mayo 2, 2024

Tickling Stories

Historias de Cosquillas. Somos parte de la comunidad en español en Telegram – LTC.

Serie con universitarias (parte 2)

Tiempo de lectura aprox: 9 minutos, 57 segundos

Continuando con la «Serie con universitarias», esta vez vengo a contarles la siguiente anécdota. Tal y cómo sucedió con Carolina, la protagonista de la historia anterior, esta sesión también fue agendada a través de la red social Facebook.

Nuestra protagonista es estudiante del programa de Psicología de la Universidad Javeriana de Bogotá, actualmente se encuentra en VIII semestre. Es demasiado cosquillosa, por no decir, extremadamente. Sus puntos débiles (son varios), los cuales diré en orden de sensibilidad, siendo el primero el más cosquilloso y el último el menos cosquilloso, son: 1) las plantas de los pies, justo en el arco; 2) los dedos de los pies; 3) la parte superior de los pies; 4) a los lados de los pies y el talón; 5) detrás de las rodillas; 6) las rodillas; 7) las costillas; 8) las axilas.

Las demás parte de su cuerpo también son cosquillosas; sin embargo, hay que resaltar que las partes enumeradas anteriormente son sus puntos débiles, es decir, sus puntos hipersensibles a las cosquillas. Literalmente no soporta ni el tacto ni el roce en esas áreas de su cuerpo.

El nombre de nuestra protagonista es Erika, ella es una mujer de tez blanca, rubia, ojos verdes, aproximadamente 1, 68 metros de estatura (sin tacones) y calzado 36. Y lo mejor que es extremadamente cosquillosa en las plantas de los pies. Es demasiada hipersensible en esa parte de su cuerpo.

Tal y como lo comenté al comienzo de la historia, la sesión se agendó a través de Facebook, por lo tanto anexo la conversación:

Erika: buenas noches, estoy escribiendo por el anuncio publicado en Facebook, soy estudiante universitaria, quiero ganar dinero extra y deseo saber que se requiere para poder hacerlo.

Yo: buenas noches Erika, cómo estas?

E: bien gracias a Dios.

Y: ok, mira primero necesito saber algo y dependiendo tu respuesta te comento más, vale?

E: listo.

Y: eres cosquillosa?

E: si.

Y: en qué partes de tu cuerpo tienes cosquillas?

E: en todo el cuerpo.

Y: cuál es la parte más cosquillosa de tu cuerpo?

E: las axilas, las costillas y las rodillas.

Y: en los pies no tienes cosquillas?

E: pues son mi punto débil y no dejo que nadie me los toque, porque soy demasiado cosquillosa en esa parte de mi cuerpo. Por qué la pregunta?

Y: si te digo que estamos necesitando mujeres cosquillosas para participar en sesiones de cosquillas, atadas de pies y manos, y se le hacen énfasis en sus partes más cosquillosas.

E: es en serio?

Y: totalmente en serio.

E: y les pagan por dejarse hacer cosquillas?

Y: así es, sólo cosquillas nada más.

E: y si acepto, qué debo hacer?

Y: simple, dejarte hacer cosquillas con plumas, pinceles, cepillos y dedos.

E: cepillos?

Y: si, por experiencia está comprobado que los cepillos y todo lo que se utilice para peinar, son una herramienta muy buena para hacer cosquillas en los pies.

E: vea pues, no sabía eso, voy a probar con mis cepillos aquí en mi apartamento para ver si es cierto.

Y: si claro, puedes probar.

E: y dónde se hacen las sesiones?

Y: pueden ser acá en nuestra sede o pueden ser en tu domicilio.

E: y en caso de permitir acá en mi apartamento, se requiere algo especial?

Y: sólo un sitio cómodo dónde podamos hacer la sesión.

E: listo lo voy a pensar y te cuento, si?

Y: listo, espero tu pronta respuesta.

Al cabo de un par de días, nuevamente me contactó Erika a través del chat de Facebook.

