mayo 7, 2024

Tickling Stories

Historias de Cosquillas. Somos parte de la comunidad en español en Telegram – LTC.

Serie con asesoras comerciales (parte 1)

Tiempo de lectura aprox: 6 minutos, 28 segundos

Hace un tiempo, me estuvo visitando una Asesora Comercial de un Banco para ofrecerme unos productos cómo Tarjetas de Crédito, Cuenta Corriente, Cuenta de Ahorros, Crédito de Libre Inversión, entre otros.



Esta asesora trabaja con el banco Citibank, es una mujer muy simpática, alta de 1,75 mts de estatura, de cabello negro, ojos negros, tez trigueña, muy bonita, de unos 27 años aproximadamente.

El nombre de esta asesora es Katherine y su apellido lo omitiré al igual que en las historias anteriores, por temas de seguridad.

Katherine llamó a mi celular para solicitar un cita, con el fin de poder mostrarme los productos que me ofrecía el banco, así que al contestar mi teléfono esta fue la conversación que tuvimos:

Katherine: aló muy buenos días, hablo con el señor CQ?
Yo: si a la orden en que le puedo colaborar?
K: que tal, como está? habla con Katherine asesora del banco Citibank, cómo se encuentra usted el día de hoy?
Y: bien gracias a Dios, cuéntame en que te puedo ayudar?
K: si don CQ, me gustaría saber si me puede atender en su oficina o residencia, para mostrarle unos productos, que el banco desea ofrecerle…
Y: mmm… déjame y consulto mi agenda y te confirmo, tienes algún número donde te pueda llamar?
K: si quiere le marco en unos 15 minutos.
Y: ok…

Colgamos la llamada y a los 15 minutos (muy puntual) volvió a marcar Katherine.

K: aló, don CQ?
Y: si claro, Katherine?
K: si señor, cuénteme, cuándo puedo visitarlo?
Y: bueno mira, tengo disponible el día de mañana en mi apartamento a las 10 am, te parece bien a esa hora?
K: esta bien, a esa hora estaré allá… muchas gracias por atender mi llamada…

Colgamos la llamada y lo que Katherine no se imaginaba era la cantidad de cosquillas que recibiría (en caso de ser cosquillosa) a cambio de tomar algún producto de los que ella iba a ofrecerme.

Al día siguiente, sobre las 10 am…

Sonó el citófono en mi apartamento y era de portería, dónde me indicaban que Katherine había llegado, y el guardia de turno me preguntaba si podía dejarla seguir… le dije que si, que siguiera…

A los 10 minutos aproximadamente sonó el timbre de mi apartamento, abrí la puerta y era Katherine, llegó muy elegante: zapatos negros de tacón alto (pude detallar rápidamente que no traía medias veladas o nylon como las conocen en otros países), camisa manga larga blanca y chaqueta con pantalón de dril (se notaba que era un uniforme de banco), iba bien maquillada, se veía muy simpática.

La hice seguir, le dije que se sentara y le pregunté si deseaba algo de tomar.

Katherine se sentó en el comedor y me pidió un café, nos sentamos a conversar sobre los productos que el banco me ofrecía, etc.

Después de un rato, mientras conversábamos le ice la pregunta obligada que todo fetichista de cosquillas desea saber:

Y: bueno Katherine, tengo una pregunta.
K: si claro don CQ, dígame, en qué le puedo ayudar.
Y: ya me explicaste todos los productos y todo lo que tenga que saber sobre ellos, sin embargo me gustaría saber lo siguiente: eres cosquillosa?

Katherine se quedó sin habla en ese momento y se le pusieron las mejillas coloradas, en señal de estar apenada.

K: es en serio?
Y: totalmente, tu me explicaste todo sobre los productos, ahora yo te hago esa pregunta: eres cosquillosa? osea tienes cosquillas?
K: por qué esa pregunta?
Y: curiosidad nada más… (sin saber las intenciones que realmente tenía yo y a dónde la quería llevar… a un punto de no retorno)
K: si claro, que tengo cosquillas, como todo el mundo… (seguía con las mejillas coloradas)
Y: ok, interesante… y en que partes del cuerpo tienes cosquillas?

Ya en esa parte, Katherine se encontraba en un punto de no retorno y nada podía hacer para evitar las preguntas o lo que yo fuera hacer, con base a las respuestas de ella.

