mayo 9, 2024

Tickling Stories

Historias de Cosquillas. Somos parte de la comunidad en español en Telegram – LTC.

Serie con vecinas (parte 8)

Tiempo de lectura aprox: 2 minutos

Hace aproximadamente unos 16 años, había una vecina de origen koreano, era una mujer muy simpática, en aquel entonces tendría unos 39 o 40 años, mientras yo estaba de 20 años.



Mi vecina vivía una calle mas arriba de donde estaba la casa de mis papás. Ella es trabajadora social de profesión, vivía con una tía, una mujer de unos 39 o 40 años, no recuerdo muy bien la edad que ella tenía.

Era una mujer tez clara (no blanca), ojos rasgados negros, de 1,67 mts de estatura, posiblemente calzaba 37 (talla de zapatos de mujer en Colombia), una mujer muy simpática.


Recuerdo que llegué a su casa una tarde de sábado tipo 5:30 pm aproximadamente, y al tocar el timbre me abrió la tía de ella, una señora de unos 78 años más o menos, le pregunté por Nohora y me dijo esta en su habitación sigue.

Yo entré y me dirigí a la habitación de Nohora, al llegar toqué la puerta y me dijo «adelante», al entrar la saludé y me respondió: «hola CQ, qué haces aquí?», y mi respuesta fue: «nada pasaba por aquí y quise venir a saludar y a hablar un rato».

Dicho esto me invitó a sentarme en una silla que estaba al pie de su cama, mientras ella seguía acostada con las piernas levantadas hacia la pared, según ella, estaba descansando porque había llegado hace poco de hacer diligencias personales.

Empezamos a conversar un rato, cuando en medio de la conversación, le pregunté cosas referente a sus pies.

Yo: Nohora una pregunta, tu cuánto calzas, si se puede saber.
Nohora: calzo 37 por qué?
Y: se te ve el pie algo pequeño, pensé que calzabas menos.
N: ah si, pareciera, pero no, realmente calzo eso, 37.
Y: ah ya…

Ella siguió leyendo un libro, mientras yo me animé a pasarle un dedo por la planta del pie mientras le hacía la pregunta del millón.

Y: eres cosquillosa?
N: jajaja… oyeee…
Y: vaya… si que eres cosquillosa…
N: oyeee… noooo… paraaa… jajajaja…

Sus suplicas en ese momento se convirtieron en música para mis oídos y empecé a hacerle cosquillas con mis dos manos, mientras le sujetaba ambos pies con mis brazos.

Nohora movía sus pies de un lado a otro, además de reír a carcajadas, mientras yo le hacía cosquillas con mis manos en todos sus pies, en las plantas, en los talones, entre los dedos, en la parte de arriba de los pies, en fin en todos lados.

Y: si que eres cosquillosa…
N: jajajajaja… paraaaaa… jajajajajajaja… nooooo… jajajajajaja… jajajajaja… paraaaaa… jajajajajajaja… nooooo… jajajajajaja… jajajajaja… paraaaaa… jajajajajajaja… nooooo… jajajajajaja… jajajajaja… paraaaaa… jajajajajajaja… nooooo… jajajajajaja… jajajajaja… paraaaaa… jajajajajajaja… nooooo… jajajajajaja… jajajajaja… paraaaaa… jajajajajajaja… nooooo… jajajajajaja… 

En medio de su risa y desespero producido por las cosquillas, me abalancé sobre ella y empecé a «torturarla» en las axilas, costillas y cintura, mientras ella reía y suplicaba que parase de las cosquillas.

N: jajajajaja… paraaaaa… jajajajajajaja… nooooo… jajajajajaja… jajajajaja… paraaaaa… jajajajajajaja… nooooo… jajajajajaja… jajajajaja… paraaaaa… jajajajajajaja… nooooo… jajajajajaja… jajajajaja… paraaaaa… jajajajajajaja… nooooo… jajajajajaja… jajajajaja… paraaaaa… jajajajajajaja… nooooo… jajajajajaja… jajajajaja… paraaaaa… jajajajajajaja… nooooo… jajajajajaja… 

Tengo que decir algo, por experiencia propia, me he dado cuenta que mientras le estoy haciendo cosquillas a alguien, esta persona, está tan concentrada en reír e intentar huir de las cosquillas, que no se percata cuando uno pasa de una parte a otra haciéndole cosquillas en su cuerpo.

La «tortura» de cosquillas con Nohora duró aproximadamente unos 20 a 30 minutos, fue una experiencia genial. Después de las cosquillas, continuamos conversando un poco, hasta que me despedí y me fui a mi casa.

Espero que les haya gustado la experiencia.

Nos leemos en la próxima.

Firmado: CQ

About Author