E: hola buenas noches.

Y: hola Erika, cómo estas?

E: bien gracias a Dios.

Y: probaste lo de los cepillos?

E: sip y efectivamente producen demasiadas cosquillas.

Y: ok, interesante y qué pensaste de la propuesta?

E: pues, en contra de todo lo impensable, si voy a hacerlo porque necesito el dinero extra para los gastos de la universidad.

Y: ok, y dónde deseas hacer la sesión? en tu casa o en nuestra sede?

E: se puede en mi casa?

Y: si claro, tienes algún problema con eso?

E: no, sólo que tendría que esperar a que mis papás se vayan a trabajar para quedar con la casa disponible.

Y: bueno y cuándo sería eso?

E: hoy es jueves, podríamos el próximo lunes?

Y: listo, a que horas?

E: pues, mi mamá es la última en salir y se va a eso de las 9 am.

Y: y tu papá a qué horas se va?

E: él si sale super temprano, a eso de las 7:30 am.

Y: pregunta, tu mamá es cosquillosa?

E: por qué? para hacerle la sesión también a ella?

Y: si…

E: pues no se si ella quiera participar.

Y: pero es cosquillosa?

E: sip.

Y: en qué partes?

E: sé que ella no soporta que le toquen los pies, sufre mucho cuándo le hacen el pedicure.

Y: osea que es muy cosquillosa en los pies.

E: si cuándo le hacen el pedicure, sólo es risas y risas cuándo le pasan la lima por las plantas de los pies.

Y: y tú?

E: yo qué?

Y: te haces el pedicure tu sola o pagas porque alguien más te lo haga?

E: la misma señora que le hace el pedicure a mi mamá, es la que me hace el pedicure a mí; y al igual que mi mamá, estallo en risas con la lima en las plantas de los pies.

Y: interesante. Bueno pregúntale a tu mamá si le interesaría participar y me cuentas, si?

E: listo, pero no te aseguro nada.

Y: ok, entonces quedamos así que me confirmes antes del lunes.

E: listo, feliz noche.

El día sábado en horas de la tarde, estaba conectado en Facebook, cuándo de repente me entró un mensaje de Erika.

E: hola, cómo estás?

Y: bien gracias a Dios, qué has hecho?

E: pues todo bien… te cuento que hice la tarea.

Y: ajá, cuéntame, qué dijo tu mamá?

E: pues yo le comenté a ella sola únicamente, qué había conseguido un trabajo donde podía ganarme un dinero extra si me dejaba hacer cosquillas atada de pies y manos.

Y: y qué te dijo?

E: pues me dijo que ella hacía un tiempo había visto un anuncio similar en Internet.

Y: ok y está interesada en participar?

E: pues yo le dije que si ella también quería participar y la respuesta fue: Erika tú sabes muy bien lo extremadamente cosquillosa que soy, así que no creo que pueda soportar eso; sin embargo, yo le dije que la sesión podía hacerse a domicilio o en la sede de ustedes y que si ella quería, también le podían pagar dinero.

Y: y que te dijo?

E: me dijo podría probar el mismo día de mi sesión, que igual no aseguraba nada.

Y: listo con eso me basta, entonces quedamos para el día lunes?

E: sí, el día lunes a eso de las 8:30 am, porque mi papá se va a trabajar a eso de las 7:30 am, así que no te digo a las 8 en punto, porque para que nos des tiempo de arreglarnos y alistarnos.

Y: listo no hay problema, nos vemos el lunes.

Y así quedamos, el día lunes llegué a eso de las 8:10 am al edificio y pregunté por el apartamento 1402, es una torre de 15 pisos y Erika vive en el piso 14. Al cabo de unos minutos el vigilante me autorizó el ingreso y me dirigí a los ascensores. Unos 5 minutos después estaba tocando el timbre del apartamento de Erika, y pues quien me abrió la puerta fue la mamá.

Mamá: buenos días, tú debes ser CQ.

