajaja… jajajaja… hahahaha… hahahahaha… jajajajaja… hahahaha… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajaja… hahahaha… hahahahaha… jajajajaja… hahahaha… jajajajaja… jajajaja… jajajajaja… jajajaja… hahahaha… hahahahaha…

Y efectivamente, por la reacción de Jéssica, podía darme cuenta lo hipercosquillosa que era en el pie derecho, sin embargo, eso no impidió que continuara con la sesión de cosquillas. No podía desaprovechar la oportunidad de hacerle cosquillas a una de las periodistas mas sexys del país. Continué haciéndole cosquillas en ambos pies y Jéssica continuó riendo a carcajadas.

J: hahahaha… hahahahaha… jajajajaja… hahahaha… jajajajaja… jajajaja… hahahaha… hahahahaha… jajajajaja… hahahaha… jajajajaja… jajajaja… hahahaha… hahahahaha… jajajajaja… hahahaha… jajajajaja… jajajaja… hahahaha… hahahahaha… jajajajaja… hahahaha… jajajajaja… jajajaja… hahahaha… hahahahaha… jajajajaja… hahahaha… jajajajaja… jajajaja… hahahaha… hahahahaha…

Al cabo de unos minutos me detuve por completo, procedí a soltarle las correas a Jéssica mientras ella aún continuaba riendo y tratando de tomar aire. Cuando ya estaba algo recuperada se levantó se puso el buzo y la chaqueta, se sentó en una silla que estaba al lado de la camilla para colocarse los calcetines y los zapatos, mientras que yo estaba de pie, en frente de ella.

J: me quedaron los pies rojos.

Y: si, por el roce de mis dedos.

En ese momento como ella tenía cruzada la pierna derecha y estaba viendo como tenía de rojo su pie derecho, yo no me pude contener y le tomé nuevamente el pie y le hice cosquillas, ella lo único que hizo fue suplicar y reír un poco más.

J: hahahaha… hahahahaha… jajajajaja… no masssssss… hahahaha… jajajajaja… jajajaja… hahahaha… no masssss… hahahahaha… hahahaha… hahahahaha… jajajajaja… no masssssss… hahahaha… jajajajaja… jajajaja… hahahaha… no masssss…

Me detuve y ella procedió a colocarse sus calcetines y zapatos, apenas estuvo lista se levantó y se dirigió a la sala de espera del consultorio a terminar de alistarse.

Y: bueno y que tal? que opinión te llevas al respecto?

J: es divertido, me reí como nunca me había reído y tu eres terrible haciendo cosquillas.

Y: terrible es bueno o es malo?

J: es bueno, porque sabes como hacer las cosquillas sin maltratar y eso me gustó, digo que eres terrible, porque me hiciste cosquillas nuevamente cuando ya me estaba colocando los zapatos, jajaja.

Y: bueno y te animarías a repetir la sesión?

J: yo creo que sí, pero para la próxima usa todos los elementos que mencionaste en la entrevista, el cepillo me hizo muchas cosquillas, pero quisiera experimentar con los otros elementos.

Y: no te quede la menor duda, te prometo que para la próxima utilizaré los demás elementos.

Nos despedimos y la acompañé a la puerta del edificio. Quedamos en hacer una nueva sesión, de la cual les contaré próximamente.

Firmado: CQ

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