Tiempo de lectura aprox: 4 minutos, 20 segundos
Esta historia sucedió la última semana de Junio de 2016, exactamente unos días después de la anécdota en el apartamento de Ema, la cual se relató en este enlace.
Unos días después estuve conversando nuevamente con Ema sobre el tema, intentándola convencer de que participara en una sesión atada de pies y manos, con el fin de que probara algo nuevo.
Después de muchas conversaciones por fin accedió, pero con la condición de que ella llevaría el instrumento de tortura, yo todo inocente le dije que no había problema y que ella podía llevar lo que quisiera.
Para mi sorpresa, ese día se presentó en mi consultorio en su carro y me llamó al celular, solicitándome que bajara al parqueadero y le ayudara a bajar unas cosas que había llevado en su carro.
Al llegar a su carro, me dí cuenta que traía consigo unas tablas, le pregunté que era todo eso y me dijo: «es un cepo de utilería que podríamos utilizar para la sesión de cosquillas, además traje unos cepillos y otras cosas más que podemos ver apenas subamos a tu consultorio».
Desde el parqueadero del sótano del edificio se puede tomar un ascensor que nos lleva directamente al piso donde tengo ubicado el consultorio.
Al llegar a mi consultorio, le solicité a Liliana (mi asistente) que nos ayudara a ingresar todos los materiales que había llevado Ema.
Una vez dentro, empezamos a armar el cepo, para mi sorpresa, el aparato quedó bien armado y pensé que como era de utilería era algo enclenque y que no podía soportar el peso de una persona…estaba equivocado.
Después de armar el cepo, Ema procedió a desocupar una maleta que llevaba con ella, en dicha maleta habían toda clase de elementos que según ella se podían utilizar la sesión de cosquillas: habían cepillos de peinar de todos los tamaños, peinillas, peines, cepillos de dientes, pinceles, plumas, en fin una gran cantidad de elementos…fue en ese instante cuando le pregunté por qué había traído todo eso para una sesión de 1 hora máximo y su respuesta me dejó sin palabras…
Ema: yo te dije, que si me animaba a hacer esta sesión, sería por probar algo nuevo y que además yo traería todos los elementos que estuvieran a mi alcance, para que tu los utilizaras en la sesión…
Yo: listo Ema no hay problema…entonces, cuéntame como quieres que hagamos la sesión?
E: yo pensaría que podría sentarme en la mesa, introducir los pies en los orificios del cepo inferior y levantar los brazos e introducir las muñecas en los orificios superiores.
El cepo era como la siguiente imagen:
Después de conversar un poco sobre como se ubicaría Ema y sobre dónde ubicaríamos el cepo, decidimos que lo colocaríamos en el suelo y ella se sentaría en una pequeña colchoneta que tengo en mi consultorio para descansar cuando no tengo pacientes.
Cuando por fin habíamos decidido como ubicar el cepo y como se iba a ubicar ella, le dije a Ema que se colocara ropa cómoda para la sesión, una vez lista, volvió a la sala de torturas y le dije que se sentara en la colchoneta, mientras Liliana y yo, le asegurábamos los pies y las manos en los orificios del cepo.
Yo: bueno Ema estas lista para experimentar algo nuevo?
Ema: lista, lista…no…pero ya estoy aquí y no puedo arrepentirme…
En ese momento le digo a Liliana al oído que se coloque detrás de Ema y le haga cosquillas en las axilas, costillas y cintura, mientras yo me encargo inicialmente de hacerle cosquillas en los pies.
Ema: que le dijiste a Liliana al oído?
Yo: nada…tranquila…
E: te vi diciéndole algo al oído…
Liliana se levanta y se va por detrás de Ema y le comenta cuales serán sus intenciones…
Liliana: bueno Ema, me dice CQ que me haga detrás de ti, para hacerte cosquillas en las axilas, costillas y cintura, mientras él se encarga de hacerte cosquillas en las plantas de los pies…
E: ja….el problema es que yo no tengo cosquillas ni en las axilas, ni en las costillas y mucho menos en la cintura…
L: estás segura?
E: casi segura…a menos que se me hayan activado…
Liliana como toda una experta, no se espera mi señal y empieza a hacerle cosquillas a Ema en las axilas, costillas y cintura….la reacción de Ema no se hace esperar…
E: juaaaaaa….jajajajajajjajaja….jajajajajajaja…jajajajajajaj…jajajajajajjajaja….jajajajajajaja…jajajajajajaj…jajajajajajjajaja….jajajajajajaja…jajajajajajaj…jajajajajajjajaja….jajajajajajaja…jajajajajajaj…jajajajajajjajaja….jajajajajajaja…jajajajajajaj…jajajajajajjajaja….jajajajajajaja…jajajajajajaj…jajajajajajjajaja….jajajajajajaja…jajajajajajaj…jajajajajajjajaja….jajajajajajaja…jajajajajajaj…jajajajajajjajaja….jajajajajajaja…jajajajajajaj…
Dejo que Liliana se adelante un poco y se divierta haciéndole cosquillas a Ema en las costillas, axilas y cintura, antes de comenzar yo con la tortura en las plantas de los pies…
Después de unos 20 minutos de tortura, entro yo en acción, y empiezo de una a hacerle cosquillas en las plantas de los pies con mis dedos y con los cepillos, peinillas y peines que llevó Ema para la sesión…la reacción nos e hace esperar y en medio de la risa empieza a pegar alaridos y gritos…
E: jajajajajajjajaja….jajajajajajaja…jajajajajajaj…hahahahahaa….hahahahahahahah….jajajajajjaja….hahahahahahha….jajajajajajjajaja….jajajajajajaja…jajajajajajaj…hahahahahaa….hahahahahahahah….jajajajajjaja….hahahahahahha….
Firmado: CQ
Más historias
Cosquillas en la cuarentena del covid – Parte 2
Cosquillas en la cuarentena del covid – Parte 1
Mamás cosquillosas – Parte 2