Y: si señora mucho gusto.

Mamá: el gusto es mío, me llamo Patricia.

Y: mucho gusto señora Patricia.

Patricia: no me digas señora, sólo Patricia, por favor.

Y: ok Patricia y Erika?

P: ya sale, que está terminando de arreglarse, sigue y siéntate.

Y: gracias.

La señora Patricia estaba prácticamente casi lista para ir a trabajar, tenía un pantalón de lino que le tallaba su figura (por cierto tenía un excelente cuerpo, se notaba que era de gimnasio), una camisa de botones blanca y unos zapatos de tacón negros.

Ya sentado en la sala, a espera que saliera Erika, conversamos un poco sobre el tema de las cosquillas.

P: bueno cuéntame más sobre la sesión de cosquillas, mi hija me comentó un poco sobre el tema y me preguntó si estaba interesada en participar y pues yo le dije que quería saber un poco más, por esta razón deseo que me cuentes más sobre el tema.

Y: ok listo, primero tengo una pregunta: usted tienes cosquillas?

P: soy demasiado cosquillosa.

Y: más que Erika o menos?

P: pues no se que tan cosquillosa sea mi hija, pero te puedo asegurar que en lugar de yo tener cosquillas, las cosquillas me tienen a mi.

Y: en qué partes del cuerpo tiene cosquillas?

P: en todos lados, en las axilas, la cintura, los costados, el ombligo, las piernas, los brazos, el cuello, los pies.

Y: cuál es la parte de su cuerpo dónde más siente cosquillas?

P: la verdad creo que en todos lados, sin embargo, no soporto que me toquen los pies, me entra un desespero el solo hecho que me toquen esa parte de mi cuerpo.

Y: siente muchas cosquillas ahí?

P: uffff… demasiadas… jajaja.

Y: puedo probar?

P: y qué hago? me quito los zapatos o qué debo hacer?

Y: venga présteme un pie.

La señora Patricia levantó la pierna derecha y posó su pie encima de mis rodillas, procedí a retirar su zapato y tenía unas medias, de esas que son especiales para zapatos tipo baletas, le retiré la media y le hablé un poco para relajarla, porque la noté un poco tensa y nerviosa.

Y: tranquila.

P: estoy tranquila, el problema es que ya siento el desespero.

Y: pero sino la he tocado aún.

P: igual ya tengo la sensación.

Le agarré bien el pie con mi mano izquierda y con mi mano derecha le pasé los dedos por la planta del pie, la reacción no se hizo esperar, haló el pie hacia atrás como tratando de retirarlo y soltó una carcajada.

P: hahaha… jajajajaja… noooooo… jajajaja… hahaha… jajajajaja… noooooo… jajajaja… hahaha… jajajajaja… noooooo… jajajaja… hahaha… jajajajaja… noooooo… jajajaja… hahaha… jajajajaja… noooooo… jajajaja…

Patricia empezó a mover su pie de un lado a otro y trataba de retirarlo, mientras yo continuaba haciéndole cosquillas con mis dedos. Ella solo reía y suplicaba.

P: hahaha… jajajajaja… noooooo… jajajaja… hahaha… jajajajaja… noooooo… jajajaja… hahaha… jajajajaja… noooooo… jajajaja… hahaha… jajajajaja… noooooo… jajajaja… hahaha… jajajajaja… noooooo… jajajaja…

Al empezar a reír fuertemente Patricia, hizo que Erika saliera de su habitación y al llegar a la sala y ver que yo estaba haciéndole cosquillas a su mamá, ella prácticamente hizo lo mismo, se tiró al suelo, le quitó el zapato del pie izquierdo al igual que la media y empezó a hacerle cosquillas en el otro pie.

Las risas de Patricia incrementaron y ya no suplicaba, sino que reía y reía a carcajadas.

P: jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha…

Y: tu mamá si que es cosquillosa en los pies.

P: jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha…

E: te lo dije, ella es más cosquillosa que yo.

