mayo 9, 2024

Tickling Stories

Historias de Cosquillas. Somos parte de la comunidad en español en Telegram – LTC.

Serie como transportador (parte 2)

Tiempo de lectura aprox: 5 minutos, 52 segundos

Hace unos meses empecé a conducir con la aplicación Uber, para hacerme unos cuantos pesos extras en mis tiempos libres, así que decidí ir a buscar pasajeros al aeropuerto y a las terminales de transporte terrestre de la ciudad.

Al llegar al aeropuerto internacional «El Dorado» de la ciudad de Bogotá, decidí colocarme en las puertas de llegadas nacionales e internacionales para ver cómo me iba y cuál de las dos puertas lograba tener suerte y poder lograr que algún pasajero decidiera contratar mis servicios.

Lunes 8 PM, llegada del vuelo de LATAM proveniente de la ciudad de Medellín

Empecé a observar uno a uno los pasajeros que salían por la puerta de llegada de vuelos nacionales, con el fin de acercarme a alguno y ofrecerle mis servicios de transportador.

Mientras observaba salir a numerosos pasajeros, divisé en medio de la multitud una mujer esbelta, alta, tez blanca, llevaba una falda ajustada al cuerpo negra hasta las rodillas, unos zapatos abiertos de tacón de aguja los cuales permitían ver perfectamente sus pies con arco bien definido y dedos con uñas pintadas de color rojo, llevaba una maleta de ruedas, también de color negro, una chaqueta negra en la manija de la maleta, una blusa de tiritas negra con blanco y cabello negro largo casi hasta la cintura. Era una mujer muy hermosa.

Caminé un poco hacia ella, sin embargo, no me acerqué rápido, sino que me mantuve a distancia y pude escuchar algo de la conversación que tenía por celular con otra persona.

Mujer desconocida: me parece el colmo… llevo todo el día viajando y trabajando, y lo mínimo que puede hacer la empresa es colocarme un transporte.

… guarda silencio un poco, supongo que le estaban hablando al otro lado de la línea …

Mujer desconocida: bueno, pero al menos me hicieron reserva en el hotel verdad o tampoco hicieron eso?

… nuevamente guarda silencio …

Mujer desconocida: bueno esta bien, voy a tomar un transporte al hotel e irme a descansar, porque mañana tengo un día muy pesado… sólo espero que el transporte que tome desde el aeropuerto al hotel, me lo reponga la empresa.

… silencio nuevamente y cuelga el teléfono celular …

En ese momento me acerco rápidamente antes que salga del aeropuerto y se dirija a la fila donde se encuentran los demás pasajeros para tomar un taxi.

Yo: buenas noches, disculpe… está necesitando transporte?

Mujer desconocida: gracias, ya voy a tomar un taxi.

Y: tranquila, mire le doy mi tarjeta, yo ofrezco servicio de transporte dentro de la ciudad y fuera de ella, puedo darle referencias de mis clientes y puedo llevarla dónde usted desee.

Md: ok, bueno en ese caso, cuánto vale llevarme desde aquí hasta el hotel Hilton de Bogotá?

Y: bueno, normalmente una carrera de taxi sale en unos 25 mil pesos, más el recargo nocturno, sin embargo yo podría llevarla en unos 18 mil pesos sin recargo alguno.

Md: mmmm… en ese caso, me voy con usted… por cierto me llamo Luisa.

Y: mucho gusto Luisa, me llamo CQ.

Md: un placer…

Y: será mejor que te coloques la chaqueta, porque está haciendo mucho frío.

Seguimos caminando hacia el parqueadero, mientras yo llevaba su maleta, ella caminaba a mi lado con la chaqueta puesta y quejándose del frío. Llegamos a mi carro, un Mazda modelo 2015 color negro y vidrios oscuros. Mientras guardaba la maleta dentro del baúl, Luisa procedió a montarse al vehículo.

Me monto al vehículo y me percato que no está sentada en el asiento del copiloto, sino que se ubicó en los asientos traseros.

Y: puedo preguntar por qué no te sentaste adelante?

L: la verdad estoy demasiado cansada, deseo llegar rápido al hotel a descansar y veo que acá estoy más cómoda.

Y: ok listo, no hay problema.

Emprendimos la marcha, salí del aeropuerto y tomé la av el dorado, rumbo al oriente de la ciudad, mientras iba conduciendo empezamos a conversar un poco, sobre lo que hacíamos cada uno.

Y: bueno Luisa y a qué te dedicas?

L: soy gerente comercial de una empresa de seguros ubicada en la ciudad de Medellín y tú?

Y: bueno, yo hago muchas cosas, soy terapeuta y en mis tiempos libres ofrezco servicios te transporte a clientes. En una ciudad tan cara como Bogotá, las terapias no son lo único que sirven para vivir y pagar servicios, vivienda, carro, mercado y demás gastos.

L: interesante y que tipo de terapias haces?

Y: masajes de relajación y masajes antiestres, tengo mi propio consultorio y además utilizo técnicas que no ofrece ningún otro centro de masajes de la ciudad e incluso me atrevo a decir que tampoco en el país.

L: y qué técnicas son esas, si se puede saber?

Y: si claro, no hay problema, pues mira, yo además de mis manos y otros elementos de manera que utilizo para los masajes, también uso plumas, pinceles, cepillos y peines, los cuales son pasados por todo el cuerpo de mis clientas, desde la cabeza hasta las plantas de los pies, de manera que puedan relajarse y liberar el estrés por completo.

L: sólo mujeres?

Y: así es.

L: uy pero todo eso que dices que haces en el cuerpo de las mujeres desde la cabeza hasta las plantas de los pies, produce cosquillas no?

