abril 28, 2024

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Historias de Cosquillas. Somos parte de la comunidad en español en Telegram – LTC.

La dueña del cafe internet

Tiempo de lectura aprox: 3 minutos, 42 segundos

Tal y cómo lo había anunciado en la historia «En busca del sueño americano«, mi primer trabajo fue como «Administrador de un Café Internet».

En aquella época estaba algo desesperado por trabajar, debido a que estaba recién graduado de la Universidad y no encontraba empleo en mi profesión, así que me brindaron la oportunidad de Administrar un Café Internet, desde las 8:00 am hasta las 9 pm.



Cierto día, después de cerrar el negocio, me dirigí a su apartamento como todos los días a entregarle lo producido del día.

Únicamente iba a su apartamento cuando Shirly no iba al Café Internet a buscar el dinero.



Al llegar a su apartamento me abrió la puerta y pude ve que aún estaba con su ropa de trabajo de su oficina.

Me dijo: «Hola CQ como estas? Sigue y siéntate… acabo de llegar de la oficina, así que por eso no pude pasar por el Café Internet a buscar el producido, ya regreso…»

Se fue a su alcoba y al después de 5 minutos volvió sin zapatos y sin medias veladas (nylon), en pantuflas.

Se sentó en el mismo sofá donde estaba yo estaba sentado y empezamos a conversar un poco sobre la jornada del día de trabajo, tanto la jornada de ella en su oficina como mi jornada en el Café Internet.

Mientras ella sacaba cuentas de lo que le correspondía y sobre lo que me debía dar como ganancia, pude detallar un poco sus pies y noté que se estaba masajeando un pie, podía ver que era señal de cansancio… así que me animé a preguntar si le dolían sus pies.

Yo: Shirly te puedo preguntar un cosa?
Shirly: si claro, dime?
Y: veo que te estas haciendo un masaje con una mano en tu pie, te duelen?
S: si un poco, estar con esos tacones todo el día me cansan los pies.
Y: si quieres te puedo hace un masaje…
S: en serio? me da pena…
Y: qué ah… nada de eso, ven… 

Le tomé los dos pies y empecé a hacerle un masaje, mientras ella seguía sacando cuentas, sin embargo pude notar que cuando le tomé ambos pies y se los toqué de golpe, ella movió un poco los pies, posiblemente era señal de tener cosquillas, pero quise averiguarlo por mi cuenta.

S: oye se siente bien ese masaje…
Y: te relaja verdad?
S: si…

En ese momento cuando Shirly se encontraba relajada y disfrutando del masaje, decidí «atacar» por sorpresa sus indefensos pies y empecé a cosquillearlos fuertemente con los dedos de mis manos.

La reacción de Shirly no se hizo esperar y fue una rotunda carcajada, que por un momento pensé que se había escuchado en todo el edificio.

S: jajajajajaja… jajajajajajaja… jajajajaja… jajajajajaja… jajajajajajaja… jajajajaja… jajajajajaja… jajajajajajaja… jajajajaja… jajajajajaja… jajajajajajaja… jajajajaja… jajajajajaja… jajajajajajaja… jajajajaja… 

Mientras Shirly reía y reía a carcajadas e intentaba sacar sus pies de la llave que le había hecho con mis brazos, yo seguía cosquilleandola sin piedad.

S: jajajajajaja… jajajajajajaja… jajajajaja… nooooooooooooo… jajajajajaja… jajajajajajaja… jajajajaja… nooooooooo… jajajajajaja… jajajajajajaja… jajajajaja… maaaasssssss… jajajajajaja… jajajajajajaja… jajajajaja… nooooooo… jajajajajaja… jajajajajajaja… jajajajaja… maaaaassss… jajajajajaja… jajajajajajaja… jajajajaja… 

En ese momento cuando empezó a suplicar piedad, yo empecé a «torturarla» patológicamente con frases como: «quieres más?» o «eres muy cosquillosa, vamos a ver cuánto tiempo soportas o aguantas»… y así seguía mientras ella reía y reía, además de suplicar piedad.

S: jajajajajaja… jajajajajajaja… jajajajaja… nooooooooooooo… jajajajajaja… jajajajajajaja… jajajajaja… nooooooooo… jajajajajaja… jajajajajajaja… jajajajaja… maaaasssssss… jajajajajaja… jajajajajajaja… jajajajaja… nooooooo… jajajajajaja… jajajajajajaja… jajajajaja… maaaaassss… jajajajajaja… jajajajajajaja… jajajajaja… 

Lo único que puedo decires es que estuve «torturando» con cosquillas en los pies a Shirly por un lapso de 40 minutos aproximadamente y además les puedo asegurar que esa mujer quedó exhausta a causa de las cosquillas que le hice en todos los rincones de sus pies.