P: jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha…

Y: tú también eres así de cosquillosa?

P: jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha…

E: también, sin embargo, deja y me levanto, quieres que le haga cosquillas en otra parte?

P: jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha…

Y: pues si tu quieres.

P: jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha…

E: sigue haciéndole en los dos pies y yo subo a las axilas.

P: jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha…

Seguí el consejo de Erika y le tomé los dos pies a Patricia; podía sentir el movimiento de sus pies intentando huir de las insoportables cosquillas que estaba recibiendo en las plantas y en todo el pie, porque eso sí, soy un experto en torturar pies, y cuando comienzo a cosquillearlos, exploro cada rincón de ellos buscando las partes más sensibles.

Mientras yo cosquilleaba los pies de Patricia, su hija Erika subió a las axilas y empezó a hacerle cosquillas en las axilas, el cuello, los costados y la cintura. La pobre Patricia se revolcaba en el sillón de la sala dónde estaba sentada y sus risas incrementaban.

P: jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah…

Patricia estaba totalmente desesperada, producto de las cosquillas que estaba recibiendo por parte mía y por parte de Erika (su hija). Al cabo de unos 20  minutos de cosquillas, decidí detenerme y le solicité a Erika que se detuviera también.

Patricia tomó un poco de aire, mientras decía que le habíamos hecho demasiadas cosquillas. Sin embargo, de un momento a otro se levantó tomó por la espalda a Erika y la «tiró» sobre el sofá y empezó a hacerle cosquillas en las axilas, las costillas y la cintura, Erika empezó a reír como loca y a patalear, mientras su mamá la «torturaba con cosquillas; y yo pues aproveché ese momento para quitarle los zapatos y empezar a hacerle cosquillas en las plantas de los pies. La reacción de Erika no se hizo esperar.

E: jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah…

P: ahora si vas a pagar por haber hecho tantas cosquillas.

E: jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah…

Yo únicamente estaba concentrado en cosquillearle las plantas de los pies a Erika mientras que su mamá la torturaba de la cintura hacia arriba.

E: jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah…

Al cabo de unos 10 minutos de cosquillas más o menos, me di cuenta que prácticamente los pies de Patricia estaban al mismo alcance que los pies de Erika, por esta razón tomé también sus pies, y empecé a hacerle muchas cosquillas.

Se podrán imaginar tener 2 pares de pies hipercosquillosos y poder cosquillearlos al mismo tiempo? Pues es el sueño de todo fetichista de cosquillas y pies; y pues afortunadamente yo he tenido esa dicha algunas veces en mi larga experiencia.

Ambas mujeres, madre e hija reían a carcajadas, moviendo e intentando retirar sus pies para evitar que siguiera cosquilleándolas sin piedad.

E: jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah…

P: jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah…

Recorría cada rincón y cada espacio de esos hermosos pies, mientras las dos mujeres se retorcían de la risa, producida por las cosquillas que estaban recibiendo en las plantas de los pies.

E: jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah…

P: jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah… jajajajaja… jajajajaja… hahahaha… jajajaja… hahahah…

Después de casi 30 minutos de cosquillas en esos 4 pies, me detuve, ambas mujeres se sentaron y tomaban aire, diciendo que se habían divertido mucho pese a que había sido una tortura; y que además si solo así había sido una tortura, no querían imaginar como sería estar atadas de pies y manos.

Al escuchar eso, les insinué que si querían probar una sesión atada de pies y manos en mi consultorio; les confieso que no pensé que su respuesta fuera positiva; tanto madre e hija me dijeron que querían animarse a probar una sesión atadas de pies y manos.

Procedí a pagarles el dinero pactado y nos despedimos; no sin antes agendar citas en mi consultorio. Como dato curioso, cada una pidió una cita por separado.

Espero que les haya gustado la anécdota y nos leemos en la próxima.

Firmado: CQ

 

 

 

 

 

 

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