K: en todos lados, soy una persona muy sensible.
Y: osea que eres muy cosquillosa?
K: así es…
Y: en qué partes eres cosquillosa? o más bien cuál es la parte más cosquillosa de tu cuerpo?
K: por aquí por los lados (se señala las costillas y la cintura) y aquí debajo de los brazos (se señala las axilas)…
Y: interesante… y en los pies no tienes cosquillas?
K: en los pies soy extremadamente sensible, sobre todo en la parte de abajo del pie en el centro (bingo)
Y: en la planta del pie?
K: si en la planta, tengo demasiadas cosquillas ahí… bueno y a qué se deben esas preguntas?
Y: te dejarías hacer cosquillas?
K: qué? es en serio?
Y: te prometo que tomo uno o más productos de los que tu me estas ofreciendo a cambio de una sesión de cosquillas, que me dices? aceptas?
K: osea me tengo que dejar hacer cosquillas para que usted tome alguno de los productos que estoy ofreciéndole?
Y: así es…
K: cuánto tiempo?
Y: no sé… dime tú… cuánto tiempo tienes disponible?
K: qué hora es?
Y: son las 10:45 am…
K: ok… a las 12:30 pm tengo una reunión con otro cliente, osea que debo estar saliendo de acá como muy tarde 12 del día… esta bien, hagámosle a la «sesión de cosquillas»… cuánto tiempo duraría?
Y: unos 15 minutos máximo (era mentira, porque le haría cosquillas por lo menos 1 hora, hasta las 11:45 am, pero sabiendo que se iría a las 12, le haría cosquillas hasta esa hora)

Dicho esto, le indiqué a Katherine que pasáramos al estudio dónde tengo unas cosas que a veces utilizo para las sesiones: un sofá cama abierto, unas correas y unas cuerdas, ya todo estaba acomodado.

Katherine me pregunta por qué está todo acomodado y le digo que yo me dedico a hacer cosquillas a mujeres cosquillosas, que en el banco figuro como empleado independiente y que mi trabajo es hacer sesiones de cosquillas con mujeres cosquillosas.

Entramos al estudio y le pido a Katherine ponerse cómoda en el sofá cama, entonces se acuesta de tal manera que le pido colocar los pies en la parte superior del sofá, de modo que queden levantados y la cabeza y los brazos estirados en la parte inferior del mismo.

Empiezo entonces a atarle las muñecas y los tobillos con las correas las cuales están unidas por debajo del sofá con una cuerda, es decir, que si la persona hala los pies, estira la cuerda por debajo y termina halando por la parte de las muñecas.

Una vez atada de pies y manos, empiezo con la «tortura psicológica», explicándole lo que le voy a hacer y en que partes del cuerpo, así que le abro la chaqueta un poco y empiezo a hacerle cosquillas en las costillas, las axilas y la cintura, la reacción de Katherine no se hizo esperar…

K: jajajajajajajaja… jajajajajajajajaja… jajajajajajaja… jajajajajajajaja… jajajajajajajajaja… jajajajajajaja… jajajajajajajaja… jajajajajajajajaja… jajajajajajaja… jajajajajajajaja… jajajajajajajajaja… jajajajajajaja… 

Katherine empieza a reírse como loca y a moverse de un lado a otro intentando huir de las cosquillas, pero sus esfuerzos son en vano… me enfoco en hacerle muchas cosquillas en las axilas, las costillas y la cintura, mientras ella únicamente ríe y ríe a carcajadas, mientras se retuerce en el sofá, además de moverse un lado a otro.

Después de unos 10 a 15 minutos de cosquillas empiezan las súplicas por parte de Katherine…

K: jajajajajajajaja… jajajajajajajajaja… jajajajajajaja… yaaaaaa…. jajajajajajajaja… jajajajajajajajaja… jajajajajajaja… por favoooorrrr… jajajajajajajaja… jajajajajajajajaja… jajajajajajaja… no maaaasssss… jajajajajajajaja… jajajajajajajajaja… jajajajajajaja… 

Sin embargo yo hago caso omiso y continúo con la «tortura de cosquillas» a Katherine, mientras ella ríe y ríe a carcajadas…

K: jajajajajajajaja… jajajajajajajajaja… jajajajajajaja… jajajajajajajaja… jajajajajajajajaja… jajajajajajaja… jajajajajajajaja… jajajajajajajajaja… jajajajajajaja… 

Después de 30 minutos aproximadamente de cosquillas en las axilas, costillas y cintura, decido que ya es mucho tiempo, y le doy un descanso, sin antes decirle que le empezaré a hacer cosquillas en los pies…

Katherine abre los ojos y coloca cara de terror y empieza a suplicarme, pidiéndome que no le haga cosquillas en los pies, porque es muy cosquillosa y no aguanta casi nada que le toquen los pies.

Cómo buen fetichista de cosquillas, eso es música para mis oídos, así que hago caso omiso a lo que Katherine me dice y procedo a colocarme frente a sus pies, aún con los zapatos puestos y se los levanto un poco, es decir, se los retiro de tal manera que quede espacio para yo poder meter mis dedos y empezar a hacerle cosquillas en las plantas de los pies y en los talones.

En ese momento empiezo a meter mis dedos dentro de sus zapatos y comienzo a jugar con sus pies, mientras le hago cosquillas en los talones y en el arco, hecho esto, Katherine empieza a reír como loca y empieza a mover sus pies como loca que sus zapatos salen volando y caen al suelo en el estudio.