Y: si claro, hay algunas que les produce cosquillas y a otras no.

L: yo por lo menos estallaría en risas, soy demasiado cosquillosa.

Y: en serio?

L: si, a mi me da cosquillas todo, no me han tocado y ya me estoy riendo.

Y: y dónde tienes cosquillas, si se puede saber?

L: en todos lados, en la cabeza medio me tocan el cabello y me da mucha risa, el cuello ni se diga, las orejas, debajo de los brazos, la espalda, las costillas, la cintura, la barriga, el ombligo, la ingle, las piernas, las rodillas, en las nalgas también siento muchas cosquillas, detrás de las rodillas y pues en los pies ni se diga.

Y: mejor dicho, eres cosquillosa en todos lados.

L: demasiado, diría yo.

Y: pero debes tener un punto débil?

L: ah si claro, los pies son mi punto débil.

Y: todo el pie o alguna parte en especial?

L: todo el pie, aunque esta parte de aquí del arco y entre los dedos, soy muy cosquillosa, no soporto ni el tacto ni el roce.

Y: en serio?

L: así es.

Seguimos conversando un poco, sobre trabajo, la ciudad y pues animé a preguntarle cuánto tiempo iba a estar en la ciudad.

Y: cuánto tiempo te vas a quedar en la ciudad?

L: pues prácticamente toda la semana, vine a visitar varios clientes y si las cosas se extienden me quedaría una semana adicional y estoy segura que la empresa en caso que las cosas se den piensa abrir una oficina en Bogotá, dónde inicialmente estaría yo sola aquí.

Y: vea pues, interesante, bueno si necesitas transporte, me avisas, ya tienes mi tarjeta.

L: claro que si, tenlo por seguro… oye una pregunta.

Y: si claro, dime.

L: puedo quitarme los zapatos y estirar los pies?

Y: claro, adelante, no hay problema.

L: no te incomoda si los coloco ahí en la mitad de las dos sillas.

Y: no tranquila.

Luisa se quitó los zapatos, y estiró sus pies, quedando ambos a escasos centímetros de mis piernas y brazos, activando mi tentación de tocarlos, besarlos y cosquillearlos sin parar, pero no podía hacerlo porque iba manejando; pude ver por el espejo que cerró sus ojos, supongo para descansar un poco mientras llegábamos al hotel.

Cuándo llegamos al semáforo de la calle 26 con carrera 19, me detuve a esperar que cambiara la luz roja a luz verde, en ese momento dejé de contenerme y con cuidado le tomé los pies con mi mano derecha y decidí pasarle los dedos de mi mano izquierda por las plantas de ambos pies, la reacción de Luisa no se hizo esperar.

L: jajajajaja… oyeeeee que hacesss… jajajaja… jajajaja… tengo muchas cosquillas… jajajaja… jajajaja… nooooo… jajajaja…

Y: lo sé y por eso no pude contenerme.

L: jajajaja… tengo muchas cosquillas… jajajaja… jajajaja… nooooo… jajajajaja… oyeeeee… jajajaja… jajajaja… nooooo… jajajajaja… paraaaa… jajajaja… jajajaja… nooooo… jajajajaja… oyeeeee… jajajaja… jajajaja… nooooo…

Luisa se revolcaba en la silla trasera, mientras reía a carcajadas producto de las cosquillas que estaba recibiendo en las plantas de los pies.

El semáforo volvió a cambiar la luz, así que coloqué mis manos en el timón y continué la marcha mientras veía por el espejo retrovisor a Luisa, quien continuaba riendo aún, quizás producto de algún reflejo producido por las cosquillas recibidas en las plantas de sus pies.

L: jajaja… me tomaste a mansalva.

Y: jejeje… si…

L: por qué lo hiciste?

Y: pues, la verdad no me pude contener, quería verificarlo por mi mismo, lo que me habías dicho de las cosquillas y quería comprobar si realmente eras cosquillosa o no.

L: pues en ese caso me lo hubieras pedido y quizás me hubiera dejado hacer cosquillas.

Y: es en serio?

Les comento mis queridos lectores, que ese día acerté a transportar a una mujer fetichista de las cosquillas, las cuales son muy raras de encontrar en la vida.

L: si claro… desde pequeña me ha gustado que me hagan cosquillas.

Y: pues en ese caso, dime tu, cuándo podemos programar una sesión.

L: la verdad, después de haberme tomado a mansalva, no se si me gustaría recibir una sesión.

Creo que Luisa vio a través del espejo retrovisor, mi cara de decepción porque de una lanzó un nuevo comentario.

L: jajajaja… te lo creíste?

Y: creerme qué?

L: que ya no quiero la sesión de cosquillas?

Y: pues la verdad, no se que decir.

L: obvio que quiero probar una sesión de cosquillas con los elementos que tu me dices que tienes, sólo que no se que día podría hacerla porque, tal y como te dije, desde mañana voy a estar trabajando muy duro en los temas de seguros con los nuevos clientes.

Y: pues tu tienes mi tarjeta, solo es que me llames y agendamos.

L: de hecho te voy a llamar, porque voy a necesitar alguien de confianza para que me lleve a todos lados.

Y: dalo por hecho.

Llegamos al hotel, se colocó nuevamente sus zapatos antes de bajarse del carro, procedí a bajarle la maleta, me canceló la carrera, nos despedimos y la vi entrar al hotel.

Mientras salía del parqueadero del hotel pude ver cuando se registraba en la recepción del hotel.

Hasta el momento ha sido la mejor experiencia como transportador. En la próxima historia les estaré contando más de las experiencias vividas con Luisa.

Espero que les haya gustado y nos leemos en la próxima.

Firmado: CQ

 

 

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