Después de terminada la sesión, lo primero que hizo fue terminar de reír, retirar los pies y alejarlos de mi, mientras yo le preguntaba que le parecía.

Y: bueno Shirly y que tal? te gustó?
S: que si me gustó?
Y: ajá…
S: nooo… para nada… odio las cosquillas y más en los pies…
Y: veo que eres muy cosquillosa…
S: demasiado…
Y: te gustaría repetirlas?
S: qué? ahora?
Y: no ahora, tal vez después…
S: no sé… de pronto me anime más adelante a repetirla…
Y: te puedo hacer una pegunta o más bien un comentario.
S: si claro dime…
Y: te hice cosquillas, porque vi en el computador de la administración unas fotos de unas mujeres siendo cosquilleadas y pues pensé que tal vez te gustaba eso…
S: ah si esas fotos… me las enviaron una vez por correo electrónico y sentí curiosidad.
Y: que dices ahora después de esto? acabaste con tu curiosidad?
S: no pensé que mi curiosidad fuera a expresarse de esta forma, siendo cosquilleada en mi propia sala y mucho menos que fueras tu mi verdugo… jajajaja…
Y: ah pero dicho eso ya es otra cosa…

En ese momento le tomo rápidamente de nuevo sus pies y empiezo a hacerle cosquillas de nuevo.

S: oyeeeee… noooooo… jajajajajaja… jajajajajajaja… jajajajaja… nooooooooooooo… jajajajajaja… jajajajajajaja… jajajajaja… nooooooooo… jajajajajaja… jajajajajajaja… jajajajaja… maaaasssssss… jajajajajaja… jajajajajajaja… jajajajaja… nooooooo… jajajajajaja… jajajajajajaja… jajajajaja… maaaaassss… jajajajajaja… jajajajajajaja… jajajajaja… jajajajajaja… jajajajajajaja… jajajajaja… 

Shirly movía sus pies de un lado a otro intentando huir de las cosquillas, sin embargo era imposible porque le tenía bien asegurados sus pies con una llave que le hacía con mis brazos.

Mientras ella reía y supongo que únicamente pensaba en como evitar las cosquillas en los pies, nunca se imaginó que en evitar ser cosquilleada en la cintura, las costillas y las axilas, los lugares que empecé a cosquillear justamente cuando me dio la oportunidad.

En ese momento Shirly cayó al suelo a causa del terrible ataque de cosquillas que estaba recibiendo y se movía de un lado a otro tratando de evitar las cosquillas.

Las risas y las súplicas de Shirly eran constantes y se podía notar desespero.

S: noooooo… jajajajajaja… jajajajajajaja… jajajajaja… nooooooooooooo… jajajajajaja… jajajajajajaja… jajajajaja… nooooooooo… jajajajajaja… jajajajajajaja… jajajajaja… maaaasssssss… jajajajajaja… jajajajajajaja… jajajajaja… nooooooo… jajajajajaja… jajajajajajaja… jajajajaja… maaaaassss… jajajajajaja… jajajajajajaja… jajajajaja… jajajajajaja… jajajajajajaja… jajajajaja… noooooo… jajajajajaja… jajajajajajaja… jajajajaja… nooooooooooooo… jajajajajaja… jajajajajajaja… jajajajaja… nooooooooo… jajajajajaja… jajajajajajaja… jajajajaja… maaaasssssss… jajajajajaja… jajajajajajaja… jajajajaja… nooooooo… jajajajajaja… jajajajajajaja… jajajajaja… maaaaassss… jajajajajaja… jajajajajajaja… jajajajaja… jajajajajaja… jajajajajajaja… jajajajaja… 

Cuando vi que ya Shirly no podía más del ataque de cosquillas, me detuve y la ayudé a levantar, podía ver los exhausta que se encontraba y casi no podía hablar a causa de las cosquillas que había recibido.

Le di un poco de agua, conversamos un poco y nos despedimos.

Tiempo después recordamos la sesión de cosquillas de esa noche y quedamos en repetirla nuevamente.

Espero que les haya gustado y nos leemos en la próxima.

Firmado: CQ

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