Mientras yo cosquilleo las plantas de sus pies con mis dedos, Katherine únicamente ríe y ríe como loca…

K: jajajajajajajaja… jajajajajajajajaja… jajajajajajaja… jajajajajajajaja… jajajajajajajajaja… jajajajajajaja… jajajajajajajaja… jajajajajajajajaja… jajajajajajaja… jajajajajajajaja… jajajajajajajajaja… jajajajajajaja… jajajajajajajaja… jajajajajajajajaja… jajajajajajaja… jajajajajajajaja… jajajajajajajajaja… jajajajajajaja… 

Los pies de Katherine se mueven de un lado a otro, intentando evitar las cosquillas, pero es imposible, porque le tengo bien sujetados sus pies y continúo haciéndole muchas cosquillas hasta llevarla al límite.

Mientras le hago cosquillas con una mano, con la otra mano tomo un cepillo de peinar que guardo en uno de los bolsillos del sofá… 

K: jajajajajajajaja… jajajajajajajajaja… jajajajajajaja… jajajajajajajaja… jajajajajajajajaja… jajajajajajaja… jajajajajajajaja… jajajajajajajajaja… jajajajajajaja… 

Katherine únicamente ríe y ríe sin sospechar lo que le venía, es ahí, cuando le agarro bien los pies con mi mano izquierda, mientras que con la derecha empiezo a pasar el cepillo de peinar por las plantas de sus pies… la risa de Katherine se transformó en alaridos…

K: hahahahahahahaha… hahahahahahaha… hahahahahahaha… jajajajajajajaja… jajajajajajajajaja… jajajajajajaja… hahahahahahahaha… hahahahahahaha… hahahahahahaha… jajajajajajajaja… jajajajajajajajaja… jajajajajajaja… hahahahahahahaha… hahahahahahaha… hahahahahahaha… jajajajajajajaja… jajajajajajajajaja… jajajajajajaja… hahahahahahahaha… hahahahahahaha… hahahahahahaha… jajajajajajajaja… jajajajajajajajaja… jajajajajajaja… 

Podía darme cuenta lo terrible que lo estaba pasando Katherine, cuándo en medio de los alaridos, empezó a suplicar y a decir que no soportaba tantas cosquillas.

K: hahahahahahahaha… hahahahahahaha… hahahahahahaha… jajajajajajajaja… jajajajajajajajaja… jajajajajajaja… noooooooooo… maaaaasssssss… hahahahahahahaha… hahahahahahaha… hahahahahahaha… jajajajajajajaja… jajajajajajajajaja… jajajajajajaja… nooooooooooo…. hahahahahahahaha… hahahahahahaha… hahahahahahaha… jajajajajajajaja… jajajajajajajajaja… jajajajajajaja… soportoooooooo maaaaaaaassssss… hahahahahahahaha… hahahahahahaha… hahahahahahaha… jajajajajajajaja… jajajajajajajajaja… jajajajajajaja… 

Mientras yo seguía torturándola con cosquillas en las plantas de los pies, hacía rato no tenía a merced mía una mujer hipercosquillosa en las plantas de los pies y no podía dejar pasar esa oportunidad de hacerle muchas cosquillas.

K: yaaaaaaaaaaaaaaaaaaa… hahahahahahahaha… hahahahahahaha… hahahahahahaha… jajajajajajajaja… jajajajajajajajaja… jajajajajajaja… hahahahahahahaha… hahahahahahaha… hahahahahahaha… jajajajajajajaja… jajajajajajajajaja… jajajajajajaja… yaaaaaaaaaaaaa…. hahahahahahahaha… hahahahahahaha… hahahahahahaha… jajajajajajajaja… jajajajajajajajaja… jajajajajajaja… 

Después de 1 hora y 15 minutos de cosquillas repartidos entre las axilas, las costillas, la cintura y los pies, dejo por fin descansar a Katherine.

Empecé a desatarle las muñecas y los tobillos, apenas estuvo libre, se levantó y empezó a arreglarse y colocarse los zapatos.

Mientras ella se maquillaba y se arreglaba para salir le pregunté cómo lo había pasado.

Y: bueno y que tal? qué piensas al respecto?
K: jajajaja… es una tortura, pero divertida…
Y: la repetirías?
K: creo que sí, pero otro día que no tenga que ir donde un cliente…
Y: que piensas de las cosquillas en los pies, sobre todo con el cepillo?
K: ufff… ese cepillo definitivamente es una tortura, jamás me habían hecho tantas cosquillas en los pies y nunca con un cepillo… definitivamente eso produce muchas cosquillas.

Después de eso, terminamos agendando una nueva sesión de cosquillas para la próxima vez que venga a traerme los documentos para firmarlos.

Espero que les haya gustado la anécdota y nos leemos en la próxima.

Firmado: CQ


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